Llegamos al lugar. En realidad no era un bar sino un antro popular de Hock y estaba a reventar esa noche, las filas de jóvenes intentando pasar y los guaruras bloqueando la entrada. Me daba cosa entrar a un antro ya que papá me había prohibido venir aquí y nunca había asistido a un lugar así, había ido a fiestas pero de los compañeros del colegio y nada más, esto ya era otro nivel. Salimos del auto y Jimena beso a Ian tan lindo que me preocupe por que me diera diabetes, pero estaba feliz por ella, al menos tenía a alguien que era especial. Nos dirigimos a la fila y en lugar de que se formara avanzó y dijo nuestros nombres, y el hombre abrió el cordón que "Bloqueaba" la puerta. Me sentí estupida por haberme ido a formar sin saber que ya teníamos reservación.
—Porque no me dijiste que ya teníamos reservación? Me quedé cómo estupida
—Tu siempre quedas como estupida - dijo riendo.
Le enseñé el dedo de en medio caminando hacia una mesa pequeña del fondo. Llegamos y como era de sospechar Jimena se fue con Ian a bailar.—Vamos a bailar unas pistas. No tardamos- dijo gritando por el volumen de la música
—Adelante- me sentía mal por quedarme sola pero feliz por ella así que no dije nada.
Pasó alrededor de media hora y ya había pedido más de 6 copas de whisky. Me sentía mareada pero el calor me inundaba pidiéndome más. Unos chicos de la mesa de enfrente me echaban el ojo varías veces pero los ignore. Saque mi celular y revise la hora: 11:44 demonios, pensé. No sabía a qué hora llegaría papá o si llegaría. Tome mi bolso y fui al baño a llamarlo, ahí habría menos ruido y podría hablar. Contesto al cuarto tono
—Mía ¿Estas bien?- al parecer no había llegado a casa.
—Si papá- mi voz se escuchó Rara por lo que carraspeé parar que sonara más normal. Ya empezaba a arrastrar las palabras- Estoy genial. Solo te hablaba para saber si vas a llegar
—No cariño, me voy a quedar con Medina en un hotel. Hay un problema muy grande en la empresa.
—De acuerdo, te hablo mañana.
Colgué sin esperar su respuesta. Me dolía en el fondo su actitud tan desinteresada de mi. Seque las poca lágrimas que salieron y me dispuse a a salir a divertirme. Salí del baño donde había chicas vomitando en las tazas y me dirigí a la pista. El chico moreno de la mesa de enfrente de paro y caminó hacia mi
—Bailas?
Asentí con la cabeza. ¿De verdad bailaría con un desconocido? Si. La canción era una de esas de atrás un tanto sexual. Todos estaban pegados embarrándose cuerpo con cuerpo.
El chico tomo mis manos y las puso sobre su cuello y puso sus manos en mis caderas. A lo lejos vi a Jimena bailando con Ian moviendo sus grandes caderas con estilo y facilidad. Así que hice lo mismo y el chico se pego más a mi. Acabo la canción y se fue menudo idiota. Caminé hacia la salida y el tacón se me rompió y tropecé con alguien. Sentí sus brazos firmes sobre los míos y como quedé arrodillada tenía una visión incomoda. Los vaqueros negros estaban en mi visión y estaba roja de vergüenza. Me levante rápido ignorando el tacón y al ver la cara de la persona con la que había tropezado era peor, era el. El profesor Samuel.—P...Prr...- dije tartamudeando como imbecil. Mal Mia.
—Señorita- dijo cruzando los brazos sobre su camiseta negra sencilla. Se le entallaba en los bíceps y le resaltaba más el tatuaje. Sus Vaqueros y sus botas lo hacían ver sexi y rudo. ¿Que hacia el aquí?- Qué haces aquí? No te dijeron que este lugar es para mayores de edad.
—Fíjate que soy mayo de edad. Y si me lo dijeron por eso vine- Me molesto su comentario- Además este lugar no es para un maestro o si?
—Ni para una niña como tú— dijo riendo y por su voz sabía que estaba ebrio. Talvez 6 o 8 copas por como se tambaleaba y sus ojos.
—No soy una niña. Y si lo soy no soy tan idiota.
Sus amigos lo llamaron desde la barra pero el alzó el brazo en señal de que le dieran tiempo.
—Bailamos?– dije finalmente. ¿Que? ¿Por qué dije eso? Estaba tan tomada que no sabía lo que decía.
El no dijo ni sí ni no sólo le tomó de una mano y me llevó a la pista. Era una canción demasiado movida pero bailamos lento. Termino y bailamos 3 más y el no decía nada solo me veía. Me acerqué a el y me miró incrédulo sin saber lo que estaba a punto de hacer.
—Estas borracho- dije arrastrando las palabras
—Igual que tu
—Yo estoy más- Esa conversación fue estupida pero la había comenzado yo.
—Pruébalo- dijo retante con una sonrisa.
Me acerqué y lo bese profundo mientras todos bailaban y nos empujaban. Fue un beso delicioso su boca llena de alcohol junto con la mía. Tire de su cabello y me tomó de las caderas acercándome a el de golpe. Fue un beso lleno de pasión, deseo y desesperación que no quería detenerme hasta que escuché una voz conocida llamándome y por el tono con sorpresa.
—Miaa!!!- dijo Jimena desde el otro lado con la boca abierta. Y cuando Samuel volteo la boca se le cayo más al ver que era mi profesor. Todo se puso negro y no podía ver nada no sabía dónde estaba hasta después de unos momentos lo entendí. Me había desmayado enfrente de todos.
ESTÁS LEYENDO
Tentación prohibida©
Teen FictionNunca Sabremos si los caminos de dos personas se cruzan por destino o solo por casualidad, pero de algo estoy segura... Que el camino suyo y el mío están unidos... Y no sabré si seguiremos así. No siempre se trata de cuánto dure, si no de lo que si...