Capítulo 9

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Tiempo desperdiciado

No sé con certeza cuanto tiempo ha pasado después de aquel día que ya no pude más, sólo por Derek que llegó a tiempo podría considerarme que estaba a salvo, pero me seguía cuestionando que hubiera pasado si Derek no hubiera llegado, una opción muy lógica es que después de que aquel hombre hubiera abusado de mí me mataría sin dudarlo, o por lo menos eso creo. Como decía no sé cuánto tiempo llevo en este estado raro, ya que puedo estar en algunas veces consiente pero no puedo abrir mis ojos, los sentía demasiados pesados —como todo mi cuerpo—, para poder abrirlos, al igual que todo mi cuerpo, pareciera que estuviera consiente pero no mi cuerpo para responder a las acciones que quiero hacer, también puedo escuchar pero solo son murmuros que no puedo entender muy bien, me da desesperación estar así, sin moverme, hablar o abrir los ojos mientras puedo estar consiente, daría mucho para tener el control de todo mi cuerpo.

Y tal como si mis plegarias fueran escuchadas, siento como un ligero hormigueo pasa por uno de mis brazos para luego intensificarse a todo mi cuerpo, después siento ya mi cuerpo más ligero al igual que mis párpados, hago un último intento por abrirlo y después de varios intentos pude, los abro lentamente pero una luz blanca me impide abrirlos por completo así que por inercia los vuelvo a cerrar por no adaptarme bien a esa luz blanca intensa, vuelvo abrirlos y me esfuerzo para que me pueda adaptar a la luz, me adapto poco a poco que abro por completo mis ojos y lo único que miro es el techo de l a habitación en el que estoy, por el simple aroma de la habitación puedo decir con certeza que es la habitación de un hospital. Intento recorrer la habitación con la mirada pero una voz masculina me detiene en el acto.

—¡Lisa!— exclamó feliz aquella voz masculina.

Intento ver de quién es esa voz, trato de enfocar mi vista a la persona que me habla y veo que era Derek, pero su aspecto me deja demasiado confundida y algo preocupada, no se ve como el Derek de todos los días en la comisaría, se puede decri que es la versión contraria de lo que es, tiene unas ligeras ojeras y se ve que no se ha rasurado durante días porque se le ve una pequeña barba de días, parecía casi a un vagabundo.

—Hola—lo salude con una sonrisa de lado, por lo menos intentaría animarlo, por su aspecto parece que no estaba pasándola bien.

—Lisa, que bueno ya despertaste, estaba demasiado preocupado, tantos golpes que te dio ese maldito bastardo. Lo bueno es que con esas dos semanas que estuviste en reposo provoco que poco a poco se te quitaran los moretones y se recuperara tu cuerpo, no estás del todo recuperada pero comparando a como te lleve al hospital estas mejorando—explicó muy rápido Derek, que ni yo sé cómo pude entenderle todo.

—Tiene que ser eso algo bue... —me detuve y reflexione lo que dijo Derek, estuve en reposo dos semanas —... ¡¿DOS SEMANAS EN REPOSO?! — exclamé sorprendida. No podía creer que estuviera ese tiempo, desperdicie varios días estando en reposo, y todo por no llevarme un arma y por no tomar esas clases de defensa personal, de la última es de la que me arrepiento más.

— Sí Lisa, estuviste dos semanas en reposo para que tu cuerpo se recuperará —explicó intentando calmarme por sorprenderme de los días que repose.

Rápido me recuesto pero luego me arrepiento porque me lastimé, no sé de dónde pero sentí un fuerte dolor, tan fuerte fue mi dolor que me quejé mientras cerraba muy fuerte los ojos.

—Calmate, Lisa, acuerdate de no hacer movimientos bruscos —decía intentando registrarme a la cama. Vaya momento de decirme eso.

El asesino de cold street Donde viven las historias. Descúbrelo ahora