31. El chico del arco

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Luego de que la enfermera nos dijera lo grave que estaba Aarón, se retiró y nos exigió que nos fueramos, sin obtener resultados, nos recomendó ir a la cafetería a comer algo, eso hicimos.

Nos dirigimos todos a los ascensores, eramos un grupo tan grande que dominaremos la cafetería y ni hablar de los acensores para llegar allí. Ya en la cafetería el grito de mi amigo me hizo sobresaltarme.

- ¡Ahí hay una mesa! -dice Richi indicando la mesa más grande del lugar

Todos nos dirigimos hacia ella y nos sentamos cómodamente, vi que Derek se iba, no podía dejar que se fuera en ese estado.

- Derek - me puse de pie y me acerqué
- no está bien que te vayas así

- Solo quiero olvidarme de todo esto
-estubo a punto de irse pero lo detuve

- Se que te arrepientes pero por lo menos deja llevarte a mi casa

- No me arrepiento, no es necesario, quédate con el chico -dijo indicando el ascensor con la mirada, supuse que hablaba de Aarón.

- Te llevaré, vamos -insistí

- Eres muy terca -dice con una pequeña sonrisa, que la verdad hace que se vea bastante guapo

- Gracias -dije con una leve risa
-Voy a avisarle a los chicos para que me llamen por cualquier novedad, puedes ir a mi auto mientras tanto
-dije pasandole mis llaves.-Pero no te vayas sin mi.

- No te haría esa crueldad -dice tomando las llaves

Caminé hacia los chicos que se quedaron callados al ver que me acercaba a ellos

- Si me estaban pelando solo les digo que voy a dejar a Derek a mi casa.
-siempre les decía eso a mis amigos en estas circunstancias, pero la diferencia es que ahora estaba extremadamente seria.

- No amiga, claro que no estábamos hablando mal de ti -dice mi amiga sobando mi hombro

- ¿Por qué te preocupa tanto lo que le pase? - dice mi novio, bastante enojado

- Fabi, no es buena idea -dice mi mejor amiga

- ¿Sabes?, yo creo que puede ser por que él salvó mi vida - dije mientras apoyaba mis manos sobre el borde de la mesa.- Adiós

- Te llamo cualquier cosa -dice mi amiga Fran, gritoncita como ella sola.

- Suerte -dice mi primo.- Luego tenemos que hablar

- Esta bien, bye bye -llegó el ascensor y antes de que sus puertas cerraran vi los misiles que Fabián me lanzaba con la mirada, adquirí mi mirada fria, que solo doy cuando me enojo.

- Odio que sea tan celoso, desconfía de mí, eso si que es malo -repetía en voz baja mientras caminaba hacia mi auto.

- Te ves hermosa enojada -me dice Dereck

- Derek, ¿tú escuchaste? -dije impresionada, estaba segura de que lo dije en voz baja

- Si, sé que te enojaste con tu novio porque se puso celoso al enterarse de que me irías a dejar a tu casa

- Yo en ningun momento dije eso -dije tratando de negar lo que todos sabíamos que había dicho

- Claro que lo hiciste, te estaba esperando fuera del ascensor y allí lo dijiste, y aunque no lo dijeras se nota con solo mirarte -dice mientras acorta la distancia entre nosotros y acuna mis mejillas en sus manos.

- Ok, quizás lo dije - pronunciaba estas palabras mientras abría la puerta de mi auto
- Pero no creas que sus celos me harán cambiar de opinión, así que andando.

Una mujer que ama demasiadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora