El vampiro perfecto

Cazando y viajando

-vienes conmigo a Rusia-dijo Jun a Kame

-¿por?-

-tu misión es volver a convertir al chico mientras que yo hago todo el engorroso papeleo-

-¿yo?, pensé que mandaría a Sakurai-

-no lo hará, aunque sí debes pedirle algunas bolsas de transfusión de su sangre, la necesitamos para que el chico sea poderoso-

-¿en vez de darle mi sangre le doy la de él?-

-exacto-

-me parece una buena idea-

-viajamos hoy mismo-

-entonces disfrutaré lo más que pueda de Japón antes de volver a partir-

-vete entonces, el jet nos estará esperando a las 22:00 Hrs. en punto, no tardes, además estaremos sólo una semana... no lleves mucho equipaje-

-ok-salió de la oficina

-estará bien llevarlo a él?-dijo Yuko sonriente usando una peluca del mismo color de su cabello

-él hace bien ese trabajo, por eso lo llevo, además si se rehusa... tiene la fuerza suficiente como para reducir a un chiquillo-

Kamenashi caminaba por las calles de Japón intentando la mayor cantidad de atención posible, cosa que no le fue difícil en cuanto comenzó a cantar una de sus canciones en solitario. Las chicas volteaban incrédulas y le seguían de lejos, ya que además de cantar estaba haciendo también la coreografía de ese solo.

-arigato my special words for you-apuntando a una chica la que estuvo a punto de desmayarse

-¡Kamenashi!-gritó una chica que no parecía ser asiática y fue a abrazarle, algo que todas las demás jóvenes miraron con desaprobación

-¿quién es esta bella damita?-al mirarla de pies a cabeza pensó que no superaba los 17 años

-Bianca-

-Bianca... ¿de dónde eres?-

-latina-

-¿edad?-

-21-sonrió

-no lo demuestras-

-me lo dicen a menudo-

-ven conmigo-

-¿eh?-chillaron todas las chicas que estaban a su alrededor

-fue más lista-sonrió Kame llevándosela de la muñeca rápido, todas las demás chicas se alejaron del Idol desepcionadas

-¿por qué deambular tan

notoriamente?-preguntó suspicazmente la chica

-porque acá en Japón tenemos una costumbre de no acosar a tus Idols a pesar que se muestren tan notoriamente, quería ver si había alguna chica que rompiera con los estándares-

-entonces de un principio te diste cuenta de que era extranjera-

-exacto, pero tu acento me confundió un poco-

-¿por?-

-pronuncias bastante bien-

-mi madre es japonesa-ambos sonrieron

A diferencia de lo que Kamenashi esperaba la chica fue guiando el camino, llevándole a un café un tanto apartado

-buenos días Bianca-dijo el señor que parecía el dueño del café sonriente, pronunciando el saludo en un perfecto inglés