Revelaciones

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Dmitri Kiegard perfumado y arreglado salió de casería a los distintos establecimientos de Rusia.

Mientras tanto Leonard se dedicaba a beber algo de te en la terraza de la casa, amaba ser un vampiro, las sensaciones de temperatura podían ser suprimidas si así lo deseaba.

Su vista se encontraba prendida al cielo cuando algo llamó su atención, un par de alas blancas que iban en picada hacia el bosque que colindaba con su casa. Intrigado entró a la casa por un abrigo, no quería que la concentración que estaba poniendo a suprimir el frío podría ocuparla para atacar.

Caminó con cautela hasta el lugar en el que creyó que había caído la criatura. Al llegar allí se encontró con una joven blanca de cabello castaño oscuro, casi negro tirada en el suelo, con un par de alas saliendo de la espalda. Una de ellas se encontraba medio cerrada, como que había sido herida o algo.

- Ah, vaya golpe - dijo sonriendo la chica, levantándose lentamente - estúpida ave - sacando una especie de pato de entre el ala que parecía dañada

- ¿Qué eres? - dijo el chico curioso pero reacio, mirando detenidamente las alas de la joven

- No te sabría decir, lo descubrí hace poco - sonrió amigable, luchando con sus ganas de correr a abrazarle

- ¿Puedes volar en ese estado? - mirando las plumas retorcidas del ala herida

- Creo que sí - dijo abriéndolas de par en par, asustando un poco al vampiro - perdón, no era mi intención alarmarte -

- No te creas mucho - sonrió altanero. A la chica le molestó aquella sonrisa.

- Mirándote de cerca... Te pareces bastante a mi hermanito - le tomó por el mentón sólo unos instantes antes de que el chico apartara el rostro

- No sé de que hablas, ni me interesa - se dio media vuelta y comenzó a marchar

- Ah~, que lástima que mi hermanito haya muerto hace ya 12 años - una punzada de dolor le atravesó el cráneo a Leonard - hoy sería un lindo joven de 18 años, ¿ quién te hizo algo como eso mi pequeño? - su cuerpo entero palpitaba al unísono - Yuko - susurró

- Yuko - susurró de vuelta y la punzada volvió, a su mente llegaron flashes de información.

- Nobuhiro, Nobu-chan sonrió la chica amplio al ver al joven tomarse la cabeza con ambas manos

- ¿Quién eres?, ¿por qué sabes ese nombre? - dijo con dificultad

- Simplemente porque soy un ángel - Las alas de la chica se abrieron en su máxima extensión, para luego desaparecer entre el viento que produjeron sus alas al ser batidas con rapidez y fuerza, desapareciendo entre las nubes.

El joven se puso de pie aún con la cabellera entre sus manos, siendo atacado por flujos de memorias que habían sido escondidos en lo más recóndito de su cerebro. El momento en el que fue capturado, quien fue anteriormente, quienes eran sus verdaderos familiares y lo más desesperante y trágico, su propia muerte y resurrección.

- hermanita - salió inconsciente de sus labios, produciendo que unas cuantas lágrimas salieran de sus ojos.

La chica ingresó a su habitación, la mujer estaba llorando frente al portátil, había tomado una captura de pantalla donde se evidenciaba el sufrimiento de el ahora llamado Leonard.

- Era mi bebe, yo lo sabía, una madre no se equivoca al reconocer a sus hijos - la pelirroja retiró la peluca de su cabeza y se sentó al lado de la mujer, tomando el control del aparato

- tengo que informar a mi líder - escribiendo rápidamente

- ¿Qué haces?, ella querrá matarlo - la mujer quería tomar el control pero la joven no le dejo

- Estando en estas tierras ella es mi jefe, debo informarle lo ocurrido - la indolencia se reflejaba en su rostro

- ¿Acaso quieres volver a quitármelo? - la desesperación en los ojos de Tenshi dejaba notar lo afectada que estaba

- ¡Eso ya no es Nobuhiro!, ¡es un puto vampiro! - las lágrimas rodaban por sus ojos - a menos que sepa donde mierda esta Jun le mataré yo misma, para que ese monstruo libere el cuerpo de mi hermanito - la chica se puso de pie y tomó el móvil

- ¡No sabes lo que es perder a un ser querido! -gruñó la mujer, mientras que su cabello se volvía blanco

- Usted no mató a la persona que amaba con sus propias manos, ensuciándose con la sangre de esa persona que tanto amó - dijo la joven recordando a cierto castaño - y lo volvería a hacer si fuera necesario, se ha vuelto débil líder, abra los ojos - sin más preámbulo se fue de la habitación con el móvil en la mano

-¿Qué ha ocurrido con tu presa? - la joven rubia sonaba molesta

- Hoy le hice una visita encubierta y descubrí su verdadera identidad - la voz se le comenzó a quebrar

- ¿Cuál es? -sonó impaciente

- Niimura Nobuhiro - un pequeño hipo salió de su garganta, la cual trataba de ocultar su llanto

- Oh que te hemos hecho pasar pequeña criatura - dijo en Toni conciliador

- No se preocupe, ese monstruo no es mi hermano. ¿Qué hay del seguimiento de los vampiros extranjeros? -

- subieron a un jet privado y se fueron -

- eso está bien, enviaré a mi líder de vuelta a casa, ella se encargará de eso -

- como quieras, cualquier cambio nos avisan -

- sí jefa -

En uno de los puertos de Rusia se encontraban dos castaños a punto de subir a un barco de tamaño moderado pero estable. Ambos admiraban la fuerza del mar cuando un tercer vampiro se les une.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó el líder sin darle mucha importancia

- voy a Japón por respuestas de mi origen - dijo serio

- Pues siéntete bienvenido al Sweet Honey - apuntando la embarcación

- Gracias -

- A Japón ángel caído - sonrió Jun ante la atónita mirada de los restantes vampiros

El vampiro perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora