Cap 7: Segundo paso?

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Tárdate mas! Tengo todo el tiempo del mundo! – Pensó Aoba de manera sarcástica, dándose cuanta de que el semáforo se estaba tardando mucho en cambiar de color para seguir su camino, su paranoia no había hecho mas que aumentar su mortificación a ser descubierto, a que sus planes no funcionaran o tener que enfrentar a Mink en el peor de los casos, de solo imaginarlo estaba al borde de un infarto. El reloj de su Coil marcaba las 6:10am, ya habían pasado 15 minutos desde que se detuvo a esperar y si no fuera por ese maldito semáforo que no ha hecho más que hacerle perder el tiempo, de seguro ya estuviera en la tienda realizando sus respectivas compras. Desesperado, Aoba agarra su bolso, buscando sus pastillas para el dolor de cabeza pero no las conseguía, eso solo lo altero mas, su malestar no hacia mas que aumentar conforme mas se enojaba, al punto en el que sentía como algo dentro de su cabeza en sufrimiento punzaba y creaba cierto cosquilleo inestable. Todo le estaba saliendo jodidamente mal y no paraba de ponerse más y más nervioso ahora que no había logrado avanzar más en su camino.

Aoba: Maldición donde están!? No puede ser que las halla dejado!

A punto de llorar, el peliazul toma a Ren, acariciando su pelaje para despertarlo, lo abraza y lo coloca en sus piernas mientras este reaccionaba.

Ren: Buenos días, Aoba.

De inmediato, Ren percibe el estado en el que se encuentra Aoba, preocupándose instantáneamente.

Aoba: Buenos días.. Ren..

Le respondió con una voz ahogada, apenas audible y a punto de estallar en llanto gracias a que llevaba cierto rato conteniendo el mismo, el peliazul hace un intento de suspiro calmado y procede a hablar de nuevo.

Aoba: Sabes s-si guarde.. M-mis past-t-tillas para el dolor en mi bolso..? Es que las necesito.. Y.. Snif..

Tartamudeando y conteniendo el llanto, consulta con su AllMate, guardando la esperanza de que el supiera algo e incluso de que el las tuviera junto a el, pero no fue así, Ren negó con la cabeza haciendo que Aoba colapsara, las lagrimas comenzaron a decender de sus hermosos ojos, resbalaban por las sonrojadas mejillas y caían en la tela de su Jean color gris, los nervios, la angustia, el stress, el miedo, el cansancio, la inseguridad interna, todo se acumulaba y se multiplicaba, el peliazul cubrió su cara con las dos manos, llorando de manera frustrada, lo que provoco que su dolor de cabeza llegara a su máximo punto, haciendo temblar y gemir de malestar al peliazul, que su piel se erizaba y un sudor frío lo azorara. De verdad todo había terminado? Hasta aquí llego el segundo paso? No podría terminar lo que ya había iniciado?

Por favor.. Solo.. Ayuda..- el peliazul desvariaba, intentando de alguna forma consolarse a si mismo, pero no funcionaba.

Ren: Aoba, por favor relájate, tus niveles de estrés aumentaron rápida y considerablemente, tu presión arterial y los latidos de tu corazón también están muy elevados, tampoco estas digiriendo muy bien debido al stress lo que indica que podrías devolver en vomito tu desayuno e incluso enfermarte..

Ren examinaba al peliazul, a la vez que trataba de tranquilizarlo y explicarle la situación de su organismo, pero no hubo repuesta, el solo siguió llorando angustiado, Ren comienza a dar pequeños saltos en las piernas de Aoba con el fin de llamar su atención, hasta que finalmente el joven aparto las manos de su rostro fijando su vista en el, dejando ver sus ojos enrojecidos y llenos de lagrimas, Ren le devolvió la mirada mostrándose preocupado y triste por el estado del chico.

Ren: Aoba.. Tranquilízate, hallaremos una solución para esto, te lo prometo, así que por favor deja de llorar, a Mink no le gustaría verte así..

El peliazul escucha las palabras de su amigo a la vez que lo observa deprimido, derramando lágrimas ahora en completo silencio. Al parecer, escuchar el nombre de su esposo lo había puesto a pensar, distrayéndolo un poco de sus padecimientos actuales.

Deseo Irrefrenable (DRAMAtical Murder) [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora