Me desperté, era muy temprano, alrededor de las 4:00 A.M.
Estaba ojeando un libro que recién me había comprado ayer. Me puse a pensar en un millón de cosas, en las cuales más se destacaba toda esa historia en el salón. Me hacía muchas preguntas:¿por que todos aún tenían esa idea?, ¿será por que aún no maduran? o ¿será por que nadie se sentía seguro con otros?.
Todo eso tenía una respuesta, que tengo que descubrir.
Me fuí al colegio, con pasos ligeros, ni rápido ni lento. Me encontré con Leonel, me preguntó si vi a Jessica, le dije que no. Sonó el timbre y me fuí rápidamente al salón 8.
-Buenos días, ¿cual es tu nombre?.
-Julián Alvarez.
-Bienvenido Julian, siéntate por favor junto con tu compañero Max.
-Okay.
Cuando ingrese, me di cuenta que la clase de ciencias, era la única clase que no se permitía grupos, solo parejas, y ya deben imaginarse la cara de todos, de amargura y descontento.
Mientras la profesora explicaba que era la fotosíntesis y toda esa cosa, un chico que quizás era parte de los "otros" empezó a pegar un papel que decía: "Patéame sin piedad".
Creo que no hay una broma más estúpida que esta, en verdad, que tan tontos pueden ser. Lo bueno es que el chico en la hora de recreo se pudo quitar el papel, pues ya veía que todos los alumnos se comenzaban a reírse, creo que era un chico que no pertenencia a ningún grupo.
Regresando a la clase de ciencias, me toco con un compañero llamado Max, que creo que era de los "otros", bueno por su forma de vestir el uniforme me di cuenta rápidamente. Ah, y también por que no hacía absolutamente NADA.
No nos mirábamos para nada. El seguía con sus cosas: Dibujar en su cuaderno, no mirar ni siquiera a la profesora y conversar con los demás. Por suerte la clase fue corta.
Me fui con Jessica a deportes, que casi no es mi fuerte pero siempre hacía algo de ejercicios en sus clases, más me gustaba el fútbol. Parecía que Leonel era bueno en gimnasia y que Jessica en vóley pues veía a los dos como hacían su calentamiento.
Todos se llevaban bien, quizás este curso era lo único que los unía, pero todos trabajaban en equipo.
Si bien este día fue muy tranquilo, no pude responder mis incógnitas. Claro que no era cosa fácil responderlas, pero tenía que saber.
Al día siguiente, todos me estaban mirando. Me sentía muy curioso y a la vez con miedo por qué no sabia lo me iba a ocurrir. Jessica y Leonel faltaron, lo que único que me quedaba por hacer era estar quieto, sin decir una palabra.
Me seguían mirando.
-Ten cuidado en la salida, jajajaja.
-Espera ¿Que?.
-Jajaja solo digo.
Esa chica tenia una voz muy mala, no en el sentido que el sonido de su voz era fea, sino que el tono era grotesco, malhumorado.
Bueno en fin no le hice caso en absoluto, solo seguí mi camino por el pasadizo.
Fue salida, me dijeron que la profesora me estaba llamando, era algo urgente.
La profesora me dio un obsequio de bienvenida, que gentil de su parte. Le di las gracias y me retire a mi casa.
Todos estaban mirando el obsequio, a pesar que lo estaba escondiendo y no lo podía poner en mi mochila. No les hice caso, no tenía nada que ver estar asustado por solo miradas de enojo y de envidia.
Llegue a mi casa y le mostré a mi mamá lo que me dieron, me felicito y me llevo a almorzar en un restaurante, hablamos mucho y me dijeron que siga así.
Leía el libro que tenia en la mañana, creo que ya sabia la respuesta a una pregunta: ¿Por que no se juntan o por que seguían con esa idea? Bueno creo que no les gusta que otros que no sean igual que o que a ellos le pasen cosas mejores. Entre otras palabras: Envidia.
Ya me tenía que dormir.
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1 Minuto
Teen FictionJulián, un chico que le gustaba tanto su vida en la escuela con sus amigos, recibe una noticia que cambiara todo: Mudarse a una nueva escuela. Ahora, pondrá toda su atención y precaución en esta"jaula de leones" para que no pueda caer en la envidia...