Me levanté de golpe mareandome al hacerlo y luego me destape con cuidado.

-Espera, espera.

Tome mi chaleco y me lo puse ya que estaba con esos trajes de hospital que te obligan a usar. Salí tomando en mis manos el suero que estaba conectado a mi muñeca y llame la atención de una enfermera.

-Disculpe, ¿En dónde estoy?
-Hola, ¿Alguien viene a verte?

Asentí. Era una enfermera muy joven y si no me equivocaba estaba haciendo su práctica, ya que de su bolsillo colgaba una tarjeta que decía claramente "Estudiante de enfermería".

-Cuarto piso, sala 304.

Alex al parecer escucho ya que me dijo algo como "Voy para allá, recuestate otra vez".
Sinceramente todos estaban exagerando, si bien me sentía decaída y me dolía todo no era como para que Alex viniera hasta el hospital. Además que todo esto sucedió por haberme tomado hasta el agua de los floreros la noche anterior, misma noche en la que le dije un montón de cosas vergonzosas a la misma persona que ahora viene caminando hacia mi rápidamente con una camisa a cuadros, jeans simples y un bolso.

-¿Cómo estas?

Me abrazo fuertemente y luego jadeo como si fuera a romperme en dos y comenzó a abrazarme con menos fuerza. Correspondí su abrazo posando mis brazos en su pecho ya que como tenía una aguja enorme en el brazo no podía rodearlo. Aspire su perfume y escondí más mi cabeza en su pecho.

-A penas supe que estabas aquí vine lo más rápido que pude, lo bueno es que estaba cerca de aquí por eso no me tarde casi nada. Allie esta comprando algo para comer y sube de inmediato.

-¿Vino Allie? Dios, están exagerando todo. Estoy bien.

Al terminar la frase me maree y casi caigo al suelo. Alex me miro como diciéndome con la mirada que me callara y me acostara. No entendía porque me sentía tan mal, quizás era por los medicamentos que me estaban administrando.

-Déjame poner esto otra vez en su lugar- dijo mientras colgaba la bolsa de suero nuevamente.

Alex nunca, nunca, pero realmente nunca había sido así de atento conmigo. No se si era por mi cara de muerta viviente o porque sentía lástima al verme así. Estaba feliz de que estuviera allí conmigo pero a la vez quería tomar una cuchara y cavar mi tumba por la vergüenza.
Decidí ignorar todo y sólo concentrarme en el momento.

-¿Y quien más vino?
-Bueno...
-¡¿Estas bien?! ¡Casi me matas de un susto! ¿Creíste que no iba a venir?- Allie bufó y me rodeo con sus brazos.
-Estoy bien, no es grave.

Luke estaba de pie en la entrada como un tanto avergonzado así que me límite a sonreírle para que no se sintiera tan incómodo. Frene mis muy grandes ganas de revolearle algo en la cabeza.

-Hola, ten - Luke sonrió débilmente y extendió su mano hacia mi. En ella tenía una caja de chocolates.

Sonreí.

-Muchas gracias.
-Eh, ¿hola?- mi madre entro a la habitación con una extraña sonrisa en su rostro.
-Si. Mamá no se como fue que llegaron todos porque piensan que moriré y no es cierto.
-Bueno, cállate. Estas en un hospital y yo no pretendía dejarte sola- dijo Allie mientras movía sus manos al hablar.

Siempre hacia eso.

Luego de un momento incómodo mi madre dijo que al ver que tenía compañía aprovecharía de ir a casa por unas cosas y volvería más tarde.
Alex estuvo tomando mi mano y observándome todo el tiempo, Luke sentado en un sillón de un lado de la camilla y Allie sentada en esta junto a mi.
Estuvimos así charlando un rato y luego los chicos se tenían que ir.
Todo iba bien hasta que Allie comenzó a negarse a mi petición de que se marchara junto con los chicos.

-Alice, ve con ellos. Yo estaré bien y mañana por la mañana te llamare.

Entrecerró los ojos hacia mi porque la había llamado por su nombre verdadero. Por un momento se levantó sin reclamar pero al instante negó y se lanzó a mi lado en la camilla.

-No, me quedare.
-Allie, por favor.
-Esta bien, que amargada.
-Te quiero, adiós.
-Igual yo.

Allie salió y Luke se apresuró en alcanzarla para, supongo, decirle algo.

-Bien, hablamos al rato.

Alex se despidió de mi y antes de marcharse me dio un casto besos en la frente. Pero se detuvo y se giró hacia mi con una sonrisa.

-No creas que me olvide de todo lo que hablamos ayer por la noche, pequeña. Te quiero.

Reí un poco nerviosa pensando que se marcharía luego pero no fue así. Me miro por un segundo mientras se acercaba hacia la camilla y tomo mi mano entre las suyas. Lamí mis labios y observe sus labios posarse sobre los míos. Al comienzo sólo fue eso, sus labios sobre los míos pero al instante reaccione y le correspondí el beso. Al separarnos Alex pego su frente a la mía y cerró sus ojos.
Se giró y camino a hasta la puerta, la abrió y luego de susurrar un "adiós" salió.

Mire el techo y suspire.
Me volverán loca.

Al cabo de una hora mi madre llego y junto a ella la misma enfermera que me había ayudado con la sala pero ahora traía una bandeja sobre una mesita en donde estaba mi comida de la tarde.
Era yoghurt con fruta, una taza de té con endulzante y un pequeño pan con mermelada de fresa.
Me comí todo lentamente con temor a vomitar y lo logre, luego me recosté de lado y recibí un mensaje de Alex.
Todo continuaba como siempre y agradecía internamente por eso. Luego de charlar un buen rato me dormí con el celular en la mano.

Intertwined Lifes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora