Ese día

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Ya 5 años de tu partida, aún lo recuerdo como si fuera ayer. Una noche fría de un miércoles, después de haber visto las listas de aprobados para la Universidad a la que aplicamos. Fuimos todo un grupo a un bar de la zona rosa, siendo tu primera ves estabas ansiosa por lo que te pegabas a Susan quien era tu mejor amiga.
Llevabas un vestido negro sobrio pero que mostraba tu figura. No era tan corto lo que me tranquilizaba y llevabas unas botas negras no tan altas ya que siempre tropezabas con los tacos. Tu cabello castaño algo rizado que generalmente lo llevabas cogido, ese día decidiste dejarlo suelto.
Ese día te habías arreglado tan bien, ahora que lo pienso; fue como un preludio de lo que se venía. Ya algunos de mis amigos sabían de mi interés romántico y me animaban para que me confesara. Ya llevaba unos 5 años con ese amor unilateral y 4 años siendo amigos en los cuales intente confesarme como... Unas 60 veces pero sin ningún éxito, siempre me ganaban los nervios y el miedo.
Y tú, ni por enterada, peor aún cuando mi reputación como mujeriego me precedía. Aún con todo ese día me había armado de valor para volver a intentar declararme.
El grupo se separó dentro del club y tu fuiste a bailar con tus amigas por mi lado te veía desde la barra. Celandote en todo momento, evitando que insectos apestosos se pudieran acercar a ti. Luego de algunas canciones te acercarte cansada y sedienta era mi oportunidad; como el ruido del lugar era muy alto decidí tomarte de la mano y salir. Cuando estuvimos fuera pude notar tu sorpresa por mis acciones.
-Estas bien Tay
Me preguntaste preocupada por un momento me quedé congelado, absorto en tu rostro esos ojos negros de pestañas largas almendrados, tu nariz pequeña y refinada, tu piel color miel, tu cabello castaño y esos labios pintados de rojo. Al fin estaba listo, lo podía sentir, abrí mi boca pero antes de poder decir algo escuchamos unos disparos al fondo de la calle y algunas personas corriendo.
Tu volteaste, esa condenada curiosidad tuya que siempre te metía en problemas y luego; un disparo más vi un hombre correr en el fondo.
-Tay...
Escuche que me nombraste y acosté al suelo. Tus manos cubiertas de un líquido color carmesí y en tu estómago un agujero. Me agachó bruscamente con el corazón helado, tomándote en mis brazos. Tus ojos me miraron asustados y yo
-Todo estar bien no te preocupes sólo no...
Me quedé congelado cuando de la nada simplemente cerraste tus ojos. Te había perdido y no sólo a ti te perdí, ese día simplemente mi corazón... Dejó de latir.

Después de...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora