Prólogo

48 2 0
                                    


En un escritorio lleno de papeles hay una libreta abierta de hojas blancas y renglones azules, sus páginas son movidas por una suave brisa, proveniente de una ventana abierta, un lápiz rueda hasta el borde del escritorio intenta caerse pero no lo logra, durante una hora la brisa hacia que el lápiz estuviera en un vaivén constante.

La brisa se detuvo y las hojas de la libreta quedaron estáticas dando una vista muy clara de aquello que reposaba en sus renglones, las letras están impregnadas en esa página con tinta de un color carmesí y se lograba leer lo siguiente:

Desde esta ventana observo a mi próxima víctima, tratando de seguir sus rutinas y memorizar sus patrones, quiero lograr ser un depredador que trasmita confusión y curiosidad. Mi doble vida no es fácil ya que debo tener un equilibrio. Esa chica se me hace tan familiar ese cabello, esos ojos, esa voz... ¿será ella? no lo sé, quizás solo es una coincidencia, pero si es ella ¿acaso me recuerda? Preguntas sin respuestas, por eso dejare de observar y comenzare a acechar a mi presa.

No se logra leer más en la libreta...

Se escucha como cruje una puerta, el lápiz cae del escritorio de repente y su gran punta afilada se rompe quedando pedazos...



Colisión de recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora