Emma.
6:52pm.Conversación telefonica.
- diga.
- AH! ME INVITO A SALIR! - grite emocionadamente a través del celular -.
- ¿Emma? ¿Qué mierdas? Casi me rompes el tímpano.
- GRACIAS, GRACIAS, GRACIAAAS - dije lanzándome a la cama, a lo que me golpeé y se escuchó una carcajada del otro lado de la línea -.
- bien, ¿solo era eso?
- sip y darte las gracias, ¿qué me debería poner?
- no lo sé, nena. ¿Por qué no le preguntas a alguien que le importe?
- no me va a arruinar tu actitud. Estoy muuuy FELIZ! - volví a gritar -.
- bien. Además no entiendo por qué te emocionas tanto si tu misma me obligaste a hacerlo.
- lo sé, lo sé. Pero ¿qué importa? Él accedió.
- porque se lo tuve que pedir mil veces.
- ¿y por qué te importa? Ya no le diré a nadie tu secreto.
- no es que me importe, es que te encuentro estúpida.
- bien, entonces adiós.
- adi- no le dejé terminar la palabra y corte -.Agarre un almohada de la cama y comencé a gritar. Al haber sacado todo me pare y me comencé a arreglar, para luego salir de mi casa.
Camine unas cuadras hasta llegar a una heladería, donde lo vi. Llevaba su cabello rubio revuelto, al verme sonrió.
- hola - saludé nerviosa -.
- hola, ¿qué tal?
- bien, que alegría que hallas venido.
- ¿cómo no hacerlo? ¿vamos?
- vamos.Caminamos por parques, todo era perfecto. Me recordaba esas partes de las películas donde luego de que los personajes principales pasen toda la adversidad quedan juntos. Kevin me miraba con una sonrisa de oreja a oreja. Nadie podía negarlo, lo traía loco.
Kevin.
7:19pm.Esta chica estaba loca.
Narrador.
7:20pm.Kevin tenía razón, Emma estaba loca pero le caía bastante bien. La mayoría de el tiempo estuvo mirándolo fijamente con una sonrisa algo sicópata, a lo que él le sonreía disimuladamente nervioso. La chica se llegaba a fantasear con una de esas sonrisas, una de esas insignificantes sonrisas.
Compartían los mismos gustos por la música, desde rock alternativo hasta pop chillón, entre otras cosas más. Como era de esperarse, Emma musitó en más de una ocasión que lo más probable es que eran almas gemelas.Al llegar a la casa de Emma, luego de un par de horas compartiendo en el parque.
~las mejores horas de su vida~
Se repitió varias veces mentalmente.
- lo pasé genial - dijo la chica -.
- yo igual, deberíamos repetirlo.
- claro, ¿el jueves?.. no, mejor el viernes - dijo en un intento desesperado de hacerse la difícil.
- claro, entonces nos vemos.
- adi- intento despedirse Emma pero el chico la calló con un beso. UN BESO. A demás, su primer beso. Sintió una inmensa cantidad de saliva dentro de su boca, no tenía idea de que los besos fueran tan mojados pero de igual forma lo recibió. Era su amado.
Aún que de igual forma con un poco de asco.Al terminar el beso por la falta de aliento y el exceso de saliva, Emma entró a su casa y comenzó a gritar cotra la almohada del sofá. Estaba emocionada, agarro su móvil y puso el contacto de WhatsApp en su pantalla. Recordó su conversación.
¿En verdad era una estúpida por obligarlo a eso?
Borró esas palabras de su mente. No, Evan lo era, se repitió a si misma pero descubrió que toda su felicidad había sido sustituida por el enfado al pensar en él.
Maldito Evan.
Maldito chico gay.