Somos Un Equipo. Miraculous Ladybug.

Descubriendo a Mi Lady

Desayuné y tranquilamente cogí smi mochila para irme en la limusina. Al llegar al instituto, me encontré con Nino, que estaba con Alya, por algún motivo me extrañó no ver a Marinette.

-Hola chicos.

-Hola bro, ¿qué tal todo?- Preguntaba Nino.

-Bien...-Contesté.

-¿Qué te pasa?. Esa cara no es de estar bien.

No quería contarles lo de la carta ya que Alya podría ponerse por las nubes al saber que Ladybug, la heroína de París, me haya dado una carta de amor y subirlo al Ladyblog. Aunque tampoco sé si es de ella. La única pista que tengo es que es algo despistada para olvidarse de firmar.

-No tranquilo, no pegué ojo. Solo eso.-Dije para llevarme una mano a la nuca.

-¿Viciándote al minecraft?.-Preguntó Nino burlón.

-Para tu información estaba...estaba viendo la tele. No pegaba ojo.

Mentí, es cierto que no había dormido mucho porque me quedé viendo todos los vídeos del Ladyblog. Cada pista me servía y podía descubrir a Ladybug sin que ella se diera cuenta. No sé si es lo correcto, pero no puedo estar así cada día. Necesito algo más que una amistad.

Pov Marinette.

Estaba durmiendo y al levantarme vi como el Sol reflejaba en mi ventana abundantemente. Era extraño ver tanto sol y no oir el despertador.

-Tikki...¿Qué hora es?.-Pregunté aún en la cama.

-Son las...¡Marinette!. ¡Ya te has perdido media clase!.

-¡¿Qué?!. ¡No puede ser!.

Salí corriendo lo más que pude y me dispuse a ir a clases. Al llegar la profesora no me vio y fui sigilisamente a mi sitio. No pude evitar mirar a Adrien, entonces bajé la mirada, no quería hablar sobre la carta. Aunque ahora que lo recuerdo...¿la había firmado?.

-¿Por qué llegas tarde Marinette? Preguntó Alya susurrando.

-No me sonó el despertador. Creo que se me quedó sin pilas.

-¿Ya has hablado con el rubito?.-Preguntó Alya lo que hizo que me sonrojara.

-¿Eh?. No, no, no. Además creo. Me acerqué más a su oído para que no me oyera nadie.-Que se me olvidó firmarla otra vez.

-No me sorprendería nada...-Dijo la chica con decepción.

-¿Y qué hago ahora?.- Pregunté.

-Ya lo pensaremos más tarde.

Pov Adrien.

Estaba tan cansado que apenas podía soportar la clase de literatura y era una de mis clases favoritas. Aunque estaba que me moría de sueño, recordé que al anochecer me tocaba patruyar con Ladybug. Espero que no le surgiera nada importante, tenía ganas de hablar con ella y esta vez no con presión. Siempre que quería hablarle, nos interrumpía un akumatizado o nuestros prodigios.

Andaba absorto de lo que me rodeaba. No podía parar de pensar quién era el amor de mi vida. Seguía caminando y noté que alguien había chocado conmigo. Esa era Marinette, que por desgracia, le había tirado el cubo de agua que llevaba. ¿Para qué llevaría eso?. 

-P-perdóname Marinette, no estaba antento.

-No pasa nada. Está bien chocar contigo, quiero decir, es agradable, osea que no es que quiera chocar conti...-Suspiró y continuó habando.-Tengo que llevar esto al gimnasio. O más bien el cubo.-Esto úlimo lo dijo riéndose.