Golpeaba una y otra vez el extremo superior de la pluma en contra de la hoja de expediente que yacía sobre el escritorio. Su pie se movía de arriba abajo en notoria desesperación mientras su labio inferior era apresado por sus blancos dientes.
Suspirando profundamente, lanzó la pluma sobre el escritorio mientras se dejaba caer contra el respaldo de la cómoda silla de cuero. Tallando su rostro con su palma abierta, intentó inútilmente des-estresarse.
Releyó las anotaciones que el terapeuta Kang había dejado para él. Lamiendo ansiosamente su labio inferior, bufó.
Amnesia transitoria y disociativa.
Disociación del medio/realidad
Insomnio.
La amnesia transitoria es generalmente debida a un traumatismo neurológico, como un golpe; la duración de la amnesia se deberá según el daño causado y la gravedad de la lesión.
La amnesia disociativa, por otro lado, se relaciona con recuerdos que la persona ha enterrado en su memoria, a causa de un trauma. Se trata de recuerdos que generalmente causan malestar al paciente.
La disociación se caracteriza por la presencia de una variedad de construcciones mentales mal adaptadas en la capacidad imaginativa natural de la persona. Se desligan del ambiente circundante.
El insomnio es la falta anormal de sueño y la dificultad para conciliarlo.
Cerrando los ojos con cansancio, se puso de pie. Sosteniendo sus propias caderas, se paseó por la amplia oficina mientras miraba a través del gran ventanal de cristal tras el escritorio. La noche le había alcanzado sin ser plenamente consciente, mostrándole en ese momento la belleza de aquel perfectamente cuidado jardín.
Apenas y cabía en sí mismo mientras reproducía en su cabeza las palabras que el terapeuta le había dicho luego de entregarle sus anotaciones.
Choi Seung Hyun no estaba bien. Y no es como si él no lo supiera. El mayor necesitaba ayuda, sin embargo, cada vez que aparecía frente a él, el pelinegro adoptaba una posición renuente. Se negaba a aceptar su ayuda y renegaba su presencia.
Mordiendo el lado interior de sus mejillas, se decidió a salir de la oficina, atravesando los largos y fríos pasillos hasta encontrarse por fin frente a la puerta de caoba que había estado visitando últimamente. Del otro lado se encontraba aquel hombre que le tenía inquieto y que tanta preocupación le causaba.
Tomó el pomo de la puerta y lo giró suavemente, empujando después el trozo de madera para enseguida ingresar a la pulcra habitación. Permaneciendo en el marco de la puerta, observó aquel enorme bulto sobre la cama. El pecho del pelinegro subía y bajaba a un ritmo tranquilo mientras el electrocardiógrafo comprobaba lo antes dicho.
Acercándose sigilosamente, consiguió llegar a un costado de la cama, tomando asiento al borde de ésta para admirar a aquel impasible hombre, quien dormía ajeno a lo que le rodeaba.
--No voy a dejar que te vayas.- murmuró mientras sus largos dedos apartaban los espesos y negros mechones de cabello que caían descuidados sobre la morena frente- No quiero que te vayas.- inclinándose lo suficiente, depositó un descuidado beso sobre los cálidos labios rosados del mayor.
Escondido en las sombras, tras el marco de la puerta, un joven de cabellera negra y pronunciada ojeras observó detenidamente aquella muestra de engañoso cariño. Frunciendo el entrecejo, se apartó y regresó con sigilo a aquella habitación que ocupaba. Cerrando la puerta tras de sí, gruñó molesto mientras se tallaba los parpados con fuerza y despeinaba después su corto cabello azabache.
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MÁS ALLÁ DE LA REALIDAD
Storie d'amoreÉl era un hombre que jamás deseo otra cosa que no fuese el amor y la estabilidad que una buena mujer era capaz de otorgar. Una mujer bondadosa que fuese capaz de brindarle paz y ese calor cuando apenas y tocara su mano. Siempre quiso tener una buen...