Atracción Fatal TERMINADA

Seis

¿Como se va atrever hablar así de mi madre? ¿Quien mierda se piensa que es? Maldito pendejo. Lo detesto. Llame a mi padre y le dije que viniera inmediatamente. Obviamente siempre esta ocupado pero dijo que llegaría en 15 minutos. 

Espere cuando las 11.30 se hicieron. La noche iba a ser larga y mas con esa música y gritos de muchachos borrachos en la sala de al lado. Estuve llorando como una imbesil en mi habitacion, parecía que tenia 13 años de nuevo. ¡¿Que hice para merecer todo esto?! 

-Tocaron la puerta-

-¡Púdrete! 

-¿Hija? Soy yo 

Por una vez en mucho tiempo, me alegre al escuchar la voz de mi padre del otro lado de la puerta. Abrí rápidamente y el estaba parado detrás con esa mirada preocupada, hacia mucho no me sentía de esta manera

-Oh nena

-Lo abrace-

Entramos a mi habitacion y le conté todo lo que habia pasado, me trajo algo de comer y luego me acosté. Me dormí al poco tiempo. Por suerte, el saco de la casa a todos los amigos de mi medio hermano. Podía escuchar sus gritos y realmente estaba muy enojado

-¿Por que ahora las cosas tiene que ser diferentes? -Grito

-¡Las cosas son como yo las digo! -Dijo mi padre

-Me tape con la almohada-

-Maldigo el dia que ella apareció 

-Pienso lo mismo -Susurre y me quede dormida.- 

Me desperté a la mañana siguiente, con un poco de dolor de cabeza pero bien al fin de todo. La casa estaba silenciosa y eso me encantaba en un mañana como esta. Baje las escaleras para entrar a la cocina y encontrarme a Marta, mi padre y si, el estaba ahí sentando también

-Buenos días -Dijo papa

-Hola -Dije general

-¿Dormiste bien? -Dijo Marta

-Como un bebe -Me senté-

-Aquí esta tu café, hija -Dijo papa-

-Gracias

El niño frente a mis ojos, mientras tomaba el cafe, no dejaba de mirarme fijamente a los ojos. ¿Que le pasa? ¿Le debo algo? 

-Alguien tiene algo que decirte -Dijo papa y miro a su hijo-

-Baje la taza- 

-Bufo- 

-Hazlo ahora -Dijo serio-

-¡Okei! Todo para complacer a la princesa -Dijo y dejo la cuchara a un lado- Lo.. lo lamento -Dijo y miro a mi padre- ¿Contento?

-Tome mi taza- Sabes que pasa, niño -Dije mientras me levantaba- No soy una princesa

-Me miro serio-

-Soy una reina -Sali de la cocina- Gracias por el desayuno -Dije mientras me iba