Cap. 18

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Tessa

Son casi las once y mis amigas aun no han venido. No quiero agobiarlas, tal vez les haya surgido algo más importante y no han podido venir. O puede que se hayan quedado dormidas, es sábado, igual querían descansar un poco. No quiero sacar nada de quicio, tampoco tienen la obligación de venir, no hace falta si no quieren. No tengo ni idea de que hacer, desde que se fue Michael no he visto ninguna cara conocida. Ojala estaría Marilyn, le cogí mucho cariño en apenas unos minutos. Supongo que es lo que ocurre con las personas mayores, te transmiten tanta confianza que es imposible no sentir cariño por ellas. De todos modos me alegro por ella y por su nieto, ya me gustaría a mi haber perdido de vista este lugar. Estoy sentada en el suelo de la sala, en una esquina de esta. Necesitaba cargar mi móvil, por si había pasado algo importante. He visto una lámpara en una esquina, es de día y está apagada, así que he decidido desenchufarla y conectar el cargador. No creo que a nadie le moleste, que más les da lo que haga. Me extraño al sentir una vibración a mi lado. Alguien me ha mandado un mensaje. Me alegro al instante, llevo más de media hora aburrida, pero la sonrisa es sustituida por un ceño fruncido cuando veo que el mensaje procede de un número desconocido. ¿Quien podrá ser? No se si abrirlo o no, al final me decanto por leer el mensaje de texto. No puede pasar nada malo por leer un misero mensaje.

Hola preciosa, ¿que tal?

Pero, ¿que demonios? ¿quien narices es este tío?No le contesto, paso de más líos con desconocidos. Ya tengo suficiente con Luke, como para añadir ahora a otro más. Bloqueo el móvil y me meto en mi mundo. Al minuto el aparato vuelve a vibrar. Lo enciendo esperando que sea alguien conocido, pero mis esperanzas se van al traste cuando en mi pantalla, aparece de nuevo, el número desconocido.

Se que lo has leído. No me ignores y saca tu culo de ese maldito hospital.

¿Como sabe que estoy en el hospital? Solamente lo saben Eli, Anna, Michael y... No me lo puedo creer. Como he podido ser tan estúpida. ¿Y de donde narices ha sacado Luke mi número? Me levanto y a grandes zancadas avanzo hasta salir del hospital. Me lo encuentro en la primera fila del aparcamiento, apoyado en la moto y con una sonrisa radiante. Me apoyo con las manos en la cadera, una posición demasiado mítica, y reprimo las ganas de sonreír que me entran al verle. No puedo dejar que afecte en mi de esa manera. Bajo las escaleras y me coloco tal y como lo he hecho hace unos segundos.
- ¿Es que no piensas saludarme? - comenta burlón. No se si lo odio, o me encanta y no puedo permitirme dudar de esta manera. No se si es bueno que pase tanto tiempo con él, y me da miedo que este llegando a gustarme.
- ¿Que haces otra vez aquí Luke? - ignoro su pregunta, quiero ir al grano. - No pensarías que después de lo que paso ayer no vendría ¿verdad? - se que ayer al final estuvimos bien, pero no, no me lo esperaba.
- Pues la verdad era justo lo que esperaba - sonrío irónicamente - de todos modos ayer no ocurrió nada tan importante como para volverte a ver por aquí - me hago la dura, aun que sabe de sobra que miento fatal. Pero no voy a ceder tan fácilmente. Es más, me apetece joder un poco.
- Oh, venga ya. No te hagas la insensible, sabes que te encantó que viniera - se burla acercándose todavía más a mi.
- ¿A mi? Tu eras el que deseabas verme - me acerco a él y le miro a los ojos. Pienso divertirme, es lo que hace él conmigo.
- No estoy de acuerdo con eso - dice levantando, de forma seductora, una de las comisuras del labio.
- Serás creído - digo riéndome y echándome un paso hacia atrás. Pero él no me lo permite. Me agarra del brazo y tira de mí hasta quedar totalmente pegada a su cuerpo. Me tiene sujetada de la muñeca y ahora también por la cintura, para inmovilizarme todavía más. Su tacto, tan sumamente cercano me produce escalofríos, pero a la vez alivio. Miro lentamente hacía su cara, sabiendo que el hace lo propio desde hace un rato. Me cuesta mantenerle la mirada, no puedo soportar esos ojos azules tan penetrantes a tan poca distancia. Nuestras narices están a milímetros de rozarse, y yo no tengo ni idea de como me debo sentir. Ni siquiera sé como me siento ahora mismo.
- Te encanta que sea así - dice en un susurro contra mi cara. Cada vez me cuesta más y más respirar. Tengo que apartarme de Luke como sea. No creía que esto iba a acabar así.
- Luke, yo eeh... tengo que volver dentro, mis amigas estarán apunto de llegar, y... puede que Tim también... y esto no esta bien - me estoy frustrando. Cada vez estoy más nerviosa y ni siquiera se si me ha entendido algo de lo que he dicho. No paraba de titubear.
- Tessa, me la suda si tus amigas vienen o no, ¿y de verdad piensas que el capullo de Tim va a venir con ellas? Por dios Tessa, que ingenua eres. No le importas.
- Claro que le importo, no digas eso. No lo conoces - digo apartando la cara. Forcejeo un poco para intentar soltarme de su agarre, pero es demasiado firme como para conseguirlo.
- Joder Tessa, hazme caso por una puñetera vez.
- No es tan fácil - salto de repente, interrumpiéndole.
- Si a ese gilipollas malcriado le importaras lo más mínimo, no piensas que se habría, si quiera molestado, en mandarte un mísero mensaje. Que te habría llamado aun que sea una vez, o incluso habría ido a buscarte Tessa.
- Yo... no... - no puedo creer lo que estoy escuchando. Una lágrima corre por mi mejilla con el único motivo de hacerse ver. En un rápido movimiento, siento la mano de Luke en mi cara, y como su pulgar acaricia mi pómulo impidiendo a la lágrima llegar más lejos.
- Tessa, odio decir esto, odio verte tan dolida, pero sabes que tengo razón. Y se que después de estos días está jodidamente difícil que me creas. Pero, te pido por favor, que por lo menos pienses en todo lo que te he dicho - suena tan sincero, tan preocupado. Tiene razón, ahora lo veo, pero no soy capaz de asumirlo. ¿Y si Luke ha dicho la verdad todo el tiempo? Puede que Tim ya no me quiera como antes, pero no creo que haya sido capaz de engañarme, y después mentirme a la cara sin inmutarse siquiera. Lo aclararé cuando todo esto haya pasado.
- No hace falta que digas nada - vuelve a susurrar. Me suelta de su agarre solo unos segundos para rodearme tiernamente con sus fuertes brazos. Me derrumbo sin quererlo sobre su pecho y entonces él me abraza todavía más fuerte. Es una sensación maravillosa, me siento segura en los brazos de Luke, siento como si tuviera a alguien en quien refugiarme dentro de está tormenta que nunca cesa, aun que ese alguien sea uno de los principales motivos del nubarrón.
Escucho con total claridad como el corazón de Luke se va relajando conforme pasan los minutos. Detrás de su carácter de pasota, estaba nervioso por lo que pudiera pasar, y su corazón le ha delatado. No se cuanto tiempo ha pasado, pero ahora mismo no me importa lo mas mínimo. - Luke - susurro, recuperada.
