Mi árbol.

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Un árbol que se creía seco ha brotado, las gracias son a los riachuelos de atardecer que llegaron a llenarlo de principio a fin. Pero la vida tardó en llegar, siempre soñó con tener aves dentro de sí, sentir sus patitas, su canto y sentir por fin que su vida da vida. No fue hasta un tiempo después que dos jovenes sentados bajo su sombra hablaban, se notaban nerviosos y algo cohibidos, hasta que de un momento a otro el beso se hizo llegar con el cual ellos, bajo la sombra de sus ramas dieron a conocer el porqué de sus miradas complices y juguetonas. Así fue como cada tarde volvían los amantes bajo la sombra de aquél árbol a hacer patente su amor, hasta que un día, donde las aves cantaban, el sol calentaba, la tarde casi llegaba, mi memoria recuerda como dos amantes tallaron un corazón con sus iniciales en la piel del árbol.

Amor, vida y cantos, al fin nuestro árbol vio como anidaba una loica entre sus ramas.

Poemas de un alma tristeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora