-"Si bueno, pero ya es tarde y tienes que dormir. Nunca duermes a la hora que corresponde"

La voz con tóno de mando de parte de mi mejor amiga estaba cansandome.

-Lo se, pero no tengo una pizca de sueño. Así que por eso, veré una pelicula. Y será de amor, sólo para recordarme que mi vida es un asco.

-"Ay Cállate, tu vida no es un asco en absoluto. Deja de pensar en lo que paso con ese chico, Alex no sabrá nunca y deberías empezar a dejarlo de lado tu también"

-Odio cuando tienes razón.

-"Si si, todos odian a Allie. Prométeme que dormiras apenas termine esa pelicula, o si no mañana tendras más ojeras que ojos"

Boté todo el aire que contenía en mis pulmones y le dí la razón, para que dejara de reprocharme mis ojeras, sólo porque ella no tenía.

-"Bien, te amo, pero yo me iré a dormir. Hablamos, adiós"

-Adiós- dije y luego colgué el telefono.

Luego de darme una ducha extremadamente larga, volví a mi habitación afrontando la realidad.

Al dia siguiente, comenzaban las clases. Y en mi armario estaba colgado mi uniforme planchado y encima de mi cama mi bolsa con todo dentro.

Tomé mi celular y me despedí de Alex, ya que el estaría muchisimo más tiempo en su celular, ya que eran las diez de la noche y sus clases comenzaban pasado mañana.

Luego de apagar la luz, mis ojos se cerraron al instante y me dormí.

-

El aire frío pegaba directo en mi rostro y el hecho de que estaba caminando rápidamente no ayudaba para nada. Iba tarde a clases y debía irme en el autobus.

Sí, que alegría.

Tenía ojeras, un sueño enorme y las mañanas no eran lo mío.

Cuando iba llegando a la parada del autobus, este cerró las puertas en mi cara, así como burlandose de mí y salió disparado. Me quité los audifonos bruscamente y resoplé, ya que debía caminar hacia la otra parada a tomar el próximo.

Al bajarme del autobus, corrí hacia el establecimiento y caminé muy rápido dentro de este ya que estaban a punto de dejarme afuera, y eso significaria tener que escuchar la charla de una hora que siempre daban y no estaba para eso.

Caminé hasta donde estaba mi salón y sonreí.

Ya empezamos mal, excelente.

Mi salón estaba en el piso más alto, así que todos los dias debía subir cuatro pisos por las escaleras.

Me apresuré en llegar y al hacerlo saludé a mis amigas.

Principalmente siempre estaba con Em y Val que eran las más cercanas a mi. Pero Val estaba un curso por debajo de nosotras.

Salude a las más cercanas, que eran tres además de Val y Em, y luego tomé asiento.

Al fin.

-Buenos dias, y bienvenidos a un nuevo año de aprendizajes- dijo lo que parecía ser nuestra nueva maestra. Nos observo a todos en silencio, y nos fuimos poniendo de pie uno a uno para saludar.

-Esto debe ser una broma, apenas acabo de sentarme- murmure para que sólo Em escuchara.

Esta rió y se levanto juntó conmigo.

-Mi nombre es Martha, tomen asiento, Gracias.

-

Luego de un largo día, por fin tocarón el timbre que anunciaba la preciada hora de salida. Guarde todo calmadamente y espere a que Em estuviera lista. Ambas nos despedimos de las demás, y luego bajamos las escaleras para dirigirnos a la parada del autobus.

Luego de ver que este se detuvo frente a mi, me despedí de Em y subí.

Caminé hasta el asiento del fondo y me senté.

Para nada mal, pudo ser peor.

Intertwined Lifes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora