Desorientado.

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Ya habían pasado dos días desde que el castaño estaba vagando por las calles, estaba borracho y pretendía seguir ahí hasta que se le acabaran las botellas de alcohol. No sabía muy bien lo que hacia en ese momento, solo caminaba por las calles sin rumbo alguno, su célular sonaba todo el tiempo pero el lo único que hacía era cantar la canción que tenía como tono de llamadas,ya que estaba un poco drogado, había logrado conseguir un poco de marihuana, no se le hizo difícil, él ya sabía muy bien a quien comprarle.

Su madre había estado rondando por su cabeza, no sabía que haría ahora, ya que la policia tendría que hacer algo con el, aún era menor de edad, no podía quedarse a vivir silo en su casa, quiza tendría que ir a un internado o podría encontrar algún tutor. Estaba estresado y tenía ansiedad, quería gritar y llorar, pero no lo hacía solo para tratar de mantener la calma. Su cabeza parecía un huracán de pensamientos aún bajo los efectos de la droga, por más que fumara seguía pensando en todo lo que había ocurrido estos días y en lo solo que se sentía en este mundo.

Ver a su madre ser asesinada ante sus ojos fue algo que le afecto, no sabía porque pero sentía lastima por ella. Quería saber si su madre alguna vez lo vio como una persona y no como un objetó, también se preguntaba si su padre alguna vez sintió afecto por el, si sus amigos eran quienes decían ser, y si realmente merecía el amor de alguien tan bueno como Thomas. El se consideraba una mierda de persona, y le parecía que el azabache se merecía a alguien muchísimo mejor, el lo quería mucho pero no sabía si podía darle todo lo que el quisiera, ya que no sabía muy bien demostrar sus sentimientos, nunca fue bueno en eso, aunque ser así le trajo beneficio en algún momento de su vida, el solp ocultaba lo que sentía y así nadie le hacía daño.

Muchas personas se alejaban de el, le costaba conseguir amigos, era muy serio y terco, hasta llegaba a ser sarcástico y bastante molesto, adémas de también ser directo. Pero eso a el no le preocupaba en lo absoluto, siempre fue de los que decía que los amigos se contaban con la palma de la mano. Ahora se sentía estúpido por haber peleado con sus amigos, aunque el no pensaba en disculparse, estaba un poco arrepenido y no sabía el porque.

El castaño sentía un nudo en el corazón, le dolía saber que se encontraba solo, y quiza lo mejor sería desaparecer. Siempre se había preguntado que había despúes de la muerte, ¿volverias a nacer? ¿rencarnarias en otro ser vivo?, Diego era ateo y siempre lo fue, nunca creyo en la existencia de un Dios, cada vez que alguien se lo decía el preguntaba; ¿Y cómo se creó Dios?. Siempre se preguntaba el por qué de las cosas, pero no todo tiene respuesta, hay cosas que nadie puede responder, nisiquiera la persona más inteligente del mundo.

Diego creía que todo lo que le estaba pasando era su culpa, siempre había creído en el karma y el sabía mejor que nadie que no era un santo. En su corta vida había sido muy grosero con muchas personas, no le importaba si los conocía o no, si a el no lo respetaban el tampoco lo haría, no le importaba si fuese un adulto o un niño. También siempre insultaba a todos, aunque esa era su manera de expresarse no estaba bien, adémas de que nunca agradecía las cosas y solo lo hacía en muy pocas ocasiones, como cuándo se lo había dicho a el azabache.

Se sentía tan vacío que se odiaba a si mismo por todo lo que le ocurria. Pensaba en como sería su vida si hubiera tenido otra familia, quiza sería feliz y no tendria que preocuparse por tantas cosas a esa edad. Tener una vida normal y tranquila sería algo que le gustaría experimentar, pero si su vida hubiese sido de otra manera quiza no hubiera conocido a Thomas, él con solo una mirada ponía su mundo de cabeza, nunca nadie lo había hecho sentir así. Sabía que algún día tendrían que separarse y le dolía, no soportaría perderlo a el, no ahora que necesitaba con mayor razón a alguien que lo quisiera tanto como el quería a Thomas.

Pero en ese momento ya nada le importaba a el menor, no sabía si era por la mezcla de drogas y alcohol, pero se sentía una completa basura de persona, caminaba por las calles sin expresión alguna, aunque por dentro estuviera llorando. Jámas imagino verse en ese estado, pero lo estaba y no tenía otra opcion que afrontarlo, no quería saber nada de nadie nisiquiera de el mismo, pero ya no quedaba nada más que hacer.

