Emma.
8:47am.El proceso de convertirse en perra es importante, es como la carne en la hamburguesa y si lo haces mal solo te queda un sándwich ¿y quién preferiría a un sándwich a una hamburguesa? Exacto, nadie.
Me paré frente a la puerta del instituto y respiré hondo, miré el ceñido vestido rosa que usaba y los zapatos a juego. Inalé aire por última vez y me aferre al bolso mientras abría la pesada puerta de vidrio, pase a hurtadillas por el escritorio de atrasos y rogué porque nadie estuviese ahí.
- hey - sentí atrás de mi, al girarme me encontré con la amargada y arrugada cara del señor Baker.
- hablando del diablo... - susurre.
- tienes que registrarte en inspectoria -.
Maldije por dentro y suspiré - vamos señor Baker, solo fueron unos minutitos - le guiñe el ojo a lo que me miró sobresaltado y seguí caminando.Buen comienzo, me felicité.
Narrador.
9:03am.Emma traspasó con paso firme la puerta pese a que sus piernas temblaban sobre sus altos zapatos, los había comprado ayer de camino a casa junto con más ropa y revistas de moda con las que se pasó en vela leyendo, llorando y comiendo chocolate. Pero ya estaba preparada para ser una de ellas, una perra como las que salen en películas como "Chicas Pesadas" o bueno, las que había en su instituto como las "amigas" de Evan. Ugh... Puto Evan.
Todos la miraron al entrar a excepción del profesor que no volteó la vista de su libro e hizo un gesto para que se sentase. Rodó los ojos y siguió su camino hasta el final de la clase sonriendole a los chicos.
- hey - dijo un chico llamado Kile sentado frente a ella - ¿cómo te llamas, hermosa?
¿No sabía su nombre? La chica reprimió su enojo y compuso una sonrisa seductora - Emma, claro -.
- bonito nombre - le guiñó el ojo y se volteó.Necesitaba una almohada, quería gritar. Ese chico se había sentado frente a ella todo un semestre y ni siquiera sabía su nombre. Se removió en el asiento y siguió clase.
Al toque de timbre ya tenía el número de Kile y Alex, un chico que al pasar le había guiñado el ojo, era un buen inicio. Se retoco el labial y salió. Ahora venía lo mejor.