9. No se llora solo por tristeza

50 4 2
                                    

Cuando fui a poner las flores en agua, decidí decirle a Aarón que les dijera a mis amigas que pasaran a verme antes de poder irme.

- Con gusto

La primera en entrar fue la mas histérica, mi Frani, se pone histérica por todo y claramente esta no era la excepción.

- ¡Amiga! ¿¡Estás bien!? ¿¡No te duele nada!? - Me toca la cara y los brazos, tratando de saber si me duele algo

- Estoy bien físicamente, pero no emocionalmente.

- Ay corazón -me abraza con mucho cuidado como si fuera de porcelana

Enseguida entró la Dani, la más cariñosa, bueno, solo cuando quiere, pero cuando quiere, es muy cariñosa.

- ¡Ale! ¡Amiga! Dame un abrazo. -Me abraza como nunca me había abrazado

Nuestra amistad es bastante madre e hija, cuando una está enferma la otra va a su casa a cuidarla, nos ayudamos en todo lo que podamos.

- ¿Cómo están? ¿Y la Javi?

- Bien. ¿Y tú como estas? ¿Te duele algo? La Javi está abajo estacionando

- Yo me tengo que poner un cuello ortopédico para poder irme de aquí hoy

- ¿¡En serio!? Magnífico, entonces vamos ha hacer una cena en tu casa. Para recibirte como corresponde.

- Gracias, pero no es necesario

- ¿Te parece? ¿Tienes ánimo?

- Diego está con riesgo vital

En ese preciso momento la Javi estaba entrando, las tres quedaron impresionadas.

- Yo tenía tres semanas de embarazo

Las chicas me abrazaron.

- Cariño mio -me dice mi mejor amiga, que conociendola debe estar llorando

- Estamos aquí -la Frani me da un beso en la frente

- No te dejaremos sola -dice la Javi

Estuvimos mucho tiempo abrazadas, me ayudan bastante los abrazos.

- Yo me preparo y salgo -dije mientras las chicas salían de la habitación

Segundos después llega la novia de Gabriel, su nombre era Marcela.

- Hola Marce

- Hola. ¿Cómo sigues? Tu hermano me contó todo.

- Mejor. Supongo ¿y tú como estás?

- Bien. Precisamente por eso vine.

- ¿A qué te refieres?

- Hace un tiempo que con el Gabo te queriamos contar algo.....estoy embarazada.

- ¿¡Enserio!? ¿¡Voy a ser tía!? -La abrazé y la felicité

- Gracias por apoyarnos.

- ¡Claro!

- No queriamos contarles antes de que no fuera seguro y hoy supe que sí es cierto

- Marce - mi hermano entra a la habitación- no me digas que le dijiste

- Si amor ¿Por qué? -dice Marcela confundida

- Perdón hermana, ella no sabía

- No importa, estoy feliz con saber esta noticia.

- ¿De qué hablan?

- Yo estaba embarazada y bueno...lo perdí además mi novio está con riesgo vital en estos momentos

La verdad, nunca me interesó ser madre tan jóven pero perder a tu hijo a la edad que sea queriendo o no ser madre, es muy duro y no se lo deseo a ninguna mujer.

Me tomó la mano y me habló casi como mi madre, en realidad ella me caía muy bien, pero siempre quize que mi hermano se quedara con mi mejor amiga, hacían una pareja magnífica, parecían estrellas de cine y bueno era demasiado divertido estar casi todo el día con ella.

Cuando Marcela salió de mi habitación me cambié la ropa. Me puse una mini falda negra y una polera de tirantes ajustada del mismo color. Al terminar recordé todo el accidente. Y rompí en llanto otra vez.

En ese momento llegaron Maxi y
Camilo. Traté de secarme las lágrimas disimuladamente.

- Mis niños, que bueno que esten aquí. ¿Cómo están? -dije mientras me ponía a su altura, más bien a la altura de Maxi

- Estamos bien. Y tú hermana, ¿cómo estás?

- Bien, más ahora que los veo, los extrañaba mucho

Me dolía demasiado verlos, sobre todo a mi pequeño hermano. No podía dejar de imaginar, que podría haber tenido un hijo como él, o quizás una niña, con unos hermosos ojos, como los de Diego.

- Si estas bien ¿por qué lloras? -dice mi hermano menor obligándome a dejar mis pensamientos

Tuve que mentirles para no decirles que había tenido un accidente donde podría haber quedado inválida o incluso morir, o que estaba embarazada y que en un momento de inmadurez y por evitar enfrentar un problema lo perdí. Y además, que mi futuro esposo peleaba entre la vida y la muerte. Eso era demasiado para ellos. Sobre todo para Maxi.

- De felicidad. No solo se llora por tristeza -dije con una enorme y falsa sonrisa

- ¿No? -dice mi pequeño hermano

- Claro que no tesorito mio.

- Maxi anda con la mamá para que la acompañes. -dice Camilo sacándo de la habitación a Maxi, esto quiere decir que sabe algo.

Maxi salió enojado de mi habitación.

- Hermana.... Yo escuché todo lo que pasó -dice mi hermano mientras se sienta en la camilla junto a mi

- ¿De qué hablas? -traté de hacerme la loca, aún sabiendo que eso no iba a resultar

- Hablo de la pérdida de mi sobrinito o sobrinita

- Ah, eso, si, lo siento, yo se lo mucho que querían un sobrinito, fui muy irresponsable.

- Hermana no te culpes, quizás no era el momento.

Solo reaccione a abrazarlo y agradecerle por ser tan bueno y comprensivo conmigo, la verdad esa respuesta era bastante madura, estaba creciendo tan rápido y yo no me daba cuenta, aún lo trato como un niño.

- Hermana, yo se que no tiene nada que ver. Pero ¿donde está la Laidy? Supimos que estaba allá con ustedes pero.... ¿Ella murió en tu accidente? ¿O no recuerdas por las pastillas?

- ¿Pastillas? ¿De qué hablas?

- Te encontraron pastillas para dormir en el organismo. Las más fuertes. No me acuerdo del nombre.

- Pero si yo no tomé pastillas

- Dicen que fue una de las principales causas de que hayas soltado el volante en el momento del accidente.

- No puede ser.

¿Quién me había dado esas pastillas?

Tengo que recordar todo, tengo que averiguar cuanto puede tardar el efecto de una pastilla como esa.

¿La más fuerte? Debe ser en minutos

Necesito preguntarle a Aarón, pero no directamente, de todas formas solo tengo dos sospechosos.

Aarón y Diego, no, Diego no sería capaz. ¿Y Aarón?














Gracias por leer!!

Una mujer que ama demasiadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora