Deseo Irrefrenable (DRAMAtical Murder) [Pausada]

Cap 4: Planes y Expectativas.

Luego de haber hecho el amor con su esposo Aoba despierta con cierta dificultad y pesadez en sus parpados, estos no respondían pero con un poco de esfuerzo logro abrir sus hermosos ojos y reaccionar, se había quedado dormido inmediatamente después de aquel arrebatador orgasmo y al parecer Mink lo había acomodado para que durmiera sobre su sexy y fuerte pecho, sintiendo así el calor de su suave piel morena con olor a canela. Aoba se percata de ello y sonríe soñolientamente, se sentía bien y lo hacia feliz, el momento seria perfecto si pudiera quedarse con el durmiendo de esa forma todo el día, pero tenia cosas que hacer..

Aoba: Mmmm.. Uhg!

Aoba froto el reversó de sus manos contra sus ojos y apenas se movió sintió un intenso dolor en su entrada, sus piernas temblaron bajo las sabanas y su piel se erizo, su cuerpo dolía horriblemente, tenia calambres en sus manos, sentía en sus caderas y glúteos un leve cosquilleo, su entrada ardía pero esto ultimo era normal, sin embargo hoy dolía un poco mas que de costumbre.

Valió la pena.. No me arrepiento de nada, en lo mas mínimo..- Pensó el peliazul mientras sonreía coquetamente y su temperatura aumentaba, recordando todas las travesuras que había hecho con Mink desde la noche de ayer hasta hace tan solo unas horas. Finalmente despertó por completo, percatándose al mismo tiempo en las condiciones en las que se encontraban el y su marido: Despeinados a más no poder, marcas de mordiscos y lamidas, la sabana de arroparse estaba desparramada en el suelo junto con ambas almohadas y el cepillo cilíndrico con el que se había masturbado, la sabana que debería cubrir y vestir el colchón era la misma con la que se estaban arropando, el despertador, la lámpara, las pastillas para el dolor de cabeza, todo lo que deberían ir en la mesita de noche habían desaparecido de su lugar y habían ido a parar a quien sabe donde. En resumen: Un caos total y las razones de ello son más que obvias.

Aoba observo a su esposo, acariciando su mejilla izquierda se percato de que se le habían formado unas ojeras, no muy prominentes, pero igual se notaban, junto a una leve expresión de cansancio y no es para menos, el también lo estaba, si antes se sentía cansado ahora simplemente no podía ni con su alma ni con su culo. El labio inferior del moreno aun sangraba, debido a los besos y mordiscos durante el encuentro sexual, El peliazul sonríe y los besa, luego reparte pequeños y dulces besitos en su cara y cuello, lamiendo también de forma tierna el labio ensangrentado para limpiarlo recordando que el hizo lo mismo mientras lo tomaba, el hermoso peliazul sonríe adorablemente y se lamenta internamente al no poder continuar mimando a su dormido esposo, ya que sus planes tenían que ponerse en marcha.

Bien! Hora de levantarse!- Pensó animadamente el peliazul, mientras se desarropaba, apartándose Mink para finalmente ponerse de pie, de alguna forma milagrosa logro encontrar su Coil en medio de todo ese desastre y lo encendió para mirar la hora: 5:03am.

AL FIN!!!- Pensó Aoba, inestablemente feliz de que finalmente había llegado la hora que tanto esperaba, se hallaba con sentimientos encontrados, pues si bien se sentía como si se hubiera quitado parte de una enorme carga, aun estaba nervioso, sintiéndose un poco culpable por hacer esto a espaldas de su amado, pero también estaba emocionado, lleno de expectativas y adrenalina. En silencio, Aoba tomo el cepillo del suelo y se dirigió al baño, esta vez para asearse y arreglarse, al mirarse al espejo se percato de que también tenia ojeras, los labios rotos de tanto mordérselos y enrojecidos de tantos besos, las colección de marcas no solo seguía allí si no que había aumentado su numero y sus colores que iban desde el rosado, pasando por el rojo y el morado, según la intensidad al realizarlas, resaltaban aun mas, sonrío coqueta y tímidamente y se dirigió a la ducha, giro el grifo solo un poco y se metió debajo del mismo inmediatamente para que el agua al caer no hiciera ruido, el liquido tornasol caía y empapaba el hermoso cuerpo, el peliazul frotaba el agua sobre su piel para acelerar de alguna forma el proceso y proceder a enjabonarse, lavándose lo mas rápido posible, había pensado en llenar la tina pero eso solo lo retrasaría mas y no puede darse el lujo de perder ni un minuto mas de su tiempo si lo que quiere es que todo salga bien.