I

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Un molesto sonido inundó mi habitación, era la alarma. Llevé las manos a mis orejas y las cubrí, quería dormir más... qué sueño, mi cama es tan cómoda por las mañanas, ¡no dan ganas de levantarse!

—Taehyung, ¡despierta bebé! —una voz dulce se sumó al molesto sonido de la alarma, era mi mamá—. Sabes que debes hacer estas cosas solo cariño.

Me senté en la cama, aún con las orejas tapadas, mientras mi mamá caminaba por mi cuarto hasta llegar a la alarma para apagarla. Yo le observé en silencio, con uno de mis ojos abiertos. Hice una divertida mueca que sacó una risa a mi linda mamá.

—Vamos, TaeTae. No debo repetirte las cosas, ¿cierto? —volvió a hablar.

Cierto, no debe.

Me paré de la cama y sonreí, refregando uno de mis ojos con la mano. El frío de la mañana llegó a mis pies, manos y rostro. Esta vez reí.

—Perdón —me disculpé—. Mi cama es muy suave y cómoda, es difícil salir de ella —dije, con un ligero tono robótico.

Uh, no recuerdo si te lo mencioné, pero me cuesta un poco expresarme, a veces siento que soy una máquina en vez de un alíen. No, no, en vez de un humano, tampoco soy un alíen. De todas formas, alíen o robot —o puede que humano—, me alegra saber que estás leyendo esto.

¡Espera! Los robots no sienten, ¿verdad? Ellos no sienten, ellos no aman a Hoseok hyung. Entonces eso descarta una posibilidad.

—Ve a darte una ducha, yo te prepararé el desayuno —interrumpió mis pensamientos, gracias mamá. Creo que no podré vivir sin ella, pero de todas formas ella trata de que me autogobierne y sea algo independiente.

—Entendido —asentí. 

¿Qué hará de comer?

Caminé al baño, y a su vez, mi mamá dejó la habitación y fue a la cocina. Retiré mi ropa y miré mis pies, subí lentamente por mis piernas hasta mi entrepierna, luego mi abdomen y al final mi pecho. Recuerdo que hace diez años le escuché a mi nutricionista que debido a mi discapacidad tendría ansiedad y por eso comería mucho para poder relajarme, o algo así, y que eso era malo para mi salud, por lo que debían controlar mi dieta. Al final no importó demasiado, no soy tan ansioso como se esperaba y no subo de peso fácilmente, gracias a mi papá.

Mi papá y mi mamá actualmente son delgados, pero a diferencia de papá, mamá sube y baja de peso constantemente. A veces es gordita y otras veces delgada con una modelo, pero no como esas modelos horribles que son solamente huesos. No, como ellas no, sino que una modelo bonita, con bonitas curvas y un bonito, además de largo, cabello. Mi papá no, es siempre esbelto y alto, muy alto, casi quince centímetros más alto yo, con... ¿semblante? Creo que así era. Con semblante serio pero muy bondadoso.

Me miré en el espejo, en rostro me parezco a mi mamá, excepto mi nariz, que es un poco más gruesa que la de ella. Sonreí. Últimamente me considero más lindo que hace un tiempo, como si me estuviera dando motivos por los que Hobi hyung podría fijarse en mí.

Pequeñas lágrimas se acumularon en mis ojos, ni siquiera me di cuenta hasta que comenzaron a nublar mi vista, iba a llorar en cualquier momento.

Eso es imposible, ¿no crees? Él nunca se fijaría en mí, yo soy el chico especial, la mayoría de los estudiantes me ven con lástima, otros se burlan, puede que no intencionalmente, pero eso es lo que hacen, se burlan. Y unos pocos me ignoran, así como yo suelo ignorar mi entorno y a cualquiera que no es el maestro que enseña en la clase —al que de todos modos suelo ignorar a no ser que de las clases—.

"No es normal que una persona sana se fije en alguien con discapacidad", escuché eso de dos chicas que hablaban en la banca de un parque.

Tristeza, eso fue lo que sentí al oír aquello.

Yo soy especial [HopeV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora