Magia y amor

Una Visita Inesperada

SungYeol se encontraba en la sala, despreocupado de todo al ser fin de semana, si bien la semana fue algo cargada no había nada como relajarse un poco, lo normal sería que su guardián lo esté retando por no estar practicando pero al parecer se había compadecido de su pobre alma y estaba dejando que tenga un respiro.

Mientras un pequeño portarretrato con la foto de SungJong y el sonriendo flotaba por la sala, el solo lo seguía con su vista para que no cayera, cada vez su cabeza se llenaba de dudas pero pocas eran las respuestas que obtenía, sabía que algo ocultaban pero nadie tenía la delicadeza de decirle, tal vez creían que solo era un crio y no podría afrontar la realidad pero eso no era así, en el tiempo transcurrido desde que descubrió que tenía poderes, había madurado en cierta forma, necesitaba respuestas y las quería ya pero tampoco se atrevía a enfrentar a Kyu y mucho menos a Jureumi, solo bufo y continuo con lo que venía haciendo cada que se estresaba o se sentía confundido y cansado, hacer flotar el portarretrato.

Las cosas tampoco estaban bien para los guardianes, ambos sabían que no tenían mucho tiempo, sabían que debían decir la verdad pero no querían preocupar a los hermanos Lee, si bien el menor no tenía poderes estaba ya involucrado en todo y al no ser un ser mágico corría peligro, temían que SungYeol al saber la verdad se rehusara a pelear o en el peor de los casos escapara.

- Y ese es el problema cuando tratas con humanos, ponen delante de todo sus sentimientos.

- Vamos, no me digas que no le has tomado cariño a SungYeol en este tiempo.

- Es mi protegido, cualquier otro vinculo está prohibido, considero que deberías repetirte eso todos los días.

El guardián en forma de Hámster suspiro y miro al otro guardián quien había adoptado su forma mágica normal, aquel guardián no dejaba pasar las oportunidades para hacerle recordar que estaba metido en problemas, ambos tenían la misión de cuidar de SungYeol, uno como su protector y el otro a través de un hechizo, ambos eran seres muy poderosos pero lo que los diferenciaba era que uno se estaba humanizando poco a poco y no hacía nada por evitarlo, grave error porque los seres mágicos no pueden renunciar a su destino.

Kyu observo detenidamente al guardián del mayor de los Lee, cuando él se apareció ante SungKyu como su guardián tenía las mismas ideas, tenía las cosas muy claras como se las habían indicado, tenía un inicio y un final, una camino que recorrer junto a él pero no todo siempre puede ser como lo planean, algo ocurrió en el camino y comprendió que no puedes mezclar el mundo mágico con el mundo humano, no es lo correcto porque si eres un ser mágico y convives con seres humanos, seres que tienen sentimientos, seres que no siempre actúan bajo lo más lógico, terminas por ser como ellos, tal vez si él no hubiera aceptado proteger a SungYeol no sentiría lo que sentía ahora y no estaría metido en el problema en el que está y aunque no era su lucha, sabía que si desde el principio hubieran hablado con el mayor todo sería más fácil.

En el transcurso del tiempo las Lunas habían aparecido sin novedad alguna pero no siempre seria asi, la siguiente luna estaba próxima y tal vez sería el momento de pelear, sería la primera batalla de todas como también podría ser la última.

¿Amor? Es una palabra muy interesante, es un palabra que encierra muchas cosas, cosas que no siempre son buenas, eso creía SungYeol, desde hace unos días esa palabra se le cruzaba por la cabeza, le parecía raro pues para sentir amor uno debía de estar enamorado, si bien amaba a sus padres, a su hermano, a su guardián y bueno a Kyu también no pensaba en ellos cuando se le venía esa palabra a la cabeza, no pensaba en alguien especifico pero si sentía el deseo de enamorarse, ese año terminaría la escuela y al siguiente iría a la universidad y en todo ese tiempo no había conocido el amor, sumándole a eso las palabras de su guardián.