El castaño estaba sentado en el suelo mirando el cielo, y observaba su mano como si fuese algo fabuloso y único, aún estaba herida por los golpes que le había dado al suelo días atrás. Saco la última botella de alcohol que le quedaba y comenzó a beberla, hacía lo posible para no pensar tanto pero se le hacía imposible no pensar en todos los problemas que tenía, su mente jugaba con el haciendole recordar toda su miseria. Las personas que pasaban por la calle lo miraban con tristeza, se veía muy triste y perdido en su vida y lo peor era que no se equivocaban, Diego ya no sabía que hacer.

Se levanto tambaleandose con la botella en su mano, comenzo a caminar lentamente, quería tomar aire fresco así que camino en busca de algún lugar que pudiese respirar aire pura. Vio unos departamentos y entro, subió a la azotea y abrió los brazos dejando que el viento lo abrazara, se termino por completo la botella y la tiró al suelo, el ruido que habían desprendido los cristales rompiendose en el suelo habían sonado muy fuerte.

Tyler, acababa de subir a la azotea, ya que el vivia en ese departamento aunque se la pasara en la casa de sus padres, se extraño al ver a alguien tan cerca de la orilla moviendose como un ebrio. Bufo y se quedo observando lo que hacía aquella persona, el no pensaba en lo absoluto que era Diego, hasta que vio que se dio una vuelta y pudo ver su rostro. Diego estaba demasiado cerca de la orilla, un pensamiento hinundo la mente del menor, se sentía como un estorbo para este mundo.

—Si me lanzo solo le haría un favor a todos...—murmuró y se acerco más a la orilla.—¡Adios a todos!—exclamó y se lanzo. Pero no sintío que caía al suelo, solo sentía que estaba flotando.—Wow puedo levitar.—dijo sorprendido. Sintió que caía fuertemente a el suelo, solo que era el mismo que había estado parado segundos atrás, Tyler lo había tirado a el suelo junto a el y lo miró furioso.

—¿¡Que crees que haces!?—grito y se subió sobre el pequeño castaño, le lanzo un puñetazo en el rostro que hizo que sangrara el labio inferior del menor.

—¿Tyler?—preguntó extrañado.

—¿¡Que estabas apunto de hacer!?—parecía realmente furioso.—¿¡Realmente te ibas a lanzar!?, ¡puto egoista!—grito y lo golpeo nuevamente, ahora haciendole sangrar la nariz.—¿¡Acaso no piensas en las personas que le importas!?, ¡Thomas me ha llamado toda la tarde diciendome lo preocupado que esta por ti porque no sabe nada de ti hace días y tu solo te estabas emborrachando y drogando!, eres un puto inconsiente.—estaba vez el puñetazo había sido en el estomago y había dejado casi sin aire al menor, el rubio tenía mucha fuerza y Diego estaba asustado.—No quiero que Thomas sufra denuevo.—murmuró friamente. Y en ese mismo instante Diego se dió cuenta de lo que había estado apunto de hacer minutos atrás, el se iba a lanzar y no estaba conciente de eso. Tan solo con decir que Thomas sufriría le basto para reacciónar. El castaño comenzo a llorar.

—Lo siento...lo siento tanto...no sabía lo que estaba apunto de hacer....—murmuró entre sollozos.

El rubio se tranquilizo un poco y se lo llevó a su departamento, llamo a su hermano para que lo ayudara con él ya que parecía como si no se hubiese bañado en meses. Cristian estaba muy preocupado por su pequeño amigo, el estaba muy arrepentido por lo que había ocurrido días atrás, y había perdonado al castaño porque sabía que cuando alguien estaba enfadado tiende a decir cosas que realmente no siente. Al llegar a casa de su hermano tuvieron que bañar a Diego ya que este estaba completamente dormido, curaron las heridas que le había hecho Tyler y le cambiaron ropa, lo acostaron en una cama y lo dejaron descansar. A las horas los llamó Thomas por el teléfono diciendoles lo que le había ocurrido a la madre del castaño, terminaron sacando la conclusión de que estaba pasando por un mal momento, ya que había tenido una pelea con sus únicos amigos y su madre había muerto, su mente estaba tan llena de cosas que no supo como actuar bajo esa situación y lo hizo hacer cosas absurdas. Estaba completamente confundido y enfadado con el mismo, solo quería desaparecer y acudio a el alcohol y las drogas.

El hombre que me salvo [BL].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora