Atracción Fatal TERMINADA

Quince

Los adultos se fueron y la fiesta siguió en pie. Mi padre obligo a mi hermana a quedarse, seguramente para cuidarme, como últimamente le ordenaba papa. El alcohol habia llegado a mi sangre igual que una rubia, mucho mayor que yo. Ella estaba sobre mi cuello, mordiendo, besando, lamiendo. Me estaba excitando demasiado. Ese hermoso momento que estaba viviendo con la rubia entre mis brazos y sobre mi enorme erección, levante los ojos y pude ver a lo lejos a Diana tratando de sacarse de encima a un pesado. Este la estaba molestando demasiado, tanto que la acorralo contra la pared. Pude ver por un segundo, y desde donde estaba, la mirada aterradora que llevaba Diana en sus ojos. Pero que se arregle sola. O eso pensaba que iba a dejarla hacer. Salte de la rabia cuando el hombre comenzó a manosearla. 

-Maldición -Murmure- 

Saque a la rubia sobre mi cuerpo y fui directamente, atravesando a la multitud hasta llegar a mi destino. Voy a matarlo

Narra Diana:

Estaba tranquila, enviando mensajes con Dylan y tomando una cerveza cuando un hombre se me acerco rápidamente. Estaba borracho y podía notarlo, su olor me hacia tener ganas de vomitar todo el tiempo. Se acerco tanto a mi, sin poder detenerlo por su fuerza, que termino atrapándome entre su cuerpo y la pared fría. 

-Eso bonita, solo quédate ahí

-Aléjate -Susurre-

-¡Hey! 

El hombre volteo y me encontré con la figura de Alan. Podía ver su mirada enfurecida sobre los ojos de aquel hombre. Este se quedo mirando a Alan desafiante, era mas alto, mas fuerte y si Alan decía algo o se interponía, sabia que iba a matarlo. Sin piedad. 

-¿Quien eres? -Dijo

-¿Que le estas haciendo a mi hermana? 

Por primera vez escuche a Alan decirme "Hermana" sabia que estaba ebrio, podía ver como se balanceaba de a poco en cada palabra y resbalaba a veces su lengua al intentar pronunciarlas. Me puse frente a Alan y con una de mis manos fui empujándolo de a poco. 

-Vamos Alan -Dije

-Me tomo del brazo- Tenemos algo que terminar preciosa -Dijo el hombre

-Estoy harto

Alan se tiro sobre el y comenzaron a pelear. Nadie quería meterse y ayudarme con estos dos, me preocupaba mas Alan que cualquier cosa. 

-Por favor, Alan -Grite

Uno de los amigos del hombre, lo tomo de los brazos y lo separo de Alan que estaba en el piso con el rostro un poco lastimado. Tome a Alan en uno de mis hombros para ayudarlo y el se soltó bruscamente

-Estoy bien -Dijo

-Tenemos que irnos algún lado a que te curen el rostro 

-¡Estoy bien dije! -Grito enojado

Me asuste cuando grito tan de golpe, se acomodo la campera y me tomo del brazo como lo hace siempre para luego irnos afuera de la casa. El me empujo hacia delante y me soltó, me quede mirándolo y el se quedo parado cerca de la puerta

-Vuelve 

-¿Piensas que voy a ir a casa a esta hora sola? 

-No hablo de mi casa, hablo de la tuya en Londres

-¿¡Cual es tu puto problema?! -Grite enojada

-¡Solo intento que dejes de meterme en líos! 

-Nadie te pidió que me ayudaras

-¡Estoy cansado de ti! -Grito

El se acerco rápidamente a mi y me tomo de la misma forma que antes. Mi brazo ya casi tiene una marca, ¿Por que me esta mirando de esa manera? ¿Que quiere conseguir?

-Estoy cansado de que siempre estés metida.. en.. -Bufo

-¿¡Metida?! No estoy metiéndome en tu vida

-¡En mi cabeza, Diana! -Grito

Me soltó suavemente. Me quede parada frente a el, sorprendida. No podía formar una frase coherente para contestar. ¿En su cabeza? ¿Por que acaba de decirme eso? Se tomo entre los dedos su cabello y me miro furioso. Creí que por un momento iba a golpearme, o algo parecido. Solo bufo un par de veces mas y me miro de nuevo como antes. Juro que tengo mucho miedo y.. todavía sigo sin entender por que..

-Solo.. vete a casa, Diana

-No puedo dejarte solo

-¡Que te vayas de una vez! 

Y fue ahí donde pude ver que una pequeña lagrima, no se si de furia o tristeza, se deslizo lentamente por uno de sus ojos. No sabia que hacer. El solo se limpio esa lagrima y entro de nuevo a la casa. Sin decir mas nada. Sin decirme el por que. Sin decirme que fue lo que paso ahí adentro, que fue esa lagrima, que fue todo eso, sin decirme nada, como siempre. Tome las llaves de mi cartera y volví a la casa.