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De un momento a otro estaba mirando sus ojos color marrón con tanta atención.
En ellos vi más que un brillo especial y único. También a través de ellos vi a una chica hermosa y bondadosa.

En ella no veía una chica con extensiones y plástica, no.... ella era diferente a las otras.

- Estas loco, Harry- dijo ella con una voz muy dulce que por cierto me saco de mis pensamientos- ¿Qué tanto ves?

¿Que me estaba ocurriendo? ¿Porque esa voz me ponía tan nervioso que hasta sentía una corriente eléctrica pasar por mi espalda? ¿Por qué no lo sentía con las demás personas?
¿Qué me estaba haciendo está chica?

-Tus ojos- contesté simplemente la verdad, no tenía porque inventar una mentira. La respuesta era obvia y fácil. Estaba viendo sus ojos.

- ¿Se me corrió el rimel o me puse mal el corrector?- Dijo ella en un tono un tanto gracioso.

- Jajaja, claro que no. Estas hermosa así.

Ella se sonrojo. Creo que no fue una buena idea mencionar eso. Estaba siendo sincero con ella pero no estoy seguro de como se haya sentido ella. Tal vez la incomode aún cuando nunca fue mi intención.

Bajo la cabeza y se quedo mirando el piso por unos segundos.

- Tal vez no debí de decir eso- dije ahora yo también apenado.

- No, es solo que... nunca nadie me había dicho eso.

-Oh, pues que bueno.

Me miró con una cara de confusión.

-Así pude ser el primero en decírtelo, y es un honor para mí- dije con honestidad.

-¿Si te das cuenta de que por algo no me lo han dicho?

-¿A qué te refieres?

Ahora él confundido era yo.

-A que tal vez no me lo habían dicho nunca antes porque no soy hermosa.

¿Qué? Pero claro que lo es.
¿Qué nunca se vio en el espejo?
Esos labios tan suaves y delicados, sus ojos cafés tan brillantes, sus manos suaves y finas, su nariz definida, sus pestañas largas, su cabello azul brillante y suave, el tatuaje de su espalda que se hacía notar con esa playera que le llegaba hasta un poco mas arriba del ombligo, sus gestos al enojarse, su manera de caminar, su manera de mirar el cielo tan impresionada de la forma de las nubes, la forma de sentarse y automáticamente cruzar las prienas, cómo se sonroja cuando le dicen un cumplido y la manera de morder su labio inferior por los nervios, era lo que me hacía empezar a sentir atracción por ella. Y tal vez era eso lo que me hacía querer estar cada segundo a su lado.

-Llevo poco tiempo de conocerte pero he notado varias cosas de ti que te hacen ser única y muy especial, y sobre todo cada vez me convences más sobre que eres una chica perfecta.

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