Y Por Esa Razon Te Odio

4: Me quiero suicidar!

A la mañana siguiente baje a desayunar, mi mama estaba en la cocina y mi padre estaba sentado en la mesa bebiendo una taza de café caliente y leyendo el periódico, cuando me vio bajo el periódico.

-Buenos días papa, buenos días mamá.-Buenos días respondieron los dos al mismo tiempo.

-Donde estuvieron ayer?

-Fuimos a casa de tu tía Lucy cariño, estaba un poco enferma.- Mi madre salio de la cocina con un sartén en la mano y en la otra un plato, me sirvió huevos estrellados y café con leche (mi favorito),comí tan rápido como pude, mi padre me observo, bajo el periódico y dijo:

-Eduardo donde estuviste ayer por la tarde?

-Fui a una fiesta con Kimberly.-Mi padre se quedo boquiabierto, por que a mi no me agradaban las fiestas y casi nunca iba a una.

-Que bien que hayas decidido salir con tu amiga.-Dijo mi padre con indiferencia.

Comí lo mas rápido que pude y subí a mi habitación, tome un libro del estante, la verdad es que a mi me encantaban los libros, era uno de los factores de mi amistad con Kimberly. El libro se titulaba: "El Resplandor" de Stephen King, era uno de mis libros favoritos de Stephen King, me encantaban sus libros, la forma en que detallaba cada situación, el era mi escritor favorito.

Leí el libro como por media hora, lo puse en su estante y me metí al baño por que ya era hora de ir con Carlos, encendí la regadera y me solía gustar como caía el agua en cara. Me enrolle la toalla en la cintura y me cambie de ropa, me puse una camisa azul celeste, unos pantalones azules de mezclilla, un suéter de lana color verde ya que afuera habían fuertes vientos y mis Converse negros.

Baje las escaleras con pequeños saltos y me dirigí a la sala y ahí estaba mi madre con una taza de té caliente cuando me vio volteo.

- Hola cariño, a donde vas?

-Iré con Carlos a una cafetería a hablar.

-Que te vaya bien y no regreses tarde.

-Esta bien mama tendré cuidado.- Salí de mi casa, la calle estaba muy solitaria, hacia demasiado frío, los arboles tenían un aspecto de átono aunque estábamos en Agosto.

Llegue a la cafetería tenia un aspecto rustico y cálido, cuando gire la cabeza ahí estaba Carlos sentado en una mesa con una chaqueta marrón, unos pantalones vaqueros y sus acostumbradas botas de construcción.

-Hola Eduardo.

-Hola.- Me senté al frente de el.

-Bien, pues de que querías hablar?

-Por que no me dijiste que te irías?

-Quien te lo dijo?

-Acaso ya no confías en mi?

-Si confió en ti, no era un hecho, no quería darles falsas esperanzas.-Carlos tenia un aspecto demacrado.

-Sabes que ya no me importa lo que hagas o dejes de hacer, YA NO SOMOS AMIGOS!!!

-Eduardo calmate, no es para tanto.-Lo deje parado, todos mantenían la vista fija sobre mi, me levante salí a la calle y tome un taxi, me subí en el y le di mi dirección al chofer, le dije que arrancara lo antes posible por que Carlos venia corriendo hacia el taxi, comencé a llorar.

El chofer me miraba con lastima, se me hacia conocido de algún lugar.

-Se encuentra bien joven?

-Si, no pasa nada...

-De verdad, se ve que se siente mal.-En verdad se me hacia muy conocido.

-Oiga a usted lo conozco de algún sitio, no se de donde.-El chofer sonrió.

-Yo fui quien lo llevó a su casa el día de la fiesta de su amiga.

-No es mi amiga.

-Perdón, no quería molestarlo.-Era un momento incómodo.

-No, no me molesto,entonces usted era el chofer del día de la fiesta.

-Si, por que tenia serpentinas y brillos por todo el cuerpo?-Esto ya me empezaba a incomodar.

-No, no me paso nada...

Sentí un alivio al ver que ya habíamos llegado a mi casa. Me baje del taxi y le pague con un billete arrugado, le di las gracias al chofer y me respondió con una sonrisa. La verdad es que ese señor se me hacia muy extraño. Camine hacia la puerta de mi casa y entre, mi madre estaba leyendo un libro y mi padre sentado en el sofá junto a ella, me observaron.

-Que bueno que llegas Eduardo, afuera hace mucho frío, donde estuviste?

-Salí a platicar con Carlos.-Ya quería dejar de dar explicaciones y subir a mi habitación a llorar.

-Que bueno que hallas decidido salir, casi nunca sales.

No respondí, me fui corriendo directo a mi habitación, cerré la puerta detrás de mi de un portazo y me tire en la cama a llorar. Sonó el timbre de mi celular, lo tome, era una notificación de mi cuenta de Facebook.

Abrí mi cuenta, lo primero que vi fue una foto, MI FOTO!!
Era la foto de la fiesta de Paulina, donde me caía serpentinas, era tan vergonzoso, todos los comentarios eran tan groseros.

Me quiero suicidar...