Capitulo 5

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Ingrese.

Empecé con el pie derecho, un poco tembloroso, con mis manos sujetadas a mi mochila. Levante mi cara y vi a todos en solo tres segundos.

No parecía nada con lo que imagine en el camino cuando cerré mis ojos. Paso un minuto desde que me senté cuando la profesora ordenaba sus papeles.

-Bueno alumnos, como verán hay un alumno nuevo.

¿Es enserio?

-Por favor, dinos tu nombre y tus expectativas para este año.

No me quería levantar. Miraba a todos de reojo. Empuje la silla y hable:

-Hola, me llamo Julián Álvarez. Mis expectativas son...-silencio absoluto- aprender más y a convivir bien con los demás.

-Que bien, bueno para que te sientas ya parte de este "gran salón"-con un tono muy sarcástico- cada uno dirá su nombre y se presentará.

Tardaron cada uno un minuto, pues cada uno se reía de chistes que ni siquiera entendía por que era la gracia, ya eran todos amigos y compartían una conexión que para mi parecía inquebrantable.

Todos acabaron. Se sentaron y comenzó la mitad de la clase.

-¿Oye puedes decirme que fecha es?- me dijo una chica.

-28 de mayo.

-Gracias. ¿Tu nombre es Julián, cierto?

-Si.

-Vaya,¿ y por que ingresaste a mitad de año?

-Problemas familiares-no le quise contar todo este rollo.

-Ah bueno, sobrevive.

-¿Sobrevive?

-Si, jajajaja.

Después de esa risa tan extraña, vino el recreo.

Todos salieron rápidamente, fueron al cafetín y en grupo estaban riéndose de algo. Espero que no sea de mi.

Con mi bandeja en mano, pase por una vereda que parecía el muro de Berlín, la razon, tenia una altura exageradamente de 28 centímetros, parecía una pasarela de modelos, en donde tienen que mirarte. Atrás una chica se le calló el jugó, de lo que estaban tan tranquilos empezó un estruendo de risas muy burlonas y dedos con manicura señalándola, en especial su pantalón. Me senté rápidamente en una banca al fondo.

Sonó el timbre. Fui al salón 10, tocaba química, una de mis peores pesadillas en realidad. Como siempre al fondo. Con la chica que me pregunto la fecha de hoy.

-Saquen sus cuadernos ahora, y copien todos estos problemas- con tono muy alto.

-Hazlo ahora- me dijo la chica que aún no sabía su nombre.

-Disculpa, ¿Cual es tu nombre?

-Jessica, Jessica Velarde.

-Jessica, un gusto conocerte.

-De nada, ¿oye te puedo dar unas recomendaciones? Es que me caes bien.

-Okay gracias.

-Okay, primero, decirte que el salón esta dividido en grupos, pero a todos nos une una cosa, la maldad, no lo tomes a mal pero estas rodeado por esta jaula de leones que quieren despedazarte hasta que no quede huella de ti.

-Wou, ¿en verdad?

-Si. Bueno continuo. Hay tres grupos, los "jefes" que son los mas inteligentes y que siempre sacan mas de 16 en cualquier prueba, cual sea la materia.

Los "otros", que se creen los de otro planeta, son los más burlones, quizás ellos fueron los causantes de que la chica del jugo en el pantalón, se fuera al baño a llorar desconsoladamente, no te metas con ellos, son los leones más salvajes.

Y por últimos están los "sin nombre", bueno por que no son un grupo, ellos son los mas recurrentes de la clase, no hacen nada, solo conversar como lo estoy haciendo contigo. En ese grupo que no es un grupo estoy yo, con Leonel y tres chicos más. En verdad no necesitas ser parte se estos dos anteriores que te presente, no vale la pena, lo importante es que te sientas bien contigo mismo, que seas único.

-Gracias, ¿y quienes son los demás que no tienen "grupo"?.

-Ves ese chico de allá.

-Si

-Pues el no es.

Dio unas carcajadas, le seguí el chiste para que no vea que no me sentí ofendido.

-¿Bueno entonces quien es... Leonel?

-Es el chico que tiene unas zapatillas rojas, es uno de mis mejores amigos de la escuela.

-Ah que bien. Espero que tenga una buena acogida en el salón, por ahora tengo una amiga.

-¡Si!, no te olvides, eres bienvenido.

-Gracias Jessica.

Terminamos de escribir y resolver los problemas juntos. Y como de costumbre el profesor me pregunto mi nombre, que ya era algo normal. 

Jessica me dijo si podía ir caminando con ella, le dije que si. Termino la clase y nos fuimos.

-Oye, ¿ya?.

-Ahi voy.

-Tenemos que ir rápido, dejaron mucha tarea.

-¿Oye cual es tu nombre?- pregunto Leonel.

-Julián.

- Okay, ¿y te gusta el deporte?.

-Si, me encanta.

-Que bien, por fin tendré un compañero de fútbol que no discutiré.

-¿Discutes mucho con los demás?.

-Con los "otros" si.

-Pero, ¿por que todo el salón esta dividido?

-La respuesta es simple. Desde primer año, todos crecimos con una idea: cada uno tiene esas personas que están destinadas a entenderte y apoyarte en lo que sea, pero las demás en solo hacerte sentir mal. Bueno eramos niños, teníamos esa mentalidad y esas ideas. Al principio los profesores nos hacia estudiar en grupo, quizás ahí comenzó todo. Después de unos días nadie se quería mover. Todos estaba hecho.

- Oh valla.

-Y no te atrevas a juntarte con ninguno, será como juntarte con lobos hechos para despedazarte.

-Bueno gracias.

-De nada.

Hubo un silencio alrededor de dos minutos, los suficientes para que pueda llegar a mi casa.

-Hasta luego Jessica.

-Claro y yo soy invisible-dijo con tono chistoso Leonel.

-Chau Leonel, jajaja.

Toque, mis papas me recibieron con un cálido abrazo y me preguntaron como me fue en mi día.

Me senté en mi habitación, hice mi tarea y me eche a dormir.




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