11: La Obscuridad

26 2 0
                                    

Abrí los ojos.
No sabia donde estaba, no había luz, todo estaba obscuro, me toque la cabeza, sentía un dolor intenso en la parte de la nuca, al ver mi mano pude percibir sangre tras mi cabeza.
Voltee hacia varios lados, pero no reconocía el lugar, me pare del suelo con gran dificultad, me logre recargar en una pared. Me empecé a desesperar, grite todo lo que pude, con la esperanza de que alguien me escuchara.

-¡Ayudaaaa!.-solo escuchaba un silencio frío.-¿Alguien me escucha?, por favor ayudenme.-dije con cansancio.

Logre mantener la calma. Sentí unos pasos cerca de mi, di la vuelta, obscuridad, de nuevo escuche los pasos.

-Vaya, hasta que despiertas.-dijo una voz grave y profunda.
-¿Quien eres?.-dije gritando de desesperación.
-No debiste hablar de mas, Eduardo.-dijo quien quiera que estuviese ahí.
-¿Que quieres de mi?.-replique con miedo, por primera vez en mi vida sentí un miedo profundo, la claustrofobia empezó a matarme.-¿Que quieres de mi?
-Solo quiero que olvides la muerte de tu amigo Carlos, si quieres seguir vivo claro...-dijo la persona con tono de amenaza.
-¿Por que quieres que lo olvide?.-replique dando vueltas hacia todas las direcciones, la voz provenía de todos lados y de ninguno.

El miedo me invadía, solo escucha a aquella voz de quien quiera que fuese, sentía un frío que me recorría todo el cuerpo, giraba, solo había simple obscuridad.

-Solo olvidalo, es lo mejor para todos, lo mejor para ti, no te voy a negar que fuiste muy inteligente al saber que Carlos fue asesinado, pero no lo suficiente para saber quien fue el asesino.-sostuvo burlándose.
-¿Eres Kimberly?.-dije confundido, ella no podía ser ya que esta voz era muy grave para una mujer, sin embargo ya había escuchado esa voz antes.

No hubo respuesta alguna, camine hasta chocar con una pared, caí al suelo, alguien jalo mi camisa hasta golpearme otra vez con la pared, sentí sangre caliente recorriendo mi rostro, voltee y otra vez solo obscuridad, me pare y busque en el suelo algo con que defenderme, lo único que logre encontrar fue una roca, la tome y giraba hacia todos lados.

De nuevo me tomo del cuello, logre sacarme de sus manos, y estrelle la roca contra lo que pensé que era su rostro, cayo al suelo y me encime sobre la persona, le di un puñetazo en la mejilla, tomo mis manos y las doblo. Logro pararse y darme una patada en la zona baja, caí de rodillas al suelo, tomo la piedra y de nuevo sentí la obscuridad.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 27, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Y Por Esa Razon Te OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora