DOS

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Tyler caminaba en el cuarto de un lugar a otro completamente inquieto, mordía sus uñas del nerviosismo, esperaba a que alguien lo fuera a buscar para que le avisara que su familia lo estaba esperando afuera, y así fue. La misma joven que ayer lo visitó en su cuarto había aparecido con unos papeles en su mano y unos lentes.
—Llego la hora. – expresó con una sonrisa triste en su rostro, Tyler se limitó a preguntar porque la joven estaba así.
—Gracias por todo. – fue lo único que dijo Tyler sonriente. Tímidamente le dio un abrazo a la chica, ella correspondió ese agradable abrazo.
—Ve...tu familia te espera. – dijo.

Tyler tomó su mochila donde llevaba una pocas cosas  mirando por última vez a la chica, ella evitó mirarlo dándole la espalda.
No demoró en aparecer un señor para que lo guiará  a la salida del manicomio. Los pasillos eran realmente claros con luces fuertemente blancas que obstruían la vista, Tyler veía con gran dificultad al final del pasillo una puerta de vidrio. Al momento de cruzar esa puerta todo era tan colorido para Tyler, una inconsciente sonrisa se formó en su rostro, era un pequeño jardín, con algunos pocos árboles, había césped y los chicos que habían vestían con ropa normal, ya no estaban con esas vestimenta blanca desolada.  El cielo brillaba... Tyler no podía estar más feliz. Luego de estar mirando por varios minutos el lugar decidió buscar a su familia con la mirada pero ellos no estaban. Él chico comenzó a preocuparse, no sólo por qué su familia no estaba...varios chicos en lugar estaban como él, con sus mochilas en las espaldas mirando el lugar completamente embobados pero sin noción familiar cerca, Tyler busco al señor que lo había traído había desaparecido.

Comenzó a caminar por el lugar para ver si encontraba a ese serio y silencioso señor. Entre el intento de poder encontrarlo Tyler quedó petrificado figando su vista hacia al frente.
Era Josh a quien vio entre toda esa multitud de jóvenes enfermos, Tyler entre la desesperación y felicidad se acercaba a Josh corriendo, Josh solo le sonreía, Tyler extendió sus brazos para poder abrazarlo pero al momento de hacerlo Josh ya no estaba.
—¡Josh! – gritaba. El chico de cabellera rosa había desaparecido. Tyler no podía entender nada, no sabía que era lo que estaba sucediendo en su mente  ni tampoco sabía que era lo sucedía en el exterior.

Tyler  bajo su vista triste, confundido « ¿Por qué Josh desapareció? » «¿Por qué me abandono?» pensó.

—Hola... – dijo un chico a su lado. Rápidamente Tyler lo miró algo asustado. —Hola...soy Brendon. – decía el chico con cabellera negra, escuálido y pálido.

—Hola...– respondió Tyler, dudoso.
—Hola...me llamo Brendon. – repitió.
—Eso ya me lo haz dicho....
—Brendon...y busco a mi hermano... Hola me llamo Brendon...¿Sabes dónde está mi hermano? – el chico ya no parecía hablar con Tyler, le estaba hablando a la nada tomando su cabeza.

Entre el susto y la confusión, Tyler lo dejó solo, nuevamente comenzó a merodear por el lugar ya llevaba un buen rato en ese lugar y su familia no aparecía... Se dirigió a la puerta que lo trajo a este raro lugar, la golpeó desesperado. —¡Ya quiero irme! – gritó. Pero nadie le hacía caso al chico.

Estuvo así por un largo rato pero el cansancio le había ganado, decidió rendirse tomando asiento justo al lado de esa puerta...él no sabía en lo absoluto porque su familia no estaba, porque Josh había desapareció, porque lo habían traído hasta acá ilusionado diciendo que saldría, pero cada vez más él creía que lo habían traído a otro encierro.

Si es así... El chico no iba a dudar en buscar alguna manera de poder salir de este lugar.

Los otros jóvenes que estaban en el lugar hablaban entre ellos, parecían entenderse... A Tyler le retumbaban en sus oídos todas las conversaciones juntas, lo estaban estresando, poco a poco sentía como la alteración de su cuerpo comenzaba a apoderarse de él, quería golpear a todos... Quería callarlos a todos... Resistiéndose a hacer lo que su cuerpo y su mente le pedían , Tyler trataba de aislarse pero de un momento a otro vio cómo se acercaba rápidamente al chico más cercano para golpearlo... Él no quería... Nuevamente se estaban apoderando de Tyler.
—No por favor. – murmuraba Tyler con los ojos cristalizados. Cuando ya había empuñado su mano directo a plantar ese puño en la cara del chico... La puerta se abrió... Todo el lugar quedó en silencio. 

THE RUN AND GO• joshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora