Capítulo 1 El nuevo

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Quizás nadie lo espera, quizás esa mañana no iba a ser una mañana como otra cual quiera pero algo nuevo pasaría en un pequeño pueblo cercano a Madrid. El destino de sus habitantes y sobretodo la vida de una chica cambiarían por completo con un simple gesto, por una simple elección.

Era una mañana normal a las siete de la mañana una chica se levantaba, sin muchas ganas, para ir al instituto

- Elisabeth, despiértate, hora de ir al instituto.....

Una mujer de unos 40 años picaba a la puerta de la habitación, era algo bajita y tenía los cabellos castaños con mechas rubias.

- Voy... Mamá.

Sin mucho ánimo la joven se levantó de la cama, se quitó las lagañas que tenia y bostezo, vio su habitación, pintada de color morado con estrellas y lunas negras por todos lados. Negó con la cabeza pensando porque demonios tenía que despertar y volver a esta porquería de realidad que le había tocado vivir, porque no podía quedarse en ese sueño tan hermoso en el que su príncipe azul venia y la rescataba de todo eso.

- Arriba, vahhhh, que llegamos tarde....

La mujer hizo que la chica saliera de su ensoñación, se estire y luego se dirigió a su armario sacando un tejano, una camiseta de color negra y un jersey del mismo color; se los puso con lentitud y, mientras lo hacía, pensaba lo largo que sería su día en ese instituto tan peligroso, era como entrar en la jungla, pero en vez de feroces fieras, había gente hipócrita, traicioneras y manipuladoras, capases de hacer todo tipo de cosas con tal de conseguir sus objetivos, capases de pegarle a una persona más débil por el simple placer de sentirse superior.

Caminó hasta el lavabo donde encendió la plancha de pelo y se empezó a maquillar, delineando sus ojos, color chocolate, con un lápiz negro. Con una mano cogió sus planchas y con la otra el peine y empezó a plancharse sus cabellos castaños, dejándolo aun mas lizo de lo que eran. Después se cepillo los dientes, se arreglo un poco la ropa viéndose en un espejo que estaba detrás de la puerta, viendo su cuerpo algo delgado, su piel morena, su rostro ovalado y fino cuello.

- Como siempre esto es lo mejor que puedo lograr.- Dijo mientras negaba con la cabeza y cogía unos pendientes largos y negro y se los ponía con cuidado. Salió del baño y se dirijo a la cocina donde cogió una taza y se preparo un té, pero antes que pudiera terminarlo, su madre ya estaba en la puerta, vestida y lista para llevarla a ese infierno. Se puso los zapatos, cogió su mochila, azul celeste, y se fue al coche. En este todo se mantuvo en silencio solo roto cuando la chica encendió la radio y puso algo de música para intentar levantarse, aunque ni la música la podía animar en esos tiempos. Llego a la puerta del instituto y se bajo del coche con mucha lentitud.

- Adiós mamá, nos vemos en la noche.

Diciendo esto cerró la puerta y se adentro por las estrechas puertezuelas del edificio, entre empujones y pisotones bajo las escaleras que la llevaban a piso de abajo del instituto, se fue a la puerta 2.3, su clase, donde estaba un grupo de chicas y chicos recostados contra la pared y con cara de sueño.

- Buenos días Elisa, ¿Como estas?

Una chica morena, con el pelo rizado y de contextura normal la saludaba sin mucho afán, tenía una chaqueta de color morada y negra, con unos tejanos y unos zapatos deportivos de color blanco. Cuando la chica morena el saludo otras personas que estaban en el grupo lo hicieron, solo una pareja no lo hizo, ya que se estaba besando y no podían.

- Hola Este, bueno bien como cada día.

No tenía muchas ganas de hablar, era miércoles, solo había pasado tres días de la vuelta de las vacaciones de verano y todavía no había agarrado el ritmo de madrugar. Suspiro y vio como el profesor bajaba por las escaleras y una cara de aburrimiento apareció en su rostro, el profesor abrió la puerta de clase y todos los alumnos pasaron dentro incluidas Elisabeth y Estela. Elisabeth se sentó sola pegada a la pared y justo al frente de la mesa del profesor mientras que Estela se sentaba con un chico, en la fila de atrás que Elisa.

Besos de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora