Capítulo 11.

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De nuevo malas noticias al empezar el día. Nunca me habían llegado cartas sobre luz, gas y agua de esta casa. Nunca porque siempre las ha recibido mi madre y siempre, sin falta ninguna, las había pagado y solucionado ella. Incluso cuando venían a esta dirección mi madre se las apañaba para estar aquí o para llegar justo a tiempo. Pero todo estaba a punto de cambiar mientras Jimin estaba en el bar, hoy tenía que estar todo el día y volvería sobre las ocho de la tarde. Había preparado algo muy especial, pero esto no creo que lo permita.

Desahucio.

Mi madre había dejado de pagarlo todo pero ni siquiera había cambiado la dirección de las cartas hasta esta última. Estaba obligado a pagar la deuda hoy antes de las nueve de la noche o seríamos desahuciados a esa hora. Decía que se habían dado varios avisos y que no se habían tomado en cuenta, que el juicio pasó y que nadie asistió.

Las cosas no podían ir peor, no solo nos costaba tener dinero para comer, sino que encima tenía que pagar una gran cantidad de dinero, que obviamente no tenía, antes de ser desahuciados, el mismo día. Era prácticamente imposible, no podía tener sentido. No era lógico lo que estaba pasando ni que mi madre no me avisara antes. No podía hacerme esto, no podía dejarme en la calle. Me vestí lo más rápido que pude y me fui a su casa, pensaba hablar con ella y me daba igual todo lo demás. Tenía que pagarme la casa, no podía quedarme sin ella, sin comida, no podía permitirlo.

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-No te dije nada porque el objetivo de esto era que aprendieras.
-¿Me vas a dejar en la calle? –Dije bastante enfadado.
-Vete a casa de tu novio.
-Vete a chuparla, no te jode. –Di un golpe en la mesa.
-¡Jungkook, ni se te ocurra volver a decirle esas cosas a tu madre! Ha hecho lo correcto.
-Sí, es muy correcto dejar a vuestro hijo en la calle, es correctísimo. Sí, haré lo mismo con mis hijos. No, mejor, los dejaré con monstruos como ustedes.
-Jungkook, vete de casa.
-No, ahora te esperas un momentito a que haga mis cosas. –Entré en el baño.
-No gastes mucha agua. –Gritó mi madre.
-No, no te voy a hacer pagar el agua, ya te la devolveré, joder.

Me hice el porro dentro del baño pero no tenía pensamiento alguno de esconderlo a mi madre. Meé y me lavé las manos. Salí con el porro entre los labios y mi madre me miró.

-¿Quieres? –Le ofrecí.
-¿Qué cojones es eso, Jungkook?
-Mis cigarros de liar. –Me reí.
-Sabía que era mala influencia, sabía que el tal Jimin no era bueno para ti y ya ves, Jeon, al niño lo han metido en la droga, Jimin nos lo ha corrompido. –Mi madre fue corriendo por mi padre.
-Así está claro que no vamos a pagarte nada. Todo te lo estarás gastando en droga mientras nosotros te lo pagamos todo. No señor. Haz lo que quieras Jungkook. Pero no nos atormentes más, no entorpezcas nuestra vida.
-Deja a ese niño, es un malcriado, un drogadicto, vas a acabar como él, todo delgado y sin ganas de vivir. Vas a acabar como mi hermano Hoseok, drogado y follando con putas, vas a acabar odiándonos, vas a acabar en una tumba Jungkook. –Mi madre se puso a llorar.
-No te metas con el tío Hoseok, menos con Jimin.
-Ya has ido a verle… ¿verdad?
-¿Y a ti qué te importa? Eres una mala madre que no cuida de su hijo, ojalá muera por vivir debajo de un puente. Ojalá en unos meses te veas en un funeral, dejarás de ser madre.

Abrí la puerta y salí sin siquiera dignarme a cerrarla. Mi madre continuó gritando mientras lloraba y cuando vio que me ponía los cascos cerró la puerta. No me podía creer que mi propia madre me estuviera abandonando a mi suerte, sin trabajo, ni estudios, con una mierda de sueldo que gana mi pareja y que después de que le diga esto puede dejarme si se le place. Solo me quedaba como esperanza el tío Hoseok, pero hasta yo sabía que él no me daría tanto dinero para pagar la casa. No sabiendo que debería darme más después para poder mantenerla.

Ahora tenía que enfrentarme a darle la noticia a Jimin, a ver como se preocupaba y buscaba la solución conmigo o a ver como se iba dejándome tirado. Me fumé el porro, no quería pensar mucho más en lo que estaba pasando, necesitaba un descanso, mi cerebro no podía más. Solo necesitaba dormir. Y ahora lo haría hasta que llegase Jimin.

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Jimin me despertó con un beso, se tumbó a mi lado y me sonrió, sus ojos desaparecieron entre sus parpados y pestañas y me hundí en su pecho a llorar.

-¿Qué pasa Jungkook?
-En una hora. –No podía hablar bien y Jimin me separó un poco de él.- En una hora nos desahucian.
-¿Qué? ¿Y tu madre?
-No quiere pagármela, sabe que usamos el dinero para droga
-Y para comer –me interrumpió.
-El caso es –sorbí los mocos para poder seguir hablando.- que no nos da mas dinero ni alternativas.
-Vamos a recoger todo lo que podamos y vayámonos antes de que vengan y no quiten hasta las ganas de vivir.

Jimin se levantó de la cama después de darme un gran abrazo que me quitó las ganas de llorar. Que me hizo saber que no me dejaría, que se quedaría conmigo siempre, hasta en lo peor.

-Oye, ¿y tú tío? –Metió ropa en la maleta.
-No, no quiero decirle nada, no quiero que nos pague esto y después no tengamos para seguir manteniéndolo.
-Bueno, no importa ya buscaremos algo.

Terminé de meter algunas cosas más en la maleta y justo cuando me estaba besando con Jimin la policía empezó a llamar a la puerta y nosotros a salir por la ventana de la habitación. Y empecé a pensar en donde pasar la noche.

Lvx Aeterna. «Jikook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora