Prólogo

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-Sabes estoy nerviosa- le digo a mi prometido y dentro de poco mi esposo -¿E..Estas seguro de esto?- pregunto con una voz ansiosa y con un leve rubor en sus mejillas pálidas como el mármol según lo que me han dicho varias personas.

-Si no lo estuviera, probablemente no hubiese venido- dijo con una sonrisa en  sus labios tratando de calmarme  para que no me pusiera nerviosa,  le conocía muy bien era muy bueno tratando de disimular sus sentimientos pero tenía en mente que aunque él me quisiera lo estaba haciendo más por obligación ya que sabía que me veía más como una ''hermana'', que como su ''esposa''.

-No quiero que hagas esto porque te sientes obligado- dije en un susurro con la mirada en el suelo, él era mi amigo de la infancia crecimos prácticamente como hermanos ya que mi madre lo había rescatado de aquel ''infierno'' en el que vivió hasta los siete años.

-Hago esto por que es lo que quiero, de verdad te aprecio mucho y le prometí a tu madre que no te dejaría sola- dijo y en sus ojos se reflejo ese sentimiento que todos tenemos al recordar un acontecimiento o hecho que nos entristece...melancolía .

-Apreciar no es lo mismo que amar- dije con una sonrisa triste pues sabía que lo hacía más que todo por la promesa que le había echo a mi madre antes de morir y no por el echo de que me ''amara'', pero aún así continuaba  con esta farsa porque yo lo amaba.

-No digas tonterías- dijo para agarrar mi mentón entre sus manos haciendo que levante mi mirada -Te amo-dijo viendome a los ojos...-''mentira''- pensé -''Se que me amas pero solo como a una hermana''-pensamientos como estos rondaban mi cabeza y me hacían dudar si realmente debía continuar o no con esta ridícula mentira que comenzaría  cuando ambos diéramos el ''si'' en el altar.

Un leve rubor invadió mis mejillas -Y..Yo también te amo- dije sonriendo y acercando su rostro al mío para darle un dulce beso, pero como siempre nada, yo realmente lo amaba pero él no a mi, pues no sentía aquel sentimiento de su parte pero guardaba la esperanza de que algún día él llegara a amarme, ¿no?

-Nos veremos  dentro ¿ok?- me dijo aún con mi rostro en sus manos, yo aún avergonzada asentí para luego ver como se adentraba a la iglesia en la cual contraeríamos matrimonio.

¿Debería entrar?

No había marcha atrás...

-Estoy muy nerviosa- digo en un susurro ante las puertas sintiendo como mi corazón latía más rápido con cada segundo que pasaba -Bien- dije -Es hora- susurre decidida a entrar pero algo me detuvo más bien alguien, una voz que escuche detrás de mí -Mi dulce y tierna niña se va a casar y no me invito..- dijo esa voz con un tono de ironía e hipocresía  en seguida cada parte de mi cuerpo se tenso y  empece a temblar...un sentimiento se apodero de mí...miedo...

-Po-por favor déjame en paz- dije tartamudeando sabiendo perfectamente de quién se trataba, no quería voltear.

-Creo que tú sabías lo que iba a pasar si me desobedecías- dijo empezando a alzar su tono de vos, voltee rápidamente para enfrentarlo cara a cara -¡¡Yo no soy ningún objeto para que me trates así¡¡- dije y respire hondo -Entiéndelo no te amo- dije mirándolo directamente a los ojos.

-Él tipo que esta ahí dentro tampoco te ama y lo sabes aún así te casaras con él, ¿no?- dijo, genial justo en el blanco -Es..es diferente- trate de defenderme -Tan ingenua y estúpida como siempre- dijo con una sonrisa distorsionada que me causo escalofríos -Sabes...- dijo -Si las cosas son así entonces..-dijo sacando de entre sus manos una daga -Si no eres mía no serás de nadie- dijo para  abalanzarse encima mío, patee a todo lados  hasta que sentí un dolor en mi vientre, el dolor era terrible de mis ojos resbalaron algunas lágrimas...uno,dos,tres....y no se cuantas veces más clavo el cuchillo en mí, su risa maniática retumbaba en mis oídos, hasta que por fin se canso.Me apuñalo una vez más y luego me dejo ahí tendida en la tierra con el cuchillo clavado y enterrado en mi corazón, su última apuñalad...lo sentía, sentía que mi vida se estaba acabando, las personas salían de la iglesia para ver el alboroto de afuera.

Alguien grito, alguna personas vomitaron mientras el asesino se daba a la fuga, diriji mi mirada hacia el cuchillo clavado en mi cuerpo, tenía grabada en ella el logo de aquella familia tan importante , los Phamtonhive.Lo último que vi antes de que perdiera mi visión fue a mi prometido y nunca, nunca olvidaría sus ojos, aquellos ojos de los que me enamoré profundamente.Sus ojos carmesí hacían el contraste perfecto con su lindo cabello negro  y su delgada y alta figura, él fue mi  último recuerdo, una oscuridad absoluta se apodero de mis orbes, para luego caer en un sueño profundo del que jamás despertaría.






¿Venganza o Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora