Capítulo 14

899 78 9
                                    

Las malas noticias no iban a dejar de llegar. En cierto modo me había acostumbrado. Lo único que esperaba era no tener que discutir más con Jimin, pero parecía imposible. Dos horas después de irse a trabajar volvió con sus mierdas de enfados y con la mala noticia del día. Lo habían echado del trabajo.

Parecía increíble que nada nos fuese bien, lo habían echado por la agresividad que tenía todas las mañanas que se levantaba drogado. Y es que era real. Encima la fiesta no fue del todo de su agrado. Al parecer –porque yo no me acuerdo- le molestó el hecho de que dejara de prestarle atención. Rompió varias botellas y algunas narices. Por lo tanto, no me extraña que lo hayan despedido por violento. Podría haberse encontrado a alguna de mis clientas y haberles roto el coño si hubiera querido. La droga no le hace bien.

-Bueno, por lo menos te han dado el finiquito. –Dije recogiendo un poco la pocilga que teníamos como casa.
-Todo el puto día pensando en el dinero, Jungkook.
-No, gilipollas, pienso en cómo comer, y para ello hay que tener dinero.
-Bueno, tú te comes varias almejas cada noche.
-Mira, Jimin, vete un rato a pasear, a ver si te atropella un autobús lleno de maricones que te violen después. –Dije sin pensar.
-Eres súper amable. –Se tumbó en la cama que supuestamente tanto asco le daba.
-Y tú súper gilipollas.

Me daba pena, anoche casi lo mato y hoy seguimos discutiendo, así que dejé la escoba en la pared y me tumbé a su lado. Le acaricié la espalda sin mirarle.

-Jimin, ¿qué no está pasando?

Jimin se giró para mirarme, colocó su mano en mi mejilla y me acarició con el pulgar.

-Es el estrés. No recibas hoy clientes. Vamos a hacer alguna locura.
-No digas tonterías, necesitamos el dinero.
-Yo creo que tú necesitas descansar. –se subió encima de mí.
-Así no creo que descanse, haciendo lo mismo que con lo que trabajo.
-Nadie ha dicho que fuésemos a hacer nada.

Jimin parecía enfadado, le cogí de la mano y le obligue a mirarme. Se inclinó hasta que su nariz tocó mi nariz y sonreí.

-No quería decir eso.
-Pero lo pensabas. –Intentó echarse hacia atrás.
-Jimin. –Le besé.- Vámonos a esa aventura tuya.

Yo no sabía qué iba a hacer, ni a dónde íbamos a ir. Solo cogí dinero y nos fuimos andando. Antes de salir le dije a la mujer de la tienda que no recibiría clientes y se puso más contenta que nunca.

-¿Volveréis tarde? –Preguntó ella.
-No sé si volveremos. –Dijo Jimin.

Eso tengo que decir que me puso cachondo, fue inesperado y parecía súper decidido. Apreté su mano y seguimos nuestro camino. Todo lo que vino después me lo esperaba. Una bolsita de maría, cuatro pastillas de éxtasis, algún que otro cartón de lsd y cocaína. Cada vez gastábamos más en droga. Decidimos dejar la maría para comprar comida. Al final era siempre la maría la que nos provocaba esos atracones con los que acabábamos con toda la cocina. O lo que se suponía que era una cocina.

El camello estaba contento con nosotros, íbamos a comprarle cada 3 o 4 días, a veces nos regalaba algo y cada vez que traía algo nuevo lo probábamos gratis. Esta vez nos dejó todo a mitad de precio.

-Compráis mucho, ¿vais a algún sitio? –Dijo mientras guardaba el dinero.
-Vamos a descansar.
-Anda, déjate de tonterías, que parece que os vais a suicidar o algo. –Se rió.
-Ya nos veremos.
-Eso espero, que me hacéis la semana siempre.

Nos reímos y nos fuimos.

-------------------------------------------------------------

Jimin se había vuelto loco, había robado un coche y nos dirigíamos a las afueras. En busca de una casa, de algún sitio donde dormir. En el camino escuchábamos música de la radio, nos íbamos parando para meternos algo. Nos dábamos vueltas por medio de cualquier parte. Miraba a Jimin, sonreíamos los dos como idiotas, parecíamos niños pequeños.

Y entonces recordé aquel día en el que fuimos al parque de atracciones. Aquel día en el que ninguno de los dos creería que llegaríamos a estar en esta situación. Aquel día en el que todo era de un color tenue, como el amanecer. Y todo se convirtió en un horrible color carmesí, como la sangre, como el dolor, como el sufrimiento.

-Jimin.
-Jungkook, ya sé que es lo que estás pensando. –Me cogió de la mano.
-Jimin.
-Volveremos, te prometo que volveremos. Volveremos a ser nosotros. A ir a esas fiestas, sin tocar nada más que nuestro tabaco. Te prometo que seremos felices.
-Jimin, tengo 4 llamadas perdidas de mi Tío Hoseok.

Jimin inmediatamente fue hacia el coche conmigo de la mano, lo arrancó y dimos media vuelta. Había pasado algo, Hoseok no me llamaría tanto por una tontería. Hoseok no me llamaría y ya está.

_____________________________
The writer is here.

¿Me echabais de menos? :'( yo a mis pequeños mucho.
Perdón por tardar tanto en actualizar, perdón por teneros a la espera tanto tiempo. Espero no haberos perdido en el camino.

Para recompensar:
Pronto llegaré a los 1k seguidores y tenía pensado hacer un especial, así que preguntarme cualquier cosa sobre esta o otra historia, preguntarme cualquier cosa que os inquiete o queráis saber. En cuanto llegue a los 1k seguidores haré una historia agradeciendo cada lectura y seguidor, y responderé vuestras preguntas o dudas. No tengáis miedo, preguntar lo que sea. Para diferenciar preguntas de comentario normal, lo que queráis que salga en el especial poner #Mit1k y así lo pondré seguro :')

Un beso,
Mit♥

Lvx Aeterna. «Jikook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora