7. Yo también te amo

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Justo en ese momento se cortó la luz y comenzó una gran tormenta electrica.

- Voy a buscar a la Laidy, le tiene miedo a los truenos

- ¿Ella o tú?

Lo miré con una cara entre risa y rabia por el pánico, por suerte la luz de la luna entraba por la ventana y vió mi expresión.

- Bueno, bueno te acompaño

Un trueno muy fuerte remeció la casa.

- Ay que miedo, si, acompañame
-dije mientras tomaba su mano y bajaba el último peldaño de la escalera

Si había algo que me daba pánico eran las tormentas eléctricas, en realidad, los truenos. Se podría decir que es mi trauma.

- Buscaré velas -dice Diego pero no consigue que yo suelte su mano

- No veo nada. ¡Laidy! Ven

Se tiró encima mio y los tres caimos al suelo. Nos reimos como estúpidos durante un período de tiempo.

- Perdón, te estoy aplastando - digo mientras me paro, había caído sobre mi novio

- No te preocupes preciosa

- Oye, podriamos prender velas ¿no crees?

- Eso es exactamente lo que quería hacer-dice Diego con una leve risa

Llegó con unas velas y fósforos, prendimos pocas para no quedarnos sin ninguna, si es que la tormenta se alargaba algo que era muy típico en la zona y en esta época del año.

Otro trueno remece la casa.

- ¡Odio los truenos! -dije mientras limpiaba la salsa de mi cara

- Si, me di cuenta -añade mi novio mientras repite mi acción

- Es que no lo puedo disimular -digo algo enojada mientras lavo mi cara

- Bueno, comamos la pizza - sus brazos rodean mi cintura

- Si, muero de hambre

- ¿Pusiste la mesa?

- Claro que si, soy mujer una mujer rápida y eficiente, eso te espera cuando nos casemos

- Que modesta, espera ¿¡Que!? ¿¡Te vas a casar con migo!? -asentí y me besó mientras me giraba en el aire
- No sabes lo mucho que esperaba este momento, te amo demasiado -dice mi novio mientras junta nuestras frentes para luego besarnos.

- Yo también te amo -lo beso nuevamente

- Te tengo una sorpresa

Sentí sus pasos alejandose, luego llegó con un hermoso collar, se acercó a mi, me tomó de la cintura, me besó y me dijo:

Te amo Alejandra, me encanta que me hayas dado el sí. ¿Puedes decirmelo de nuevo para que esto sea mas emocionante?

Me acerqué aún mas.

- Sí, acepto casarme contigo

Me abrazó como nunca antes, sentía su felicidad en un abrazo que no quería terminar jamás.

Detrás de mi futuro esposo había una ventana, ahí, divisé a Aarón.
La ventana estaba abierta, por algún motivo, y por su expresión supe que escuchó todo.
Estaba feliz por una parte ya que así se debería alejar de mi, pero triste porque no quiero que se sienta mal, no es culpa de él haberse enamorado de mí y yo no era quién para hacerlo sentir mal. Era una discusión constante en mi cabeza.

Traté de que mi novio y yo nos alejaramos para que Diego no lo viera, no quería mentirle, pero no resultó, justo se dió la vuelta y lo vio.

Ay Dios ¿Por qué me pasa esto a mí?

Una mujer que ama demasiadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora