Capitulo 4 (Parte 2): Charla pendiente

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-Que-e?- dije asuatada volteando a ver. Y ahi estaba el, parado con su perfecto traje, su barba tan varonil, su hermoso y perfectamente peinado cabello, sus manos traian unas bolsas del supermercado, y su altura. Era todo un Adonis.

-Ay por Dios ¿Se resbaló?- dijo acercandose y poniendo sus ojos en mis piernas.

-Amm si pero no es nada. Fue un charco de lodo... Eso es todo

-Lo se pero es peligroso, pudo haberse lastimado una pierna. Esta mojada...-dijo pasando una mano por mi sueter mojado en la parte de mi espalda baja.

(Dios soy muy sucia, escuchar de él "esta mojada" me hizo pensar muchas cosas)

-Amm si pero esperare a que pase la lluvia y me ire a casa.

-Vamos deje que yo la lleve- dijo retirandose el saco, carajo sus músculos- Es tarde y te hara daño si te quedas aqui. Ademas estas sola.

A decir verdad tenia razón. Deje de pensar en esas pendejadas de Yo y el profesor y me concentre en la realidad.

-De acuerdo ire con usted.

-Vamos por mi auto. Esta en el estacionamiento... Ten ponte mi saco, tenemos que pasar por la lluvia para llegar al estacionamiento techado.

-Oh no no no no- dije extendiendole el saco- me ire asi. Arruinare su Saco.

-Llevatelo no habra problema.

Sin decir mas camino hacia fuera y fui detrás de el. Corrimos y llegamos al estacionamiento en donde pude retirarme el saco. Antes de entrar me sacudi la falda de lodo seco pero... Me halze la falda por accidente, lo supe porque senti mi mano en mi trasero lo cual fue vergonzoso. Volteé y el estaba detrás de mi muy rojo... Ay Dios!!!! Vio lo que no debia ver. Estupida falda corta, me comprare una de monja, si una de esas.

-Lo siento- fue lo único que pude decir.

-No se preocupe- dijo tallandose la cara con una mano- entre al auto.

Entre y me cerró la puerta. Luego el entró y comenzó a manejar. Era algo muy incómodo ya que ninguno decia algo. Oh rayos... ¿Como iba conduciendo si ni siquiera sabia mi dirección?

-En donde vives?-dijo serio sin verme. Me estaba hablando de "TU". Me tuteo

-Amm vivo en El edificio Bushner Planta D, departamento 8. Si quiere me puede dejar aqui, estamos cerca... Si, eso es, aqui me bajo- dije abriendo la puerta.

-No no no Que Haces?! Cierra la puerta, es peligroso abrirla cuando el auto esta en marcha.

(Me volvió a tutear)

Cerre la puerta y guarde silencio. Dios, su auto era grande y muy lujoso. Era negro con vidrios polarizados, puertas automáticas, y toques de plateado. Cuanto ganará por ser profesor?

-Ya vamos a llegar a su casa. ¿Tiene alguna llave Para acceder?- dijo rompiendo el silencio.

-Si espere- dije un poco nerviosa. Comenzé a buscar en donde siempre traigo las llaves de casa, sin embargo no estaban a lo cual segui buscando por toda la mochila. Me estaba comenzando a Asustar ya que las llaves no estaban por ningun lado, entonces recorde que las habia dejado encima de la mesa antes de ir por mi trabajo de física que se me habia olvidado en mi habitación. Eres una pendeja, me repetia una y otra vez.

-Llegamos- dijo el profesor sacandose de encima el cinturón de seguridad- ¿Pasa Algo?

-No no es solo que... Olvide las llaves en casa- dije con las manos sudorosas.

-Cielos... ¿Y como entrara usted? ¿Y su padre?

-Mi padre tiene una copia de las llaves asi que por el no hay problema... El problema es por mi- estaba nerviosa, me pellizcaba las palmas de las manos de saber que haria aquí, sola.

-Puede ir conmigo a mi casa, marcarle a su padre y decirle que esta conmigo para que el pase por usted.

Me puse roja, lo se, ya que sentí el calor enorme en mis mejillas pero... ¿Era enserio? Si mi papá se entera de que estoy con un profesor, en su casa y en la noche me mata a palazos con el palo que usa para matar bichos.

-No no estoy bien así, adentro en la recepción esta José, el portero. El tiene un teléfono, ahi me comunicare con el. Apenas cambio de numero y ese no me lo se, pero en la recepcion si esta registrado- dije bajando del auto- de cualquier manera muchas gracias.

-Igualmente. Hasta luego Mia

Paro cardiaco en 3...2... A la mierda el estar pensando en contar, yo ya estaba mas frita que una tostada. Me volvió a tutear, como si fuéramos super amigos. Baje del auto y caminé hacia la recepción, antes de entrar volteé a ver si ya se había ido y seguia ahí parado, con su hermosa sonrisa.

Entre y un mensaje... De Alan

De: Alan
Para: Mia

Tu y yo tenemos una Charla Pendiente.

Ay no no no. En verdad no queria hablar en lo mas minimo con el, tendria que ponerle un alto a sus juegos, NO ME GUSTA.
Entre a la recepción y habia un chico que jamás había visto. Era guapo con cabello peculiar, un poco bronceado y linda sonrisa.

-Hola Soy Armando. José no pudo llegar... Esta enfermo y seré su remplazó. ¿Necesitas algo?- dijo mostrando sus perfectos dientes. Lo que mas me llamo la atencion de el fue su cabello blanco que hacia un conjunto sexy con su piel apiñonada y sus ojos verdes. Pense en llamarle a mi papa y decirle que lo estaba esperando, pero no. Pensé en otra opción.

-Si... Tendras una copia de la llave del departamento 8D?- dije esperando a que dijiera si

El chico llamado Armando se volteo a un tablero que estaba atras de el. Era enorme con un número y letra distintos. A veces quisiera vivir sola aunque realmente eso hago, ya que la poca compañía de mi padre no era suficiente y sin mi madre era distinto. A decir verdad, yo no soy de esas adolescentes clichés, las tipicas que prefieren estar solas ya que es filosofía, de las que cortan sus brazos para obtener atencion o que fuman para parecer malas. Yo soy normal, no me gusta estar sola simplemente quiero una familia y no como otras chicas, que al contrario de mi quieren destruirla o simplemente no tenerla porque nadie las comprende. Me sentía sola en estos momentos, pidiendole una copia de la llave de mi departamento al suplente del portero ya que la mia la olvide y mi papa esta metido en su trabajo, no tengo mamá que este conmigo y nadie me recoja de la miserable escuela. Genial.

-Mmm no tengo copia de tu departamento- dijo sacandome de mis pensamientos- si quieres... Puedo ayudarte a entrar

-Como?

Movió la cabeza hacia el lado izquierdo indicandome que me siguiera, a lo cual respondi moviendo mis pies hacia donde el iba. Ir atrás de el me hacia sentir segura ya que era un extraño y lo seguia hacia donde el iba. Subimos a elevador y pude sentir mejor su aroma. Era una muy buena mezcla entre limon y aire fresco, su playera blanca se amoldaba perfectamente a sus definidos musculos y su cabello blanco peinado hacia la derecha un poco elevado. Era realmente guapo. Salimos del elevador y se dirigio a mi departamento donde este se inclino en la chapa de la puerta y con una navaja y la forzó. La puerta se abrió. Tenia ganas de darle mil besos ya que en realidad estaba agotada de este dia.

-Muchas gracias- fue lo unico que mis labios pudieron decir.

-Nos Vemos mañana Princesa- dijo mostrando su sonrisa y se fue.

Mierda era muy sexy.

Tentación prohibida© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora