Bésame o Mátame.

Prólogo

Tras una hora y media de vuelo desde Jerez, el avión aterrizó en Madrid a las nueve y diez de la noche. Había ido allá para hacer un reportaje sobre la temporada de invierno para la revista en que trabajaba y luego tomarme dos merecidos meses de descanso.

Salí del aeropuerto luego de colarme entre un montón de personas que pretendían tomar sus equipajes, desesperados por llegar a casa y reunirse con sus seres queridos para las fiestas navideñas, aunque aún faltaba un día para ello. Cogí un taxi. Aun no me apetecía volver a mi piso, vivía sola y no habría nadie esperándome, además mi equipaje constaba de una sola mochila que podía llevar a cualquier lugar; así que pedí al chófer que me dejara en algún bar del centro; sin saber que eso cambiaría la estabilidad aparente que, hasta ese momento, tenía mi vida.

Mi nombre; Gema Valencia. Soy periodista y fotógrafa profesional. Trabajo en una revista de turismo que me permite estar la mayor parte del tiempo en contacto con lo que más amo, la naturaleza.

Tengo 24 años y nací en Almería, pero la extraña fascinación de mis padres por Málaga, me llevo a crecer allá. Realmente no entendía porque cambiamos Cabo de Gata por Benalmádena, pero esa ciudad me había marcado de por vida.

Cuando cumplí 18 años, me mudé a Madrid, entre otras cosas para estudiar periodismo y fotografía, y con el tiempo, me establecí allí, aunque mi familia seguía viviendo en Málaga, así que era obligatorio volver allá.

De hecho, solo estaría en Madrid para descansar, porque a la mañana siguiente me tocaría volver al aeropuerto para coger un vuelo a Málaga.