EPÍLOGO

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*Escena retrospectiva:

La sonrisa falsa acentuaba los esponjosos labios color durazno mientras el dueño de ellos se erguía en su total altura y mirada airadamente al delgado hombre frente a él.

Cuadrando sus medianamente anchos hombros, alzó una de sus delgadas cejas al observar la expresión tímida en el rostro de su hermanastro, quien yacía sentado correctamente sobre el cómodo sofá de la amplia sala, mientras sostenía entre sus manos el móvil del ojeroso.

--Anoche lucías verdaderamente apuesto y ardiente.- murmuró quedamente el castaño mientras mordía su labio inferior- ¿Quién te envío esto?- frunciendo el entrecejo alzó la mirada.

--Alguien que ha estado interesado en mí, así como yo en él.- admitió mientras sonreía abiertamente y acariciaba con las yemas de sus dedos el marco de la fotografía de Seung Hyun y JiYong, mismo que yacía sobre la pequeña mesa a un costado del sofá.

--Bueno, supongo entonces que es verdad.- admitió quedamente mientras la sensación de inseguridad carcomía su alma. ¿Por qué no podía ser como él?

--Bueno no espero que tú aceptes que soy ardiente.- rio- Somos hermanos después de todo-su sonrisa se tiñó de altanería- Sería interesante conocer la opinión de tu esposo, en cambio.

--¿De Seung Hyun?- inquirió con suavidad mientras fruncía el entrecejo y se percataba de cómo el menor frente a él observaba algo a sus espaldas. Volviéndose, se encontró con la mirada gentil de su esposo, ocasionando que una sonrisa genuina tiñera sus labios.

--Hola, mi amor...- murmuró el pelinegro acercándose hasta llegar y tomar entre sus brazos al joven castaño, depositando antes un gentil beso sobre los rosados labios. Alzando la mirada el mayor de los tres observó con hostilidad al jovial ojeroso, quien se atrevió a morder sus apetitosos labios con provocación- ¿Todo bien?- inquirió retirando al joven y sosteniendo cariñosamente las sonrosadas mejillas.

--Sí. Tan sólo estaba conversando con SeungRi, nada más.

--Saben, quisiera quedarme a mirarlos mientras se dicen cuánto se aman, sin embargo, prometí salir con unos amigos.- sonrió- Y si me disculpan...

Mirándole abandonar la estancia, Seung Hyun suspiró profundamente mientras sostenía entre sus brazos al escuálido castaño, quien le sonrió dulcemente, ocasionando que sus gafas se alzaran ligeramente.

Ji Yong siempre había tenido claro que no era apuesto, muy a pesar de los cumplidos que su propia madre le decía cuando era joven, y los constantes halagos de su propio esposo, él sabía que no cierto. Había escuchado muchas veces la misma frase, él poseía una belleza singular y única. Exótica.

Sin embargo, era más listo que eso.

--¿Estás bien?- el suave murmullo preocupado tiñó la voz del hombre más viejo, quien frunció el entrecejo profundamente.

--Sí, eso creo.- sonrió levemente.

--Sabes, tengo algo que mostrarte.- sonrió- Es algo especial.

--¿Qué es?- la curiosidad siempre había sido un rasgo característico del más joven, cosa que atrajo una gentil risa grave a los labios de Seung Hyun.

--Una sorpresa. Anda, vamos...

Apenas abandonaron la estancia, el mayor se aseguró de cubrir los ojos del joven, quién rio y protestó juguetonamente mientras era llevado a tientas entre los largos pasillos y escaleras de la mansión. Riendo abiertamente, el joven castaño se deleitó con la grave voz murmurando contra su oído.

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