- ¿Si? - dice contra mi cabeza. Su voz me hace temblar.
- ¿Como has conseguido mi número? - pregunto levantando la cabeza para poder mirarle. Articula una pequeña sonrisa y baja la cabeza para contestarme.
- Es una larga historia - dice roncamente. Me aparto un poco para poder observarle mejor, cosa de la que me arrepiento al instante, ya que afloja su agarre y me vuelvo a sentir desprotegida. No puedo ser tan débil, no puedo depender de alguien para sentirme bien.
- Te lo dejo pasar pero solo por esta vez - no insisto más en el tema, porque lo más seguro es que acabemos peleándonos y es lo que menos quiero ahora mismo. No me contesta, se limita únicamente a mirarme y sonreír abiertamente. No puedo evitar fijarme en sus labios, en su piercing colocado estratégicamente en su labio inferior para obligarte a mirarlo, quieras o no.
- Bueno, adiós Luke. No ha estado tan mal volver a verte - sonrío y me vuelvo hacia el hospital.
- ¿Adonde te crees que vas? - se levanta y por segunda vez hoy me agarra de la muñeca y me gira hacia él, pero esta vez nos quedamos a una distancia razonable.
- Al hospital, tengo que volver - pensaba que estaba claro.
- No, de eso nada. Tu te vienes conmigo. Venga - me arrastra hasta su moto y me coloca a su lado esperando a que me monte. Dudo en si hacerle caso, van a venir mis amigas, y no me quiero perder ninguna novedad.
- No se Luke... Mis amigas vendrán en cualquier momento - me resisto.
- No te preocupes por eso.
- ¿Que? ¿Porque? ¿Has hecho algo?
- Solo he hablado con ellas y les he dicho que vengan a la tarde - sonríe satisfecho.
- No tienes derecho a hacer eso - me cruzo de brazos esperando una explicación.
- Solo quería pasar más rato contigo - se rasca la nuca, y por un momento me parece tan vulnerable, tan inocente.
- Esta bien... Pero dime adonde vamos - espero a que se monte en la moto para hacer lo mismo.
- Ya lo veras - dice girando un poco la cabeza para poder escucharlo mejor.
- No me vengas con esas - no me da tiempo a acabar la frase, arranca a toda velocidad provocando que me calle y me agarre a él. Quería evitarlo, y él lo sabia, por eso lo ha hecho. Circula por las calles de Bloomington hasta comenzar a hacerlo por un camino de tierra. No se a donde narices me quiere llevar, pero si merece tanto la pena como el de la última vez, no me importa. Llegamos a un llano en la carretera, bastante alto pero no tanto como la ultima vez. Me bajo y observo las vistas, son geniales pero no se comparan con las del otro día.
- ¿Que hacemos aquí? - pregunto sin girarme.
- Vas a aprender a andar en moto - no puede ser verdad. Esta loco, loco de remate.
- No, ni de coña. No pienso montar yo sola en ese trasto - me quejo. Me niego a morir en una moto.
- Nadie ha dicho nada de montar sola - sera capullo.
- No te vas a aprovechar de mi de esa manera.
- No voy a aprovechar de nada, solo quiero que aprendas a montar en moto. Así ya no tendrás que agarrarte más a mi. Aun que, ahora que lo pienso, creo que dejare que lo sigas haciendo.
- Ya bueno, pues no pienso hacerlo. Y menos sin casco.
- No te hace falta casco, yo estoy aquí.
- Si me la meto, no vas a poder hacer nada.
- No te vas a caer. Tessa no seas aburrida y hazme el favor de divertirte un poco.
- No soy aburrida - me quejo. Esta especie de riña es estúpida.
- Ohhg. Deja de llevarme la contraria y móntate en la moto de una puta vez - me arrastra y me obliga a subirme.
- Me montare pero solo por que quiero - dije convencida. No estará tan mal.
Luke no dice nada mientras me aproximo a la moto, más le vale. Me monto en ella y me doy cuenta de que realmente no tengo ni puñetera idea de como se monta una moto. Me pongo a inspeccionar cada palanca, orificio y pedal que tiene y sigo sin entenderlo. Finalmente caigo por fin.
- La llave - pido.
- ¿Que?
- Que me des la llave. Puede que no sepa como montar una moto, pero a eso llego.
- Pues te ha costado pedírmela - se acerca burlándose. Mete la llave en el contacto y a continuación se monta detrás mía. Coloca la cabeza sobre mi hombro y me habla al oído.
- Antes de nada, quita la patilla. Puede que al principio te pese un poco pero te acostumbraras - ¿Como que acostumbraras? No pienso volver a montar en un trasto de estos. Hago lo que me dice y es verdad que tengo que hacer fuerza para poder mantenerme de pie.
- Vale - continua dictándome - ahora gira la llave, para arrancar. Después pon las manos en el manillar, y uno de los pies en el pedal - hago justo lo que me dice y después él ya me guía con sus manos, colocadas en las mías. Su tacto provoca sensaciones que no deberían y no puedo evitar sonrojarme.
- ¿Estas lista?

BLONDE - Hasta Que El Amor Se Agote ( Luke Hemmings )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora