Capítulo 13. El peligro siempre está en el aire.

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Esa mañana Elisabeth se había levantado de mejor humor y con mejor aspecto, aunque los brazos le dolían cuando le tocaran no era ese dolor punzante de antes, y los moretones ya solamente eran pequeñas manchitas oscuras en su piel oliva. Se levanto viendo su teléfono y lo primero que vio fue que tenia dos WhatsApp, abrió la aplicación y vio de quien eran. Dimi y Derek, abrió el del peliverde viendo que era una disculpa, pero no lo leyó, no quería, no podía, como tampoco había podido leer la carta que Tristán le había dado. Luego abrió el de Dimitri y sonrió.

Dimi:

Buenos días princesa, te espero para llevarte a clase pero hoy tengo que ir al médico.

✓ ✓Hola Dimi, feliz día.

✓ ✓¿Qué te sucede? ¿Te sientes mal?

Dimi:

No, tranquila es un chequeo. Nada de qué preocuparse

✓ ✓Bueno te creo, pero no tienes por qué llevarme, puedo ir caminando

✓ ✓Soy una chica fuerte

Pero no hubo respuesta, Elisabeth no se comió más la cabeza y se comenzó a vestir con unos leggins negros, unas botas altas y una camisa manga larga, el invierno se había adelantado ese año y ya caía sobre ellos con fiereza. La morena se asomó por la ventana viendo el cielo completamente encapotado mientras que el suave roció de la mañana estaba ligeramente congelado debido al frio... así que, plancho sus cabellos y sobre este se colocó un gorro para cubrir su cabeza y orejas, que en su opinión era donde mas le afectaba el frío matutino. Lucifer, que desde hacía una semana estaba ya instalado en su cuarto se levantó levemente, la miro y movió la cabeza a un lado.

-¿Te gusta?- le pregunto la joven con una sonrisa teniendo un miau como respuesta a su pregunta.- Gracias tú también estas muy lindo hoy.- le dijo para luego darle un beso al animalito y bajar a desayunar, su madre no se había levantado, desde que Dimitri la llevaba a clase su mamá dormía un poco más, la pobre siempre estaba agitada y eso le ayudaba.

Se preparó una taza de té y la tomó aun ardiendo, así mientras caminaba al instituto no se congelaría tanto. Luego salió a toda prisa encontrándose el Audi R8 de Markus estacionado al frente y de este salió Dimitry vestido con su jeans rasgados, una camisa de cuadros y su chupa de cuero, la verdad no tenía mucha pinta de ir al médico pero la joven no quiso darle mucha importancia, hasta ese momento no se había fijado que el joven se estaba dejando el pelo largo y que ahora lo tenía semi-recogido en un pequeño chongo....

-Sé que sabes atarte las sandalias tu solita Megara, pero hace frío y me queda de camino.- Dijo el abriendo la puerta del auto.- Así que arriba señorita, por cierto, te ves hermosísima.- Dijo con picardía dándole un beso que en un principio era en su mejilla, pero se aproximó más a la comisura de sus labios haciendo que la morena se sonrojara como una cereza y subió al auto que para su suerte estaba bastante calentito.-

-¿Llevas mucho esperándome?- le pregunto la joven mientras este aceleraba y conducía en dirección al instituto.-

-No la verdad, solo saque el auto para que estuviera caliente para ti.- Dijo entre risa mientras conducía.- Sé que eres más friolera que un copo de nieve.- Eli simplemente giro los ojos mientras vía al muchacho conducir, ya casi estaba llegando al instituto y aun no le había dicho por que iba al médico.-

-¿Seguro estas bien?- pregunto la morena viendo a Dimitri que estacionaba delante del instituto para luego tomar su mano y besar con sumo deleite, pero los labios del chico estaban helados, más fríos que el mismo roció de la mañana.-

Besos de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora