Capítulo Veintinueve

55.2K 4.2K 1.1K
                                    




Katherina



Sabía que habría una fiesta aquella noche para la despedida, Em me lo había dicho y lamenté que Merly no estuviera a los alrededores, quizás ella podría ayudarme con mi problema. Había estado soñando cosas calientes con Rocco desde dos noches atrás cuando él había estado teniendo una pesadilla de la cual no me dio detalle, pero cuando habíamos estado por hacer el amor casi vomito sobre él y había corrido hacia el baño, había palidecido cuando lo encontré mirándome luego de devolver toda la cena y cuando me había preguntado sobre si estaba enferma, había mentido por entrar en pánico. No quería decirle que esperaba a su bebé de aquella manera, no luego de observarme vomitar.

—¿Sabes que ese sujeto me pidió que me marchara?— me preguntó Ginna. La había visto coquetear con By, todos lo habían visto, especialmente Em. —¿Estás bien con eso?— preguntó pero por su tono supe que parecía entenderlo.

—No, no sabía— Rocco no me había dicho lo que hubo hablado con ella.

—¿Entonces estás bien con que me marche?— preguntó con confusión.

—Ginna— esta plática sería incómoda, pero tenía que suceder. —No puedes quedarte en el club— esperé, sabía que no estaría de acuerdo pero no pelearía con ella.

—Mierda, Trent. No puedo creer que estés dejando que un hombre decida con quien sí o con quien no puedes estar.

—No, Rocco no es así...— intenté defender a Rocco, era que solamente no confiaba en Ginna como yo lo hacía, quizás teniéndola lejos, cuando todo se tranquilizara, podría volver a contactar con ella y él tendría oportunidad de conocerla como yo lo hacía.

—Dios, no puedo creerlo— resopló. —Espero que tenga la polla grande como la de un caballo y la sepa jodidamente usar como para que estés totalmente de acuerdo con lo que te dice.

—¿Lista para irnos de compras?— Em se acercaba mientras giraba las llave de su jeep en un dedo. —Dove tiene su culo ocupado y estoy cansada de que siempre tengamos que salir con él— bufó. —Necesito recoger unos packs de cervezas para la fiesta y unos barriles para llevar a Asheville.

—¿Vamos?— pregunté a Ginna.

—Será mi puto último día contigo, ese hombre tuyo me dio hasta hoy. Quizás tome un autobús por allí y regreso a donde Tony— la idea de ella regresando allí no me gustó pero no dije nada, egoístamente, si regresaba allí, sabría donde la podría localizar en un futuro. —Tranquila, Pocahontas, deja de mirarme como tu peor enemiga— si ella supiera las razones por las cuales Em la observaba de aquella manera, se hubiese retractado.

Ginna corrió al interior del edificio por su bolso, era lo único que había traído con ella, había estado usando un poco de mi ropa durante su estadía.

—¿Crees que esté bien salir sin Dove?— pregunté no muy segura.

—Ya estoy cansada de tener el trasero vigilado— se lamentó. —Solamente iremos a la ciudad, no sucederá nada. Regresaremos y nadie se dará cuenta de que salimos sin vigilancia— no estaba muy segura, pero no dije nada.

Aquella noche luego de la fiesta le diría lo del bebé a Rocco, compraría mi primera revista materna y me encargaría de cuando llegáramos a Asheville ir a un ginecólogo y monitorear mi embarazo.

Ginna regresó y por la sonrisa que llevaba en el rostro supe que algo había hecho y que llevaba por nombre By.

Había comprado un vestido de verano de color naranja y algo para el cuatro de julio, Em me lo había sugerido, dijo que sería bueno si compraba un traje de baño, pues ese día el club iba a las afueras de Asheville donde se reunían en un río: mucho alcohol, comida, y todos los diferentes miembros del club viajaban hasta allí para la celebración. También me obligó a comprar algo para usar por la noche, habrían muchos fuegos artificiales que los hermanos se encargaban de tirar para que todo el pequeño pueblo disfrutara de ellos.

Loving the Darkness (D.W #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora