VI

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Me levanté de la cama tan rápido que sentí cómo mis piernas se enredaban por completo con las sábanas y en un cuarto de segundo me encontraba en el piso.

Había caído y también provocado un gran ruido.

—¡Bebé, ¿estás bien?!

—¡Sí, mamá! ¡Solo tropecé! —grité de vuelta como respuesta.

Menos mal que no se acercó a mi dormitorio. Arrugué la frente por el dolor que sentí en una de las rodillas y parte del torso, hasta que el sonido de lo que me había hecho alterarme volvió a llegar a mis oídos.

Arrastré mi cuerpo como un gusano por el piso, logrando usar mis codos, casi al final, para llegar más pronto a la puerta. Estiré lo que más pude el brazo derecho y luego la cerré lentamente —no  quería dar un portazo que llame la atención de mis padres—.

El tono de llamada que tenía en mi celular no dejaba de resonar por la habitación.

Desenredé las sábanas de mis tobillos y, con la mayor velocidad que pude, me paré del piso caminando hacia la ventana, cerré las cortinas y luego volví hacia mi cama. El aparato no dejaba de sonar y en este instante era lo único que iluminaba en el lugar.

Miré ligeramente el velador que estaba a un costado de mi cama y vi que no me había equivocado.

Hobi era el de la llamada.

Salté sobre mi lugar y después me alejé dando un recorrido por mi cuarto mientras mordía mi labio inferior por los nervios. Volví finalmente a la cama y me subí a ella, brinqué allí y observé mi celular. El nombre del contacto se mantenía allí, intacto y con las dos opciones; colgar la llamada o contestar a ella.

Dejé que mi cuerpo cayera de estómago sobre el mullido colchón y tomé mi celular ágilmente. Es increíble que haya hecho todo lo anterior en poco más de un minuto. Mordisqueé mis labios mirando la pantalla y deslicé el dedo por ella con lentitud.

Contesté. No puede ser, lo había hecho.

Acerqué el teléfono a mi oído y esperé.

¿Estaría mal cortar ahora? Estoy avergonzado y ni la más mínima idea del por qué.

¿Aló? ¿Taehyung?

Me recosté por el lado contrario al que estaba el celular y me hice algo parecido a un ovillo mientras sonreía. Esta es la primera vez que tengo una llamada con él.

—Sí, soy yo —respondí.

Qué bien, pensé que Kookie me había dado mal tu número ya que demoraste bastante en contestar. Si Jungkook hubiese hecho eso, lo mato.

Reí.

—¿Qué pasó... —Hobi, quise decirle, pero no. No lo haría—. ¿Qué pasó hyung?

Creí que estarías más emocionado por oírme —escuché unas risas de él pero yo me sentí un poco mal.

Porque sí lo estoy, estoy emocionado. ¿Tan poco se nota?

Bueno, querido Taehyung, además de querer hablar contigo —sonreí—, quería informarte de algo. Y nada mejor que una llamada para poder cumplir ambas cosas.

—¿Entonces... qué es?

La licencia de Jungkook ya llegó a su fin, así que desde mañana podrá asistir a clases sin estar moribundo. Aunque no podrá comer cualquier cosa.

Mi sonrisa se ensanchó, ya me estaba aburriendo demasiado en clases solo.

—¡Buenísimo, perfecto! –reí.

Yo soy especial [HopeV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora