El Torneo

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     _ No tiemblo ante la idea de que el afilado cuchillo pueda rozar mi garganta, pero si ante la belleza de tan delicada dama.   Uno de los sirvientes acomoda la silla de mi caballo mientras  absorto  y perdido entre mil abismos, observó a Sujata; una de las damas de la corte. Desde el primer momento en que la vi, el tiempo quedo detenido ante mis ojos. En ella todo es hermoso, lo es tanto, que casi incluso podría olvidar esta absurda batalla. Una ligera voz interior me habla constantemente. _ Oh Siddharta no hables contigo mismo, solo limitate a respirar con reservado cuidado.
¿Podrás quedarte quieto sin pensar esta vez? 

       _Se que tendré que luchar contra mi primo Devatta, pero también se, que el no lucha desde hace tiempo y peca de tal altivez y orgullo, que bien podría utilizar esto a mi favor;  aunque se su ego, no aceptará  derrota alguna. Oh maravillosa mujer me ha sonreído, en tus labios podría perder el recuerdo de mi padre, mi trono, mi reinado y la vida entera.

Ha sonado el bong como parte de ritual de este ridículo acto. El Rey nos llama, presentará a todos los participantes del torneo frente al pueblo. Y aquí se abre el telón. Tomó mis armas, respiró profundamente y lucho mientras me pierdo en el sonido de los perales golpeando, una balada que sin duda por mi mano podría precipitar sin duda a alguno a la muerte.

He luchado hasta quedar exhausto, aún así veo la expresión en la cara de ese hombre que es el rey y se hace llamar mi padre y se que aún, no está conforme _ Pronto, Siddharta, dijo Suddhodana, ahora es tu turno con el arco. Ea, coge el mejor y no les hagas esperar. 

_ Sin fuerza tomo el arco y subo al caballo, y abrazo el campo ante los aplausos del expectante público. Un profundo silencio se apodera de mi interior, las flechas sobrevuelan mi cabeza dejando tan solo la estela de sus silbidos clavados en ella. ¿Qué me pasa? me siento mareado. Entre los hombres y los caballos, veo la imagen de Mara (el demonio), un hombre vestido de oscuro que se esconde  sonriente entre ellos. Uno de los hombres corre cubriendo su cuerpo de las flechas que disparo contra Mara, pero antes incluso que pudiese parar de disparar,  este, cayo abatido al suelo; una de mis flechas había sido tan certera como la noche que se acerca y atravesó su cuello, como si de un muñeco se tratase.

El Rey sorprendido ante la imagen de Siddharta, se levanto de su silla acallando a la multitud.
_ Quién sería tan imbécil, de no tomar  las precauciones necesarias para no salir herido, pensó.

Suddhodana, quería enseñar al pueblo la fuerza de su hijo, pero por debajo había amañado el torneo, para que nadie hiriese al príncipe, quería probar al chico y sus años de entrenamiento, sin que hubiese ningún herido. Siddhartha, corrió a socorrer al hombre que yacía en el suelo.

_ Mi mente se hunde ante la confusión.

Suddhodana se abre paso entre los soldados y la multitud hasta llegar al cuerpo del hombre y su  Siddharta.

_ Traed un médico.

Mi padre Se inclino, acercandose a mi oído, y mientras tomaba su pañuelo de seda oprimiendo el cuello de tan desgraciado hombre para detener su hemorragia, me susurró:

_Lo ves hijo mío, el miedo tiene que administrarse como una medicina y usarse como un remedio para que no se convierta en un veneno. La medicina no es agradable, pero el dolor que provoca cura un dolor mayor. El pueblo sabe que tendrá a un gobernante que luchará por el. Lo que para ti es sanguinario, para mí es ser fuerte. No te sientas mal por este pobre desgraciado, al final no hay mayor honor que morir a manos de un príncipe, que mejor y más valerosa muerte podría haber tenido? Ahora todos te ven como un Dios, y la conciencia de haber sido derrotado por un dios venido a la tierra, enaltece a cualquiera.

_ Por primera vez en mi vida veo cuan solo estoy y cuán desesperada es mi situación, Mara tiene clara ventaja sobre mi, al igual que los otros demonios, ahora se que frágil es la realidad, construida por las manos invisibles de la imaginación y la fe.

Yo, Siddharta Gautama Buda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora