Los recuerdos no se borran

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El joven dejó su carro en el estacionamiento en un distrito central en esta gran ciudad, para luego pasar a un sector especidico a buscar el perfume que la joven le había dicho que tenía que esparcir por su cuerpo para no ser captado por los vampiros. Mientras tanto Nekonome tenía al chico atado a una silla de metal, ella estaba sentada justo frente a él con grasa de las maquinarias que habían en una de las bodegas aledañas.

-¿crees que no te captarán con eso?-dijo sonriente el chico

-¿puedes tú?-

-no, pero que yo sepa, Jun y Sho tienen mejor olfato que yo-

-es como engañar a un perro, difícil pero no imposible-dijo tomando un frasco de entre sus ropas

-¿qué rayos es eso?-

-Tan sólo es un concentrado del sudor de toda una semana de sudaderas y calcetines robados a una chica en un gimnasio cercano, lo probé con el perro de una amiga, no me reconoció-sonrió ampliamente antes de frotar sus brazos con el y colocarse una peluca castaña.

-eras tú la criatura que vi en Rusia, estaba intentando recordar donde había visto unas alas... y allí está mi respuesta- dijo mirándole intensamente por unos minutos-¿qué pretendes hacer conmigo?-

-sólo quiero saber de Nobuhiro una vez más- una pequeña punzada molesta en su cabeza-sé que él se acordaría de como solíamos ir de la mano caminando hacia la escuela cuando mamá y papá no podían, comprabamos chocolates con el dinero del almuerzo que nos daba ella y llegábamos muy sucios-más dolor de cabeza

-déjalo-ya el joven se tomaba la cabeza entre las manos

-o la comida de los abuelos, los que nos consentían con golosinas siempre... y la muerte de nuestro abuelo-

-¡basta!-ya no saba más

-y de aquel día en el que te tomaron del cabello, ver como papá sangraba y mamá estaba impotente viendo como cada gota de tu sangre era drenad de tu pequeño y frágil cuerpo-las lágrimas recorrían sus mejillas sin control

-Neko neechan-dijo el jovencon unsu voz totalmente desarrollada

-allí estás-la joven le abrazó fuertemente mientras que las gotitas sanguinolentas y las traslúcidas se mezclaban en las manos de la joven

-¿por qué estoy haciendo esto?, yo debería estar haciendo lo mismo que tú-dijo el joven entre llanto

-no, nosotros deberíamos ser dos personas comunes y corrientes, con una madre que esconde un terrible pasado y un padre presente-

-pero eso es imposible ahora-dijo el joven con un semblante sombrío

-nada es imposible, sólo tengo que derrotar a Jun y...-

-¿derrotar a Jun?, ¿es que tu eres tonta?... es imposible, menos ahora que debe estar furioso por mi captura-

-no quiero matarte, es la única forma en la que puedo salvarte-

-pero con eso estarías suicidándote, tuviste buena suerte porque Sho es más débil que Jun, además tenías a tu madre de tu lado, ahora está aliada con él-el chico evidenciaba un dolor tremendo en la espalda

-espera, te soltaré-

-me arde-tocándose los homoplatos

-oh no-dijo la chica levantando rápidamente la polera del chico

-¿qué?-intentando mirar por sobre sus hombros

-no deberían ser de este color-dijo al ver un par de alas negras que se estaban asomando, rompiendo la piel del chico

Nekonome se alejó paso a paso asustada por lo que estaba viendo, las alas de su hermano, tan grandes como las suyas eran de color negro. El chico seguía gritando, su cuerpo emitía sonidos parecidos acuando los huesos se trituran, sus alas crecieron aun más y las plumas comenzaron a caer, dejando a la vista solo la piel que había bajo ellas. El chico al ver por sobre su hombro movió y controló auqellas cosas, para luego bajar la mirada y dejar que las lágrimas volvieran a correr por su rostro.

-yo sabía que no podía ser salvado-dijo casi en un susurro

-¿qué?-

-¡YO NO PUEDO SER SALVADO!-sus alas se extendieron terroríficamente emprendiendo un torpe vuelo y rompiendo la pared de concreto frente a él

-Nobu, espera-gritó la joven antes de emprender el vuelo, pero ya era demasiado tarde, sus alas eran más potentes que las suyas y, por mucho que intentó darle alcanze, se le perdió entre las nubes. Al bajar sus piernas le temblaban gravemente, pero aun así logró dar con la bodega, donde encontró a su novio mirando el desastre. Al verla desde lejos corrió a su encuentro y la chica se desmalló entre sus brazos.



El vampiro perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora