Capitulo 8

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Mire el cielo por un minuto. Luego me fui al colegio.

Era el momento en que me desenvolviera más, que ya no vean alguien que no sea yo.

Todos me estaban mirando, unos con risa, otros de preocupación, creo que ya se enteraron lo de ayer. Los dos chicos, Enrique y Esteban, sonreían y hablaban tranquilamente, sin ningún cargo de conciencia.

Lo único que quería hacer era responder a mis incógnitas, y finalmente que hacer con ellos dos, ya que esto no se podía quedar hací.

Todos estaban hablando de algo, y creo que era sobre mí. Todos divididos, me dirigí a los "jefes". Les pregunte: Oigan, ¿Por que hacen esto?

-¿Que cosa?- respondió el lider.

-¿Por que hacen estos grupos?.

-Por que nos sentimos bien- respondio una chica.

-¿Y de que forma se sienten bien?, ¿Se sienten bien no compartir sus momentos con otras personas que no sean de los "jefes"?- argumente.

-Pues, no exactamente. Nos sentimos bien por que... -se detuvo.

-¿Por que?

-Por que - dijo su jefe Edward- no confiamos con los "otros".

-Pero los "otros" no son las únicas personas. Están 13 alumnos más si ves.

Todos se estaban mirando, preguntándose algo.

-¿Te puedo preguntar algo?.

-Dime.

-Por que no todos estamos juntos, que seamos amigos.

Todos se miraron.

-¿Por que no los "jefes" y los que no tienen grupo, se lleven bien?

-Mmm... No se ah.

-Vamos, acabemos esto. Todos juntos.

Edward dijo: "Una vez me dijeron: Cuando te dan la oportunidad de tener más amigos, no la desaproveches, pues puedes hacer cosas maravillosas al lado de ellos".

-Ya esta bien, rompamos barreras, los "jefes" somos sus amigos.

-Okay gracias, en verdad

-¿Cual era tu nombre?

-Julián, Julián Álvarez.

-Bueno Julián, un gusto conocerte.

-Igualmente.

La profesora vino y nos preguntó que paso ayer, pero no era nada relacionado con los golpes que me dieron ayer.

La pregunta no fue para nada interesante, por eso que casi nadie le hizo caso. Jessica estaba al fondo con los demás. Me fui con ella.

Estábamos escribiendo la clase, hasta que se le cayó el lápiz en suelo por mi atrás, su cabeza rozó mi espalda.

-Au- en voz baja.

-¿Que sucede?

-No nada.

Ella de curiosa alzó mi polo y vio los moretones, se sorprendió mucho, hasta casi lanza un grito.

-¿Que paso?

-No, no nada.

-Como que nada, tu espalda esta llena de moretones. Dime que paso para avisarle al director.

-No, no le digas. Solo me tropecé en las escaleras el día de ayer.

-Dime por favor, soy tu amiga.

Se me vino de repente lo que me dijo Bryan.

-No, solo eso me pasó.

-Ya okay confió en ti.

Vaya, no se que me pasó. Jessica es una buena amiga. Nunca le dice a la profesora cuando me encuentra conversando con Leonel. Creo que debo decirle la verdad, pero eso llevará consigo que le diga al director, aunque eso no este mal, nadie se debe de enterar de esto. No se que hacer.

Pero debo hacerme oír.

-Jessica.

-Dime.

-El día de ayer me golpearon unos chicos de los "otros".

-Malditos sean.

-Si, si quieres puedes decirle a la profesora o al director.

-Okay gracias por avisarme.

Lo hecho esta hecho. Enrique y Esteban lo iban a pagar. Y estoy feliz por eso.

Fui con ella a la dirección. Le dijimos todo.

Vieron mis heridas y rápidamente llamaron a los padres de ellos dos y a los míos.

Preocupados mis papas. Hicieron que ellos dos sean retirados del colegio por caso de violencia a sus compañeros.

Mis papás me preguntaron lo siguiente:

-¿Quieres seguir en el colegio?.

Los mire. Mire a Jessica y a Leonel que estaban sentados junto a mí. Mire todo el colegio de una ojeada. Pensando lo que me ocurrió ayer y hoy. Todo este rollo de esos dos, que duro mas de dos horas mientras que el director consultaba con mi tutora y los demás maestros, y casi todos le decían que tenían casos de desobediencia de esos dos.

Me acordaba de mi otro colegio. Todos mis amigos, que hasta ahora no me envían ninguna carta o correo, pero se que lo harán.

Ya tenía la decisión, pero no me atrevía a decirla. Entre juegos con mis labios dije:

-"Papá, mamá. En estas dos semanas que estuve aquí, aprendí muchas cosas. No solo por no conocer a nadie, no tengo que hablarle a nadie. O también que la vida te da nuevas lecciones para el futuro, solo hay que saber cuando se te presentan y como actuar ante ellas. ¿Ven a esos dos chicos de allá? Ellos son mis dos mejores nuevos amigos que he tenido, me dieron su confianza y yo tambien se la di. Nos apoyamos en la buenas y en las malas. Estoy feliz en este nuevo lugar, y no importa que nadie me conozca, pues el único que debo dar la presentación soy yo".

Se miraron entre los dos, me dijeron que si yo estoy feliz, ellos tambien lo están. Nos dimos un fuerte abrazo.

Fui a mi dos amigos y nos dimos un abrazo que duro hasta 15 segundos.

Creo que ya todo mejoró.


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