Capítulo 9.

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* * *

—¡Vamos Gema! Date prisa— gritó Alex.

—Oye, cálmate. Aún faltan un par de horas para que salga nuestro vuelo— dije caminando hacia la puerta del departamento mientras arrastraba con mi equipaje.

—Es mejor estar antes.

—Ujum Alex, como digas— gruñí cuando estuve frente a él.

Habían pasado dos días desde el encuentro con Pablo y volvería a España ahora acompañada por Alex, quien había pedido sus vacaciones en el hospital y estaba más emocionado que niño en parque de atracciones.

Me había contado que la noche después de su presentación en Viña del Mar, Pablo volvió al hospital a preguntar por él, sabía que, aunque le prometí que yo lo buscaría eso no lo convencía. Afortunadamente Alex pudo ocultarse a tiempo.

* * *

Aterrizamos en Madrid a las seis de la tarde y fuimos directamente al departamento de Néstor y Salma, y para mí mala suerte, también estaban Sara y Vani, que en cuanto me vieron sus rostros pasaron de un alivio tranquilizador a un enojo absoluto.

—¿Dónde demonios estabas? — chilló Sara en cuanto estuve dentro del apartamento, lanzándome una mirada de furia.

—¿Qué ya no saben preguntar otra cosa? — bromé sarcástica, pero a ella no le hizo gracias y su mirada se agudizó —Vale— levanté los brazos como lo hacía Alex cuando quería que me calmara —tuve que irme.

—¿Por qué diablos no nos llamaste? Estábamos preocupados por ti, tu familia; Pablo. Y yo creía que Vania era la insensata— dijo sacudiendo la cabeza.

—Cálmate Sara—me acerqué a ella para tranquilizarla —necesitaba escapar, Morgan me encontró y me amenazó con hacerle daño a Pablo.

A Vania la noticia le impresionó y abrió los ojos hasta que casi se le saltan de la órbita.

—¿A caso no somos amigas? Pudiste haber confiado en nosotras— gritó Sara exasperada.

—¡Claro que confió en ustedes! — chillé. Parecía no estar escuchándome —Pero contarles solo era ponerlas en riesgo.

—Pudimos haberlo enfrentado juntos Gema.

—Oh, pues, un grupo de periodistas medio zafados de un tornillo no creo que hubiese sido de mucha ayuda— dije sacudiendo la cabeza.

—¿Entonces has solucionado las cosas ya?

—No, he vuelto para ello. Alex va a ayudarme a...

—¿Alex? — me interrumpió preguntando, como si lo que estuviese diciendo era descabellado —¿Quién es Alex?

—Oh, él— dije señalando a mi amigo que se encontraba parado a un lado de la puerta observando aquella discusión—Alex, ella es Sara.

—Oh, encantado— se apresuró a saludar Alex extendiéndole la mano a Sara, quien la tomo con un poco de desconfianza —Gema me ha hablado mucho de todos— sonrió amable.

—Lamento no decir lo mismo— replicó Sara un poco hosca y luego se volvió a verme —¿De dónde ha salido él, Gema?

—Le he conocido en Chile...

—¿Has estado en Chile? — gritó Vania interrumpiéndome, muy sorprendida.

—Si Vani— contesté con tono aburrido.

—¿Y qué tienes planeado hacer Gema? — preguntó Néstor, creo que un poco cansado de la absurda discusión.

—Pues, correré la carrera— contesté sin titubeos y todos me miraron con asombro. Sara iba a decir algo, pero me le adelanté —y antes de que digan nada, es la única manera de que pueda estar con Pablo, así que no intenten convencerme de lo contrario.

Bésame o Mátame.Where stories live. Discover now