Es una mañana fresca y hay una noticia que pasa de boca en boca entre los estudiantes de Martín Luther King school, una chica comento algo que fue esparcido en pocos minutos por varios sectores de la escuela, la mayoría de personas en esa institución se enteraron que a pocos metros de king school se encontró un cadáver mutilado todavía no identificado, pero los rumores dicen que puede ser una de las jóvenes pertenecientes a esta escuela. Cuentan las malas lenguas que el perpetrador a dejado una nota en la cual afirma su regreso.
En los pasillos se siente el miedo que desprenden algunas de las chicas combinado con un silencio nunca antes proporcionado por los pertenecientes a esta escuela, en los casilleros del pasillos situados en el tercer piso solo se oían algunos susurro. Un joven de cabellos negros está parado frente a su casillero sacando uno de sus libros de texto y tratando de encontrar los auriculares de su celular, no quería oír más del asesinato de la chica y además estaba harto de escuchar esa frase repetitiva de:
«Oye ya supiste que lo que paso»
Podría ser solo algo que se invento alguien, pero todos se lo estaban tomando muy enserio... —pensó él—
En un momento glorioso él encuentra los auriculares, no lo piensa más de dos veces y se los coloca. Busca en su lista de música cualquier cosa que silencie esa "trágica noticia" y por fin encuentra una de esas canciones que quisieras repetir una y otra vez, sumergido en su música de nota tocadas por una guitarra eléctrica se dirige a su salón de clases. Al subir por las escaleras, ve a una chica algo desorientada, de ojos azules y ondulados cabellos castaños. Él busco entre sus memorias recordando así que es aquella chica nueva de su clase... emitió un leve suspiro y trato de ser lo más cortes que pudo. Pasó junto a ella y dijo:
— espero que llegues a tiempo a clases — con eso le bastaría a ella para darse cuenta que esta algo tarde y tendría que ubicarse rápido
— ¡Hey espera Edward!—
El joven no escucho a la chica y continuo subiendo las escaleras, no le importaba si ella llegaba a clases o si por el contrario no llegara.
Después de subir varias escaleras Edward llego al cuarto piso para encontrarse con una escena de matoneo... era lo típico dos contra uno, Edward no le importo mucho, le dio la espalda a el problema y prosiguió a subir hasta el quinto piso para recibir su clase.
La chica que hace pocos minutos se había encontrado con Edward en las escaleras no tardó en llegar al cuarto piso, pero ya no vio a ese chico que pudo haberle indicado donde queda su clase. Lo que encontró en el cuarto piso fueron problemas, Antonella no pudo evitar creerse la heroína e interrumpió semejante acto de injusticia, no fue una buena idea. Segundos después se vio acorralada por los dos acosadores.
— Las niñas lindas, como tú, no deberían meterse en lo que no les conviene — los ojos de aquel chico que la estaba amenazando, son como los de un lince pero eso no amedrentó la seguridad de Antonella. Sin embargo, se había convertido en la víctima ya que el otro chico se escabulló de las manos de los dos bravucones
— ¡abusivos dejen a ese chico en paz!
— ¿cuál chico? no vez que se acaba de escapar preciosa — dijo el otro acosador que solo observaba como su compañero la arrinconaba cada vez más hacia la pared
—te salvarás de que te haga algo, porque nunca te e vistos aquí ¿eres nueva?
—No lo soy, lo que si seré es tu peor pesadilla así que quítate. Tu presencia me da asco—la chica no tenía la intención de recurrir a la agresión física...
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Colisión de recuerdos
Misterio / SuspensoAntonella es una chica cuya vida siempre ha estado rodeada de misterios, ella tiene un pasado oscuro y un futuro incierto. Los problemas la consumirán poco a poco y deseará volver a su país natal con todas las fuerzas de su alma, pero será algo impo...