29. Eres la mujer mas hermosa

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Intento correr hacia la puerta para lograr abrirla, pero no lo consigo, Jorge me gira bruscamente hacia él y me besa.

Intento pegarle pero no lo consigo, ya que estaba en la esquina junto a la puerta y me tenía atrapada con su cuerpo y sus manos estaban afirmando mis muñecas contra la pared.

- Suéltala -grita Aarón mientras hace ruido con las esposas logrando que Carolina ingrese a la habitación.

La castaña se dirigió hacia nosotros, con sus ojos cafés clavados en Jorge.

- ¿Qué haces? ¿Eres idiota o qué? Ese no es el plan y tus arrebatos no nos harán cambiar de idea.

- Solo es un beso -dijo alejandose de mi junto a la castaña

- Si sigues así tendremos que adelantar el final infeliz de la chica
- dijo la castaña mientras se acomodaba en el sofá.

- Nunca más, lo juro -dijo levantando su mano izquierda y la otra posandola en su corazón.

- Confiamos en tí, por eso estás aquí

Caminé hacia donde se encontraba mi amigo para que ambos no nos sintieramos solos en medio de cuatro locos.

- ¿Qué haces blanca nieves? - dice la castaña poniendose de pie.

- Camino hacia mi amigo -digo en tono obvio

- ¿Te doy un consejo? -dice casi susurrando y acercandose a mi, no alcanzé a responder y volvió a hablar.
- Si Diana te encuentra cerca de él -indica a Aarón.- Es capaz de matarte a ti o a tu hermano. -dice la castaña mientras me desata las muñecas.

Tenía razón, como está de loca de seguro sería capaz de eso y más. Podría hasta quemarnos vivos.

- Lo tendré en cuenta. Ahora, ¿Puedo ver a mi hermano? -dije

Carolina y Jorge se miraron y este último fue a la cocina, al parecer se dirigía al patio de atrás.

Unos minutos después entró Jorge junto a Diana y Derek.

- Anda a ver al mocoso -dice la loca mayor

Jorge y Derek me ofrecieron ayuda, no estaba segura de necesitarla pero acepte la ayuda de Derek, al menos él no me había besado. Sentía las miradas de Jorge y Aarón sobre mi.

- Eres la mujer mas hermosa que he visto - me dice Derek mientras pasa su mano por mi cintura

- No estoy para cumplidos, y menos de un mujeriego como tú. - traté de soltarme de su agarre pero no lo conseguí, por lo que seguimos caminando.

- Pero no creas que se lo digo a todas
- dice Dereck

Iba a responder pero vi a mi hermano de espaldas mirando el bello cerro costero.

- Maxi -fue lo único que pude decir

Mi hermano se acercó corriendo a mi, me puse a su altura para lograr abrazarlo.

- ¡Hermana! ¡Viniste por mi! Eres mi superheroina

- ¿Estás bien? ¿Te hicieron algo?

Maxi se aleja un poco de mi y me muestra sus morados brazos.

- ¿Quién te hizo eso? -pregunto furiosa

- No sé -dice con toda la inocencia de un niño, bueno algunos niños son un demonio vivo, pero este no es el caso.

- Maxi, no me mientas

- Estaba vendado -cubre sus ojos con sus pequeñas manos.- Como para la gallinita ciega

Una mujer que ama demasiadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora