Capítulo 19

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Dylan:

Ian prácticamente tuvo que sedar a Calvin para que se quede quieto, ya que no dejaba de amenazar con que iría y antes de que Azul lo ponga a dormir, Ian se ofreció a sedarlo. Azul hablaba con Selena y Nia acerca de lo que iban a hacer, tenían puesto un micrófono y un audífono así se comunicarían.

-Necesito que tengas esto- dijo entregándome su collar- no puedo perderlo.

-Está bien.

-Posee un chip- continuo- si me sucede algo necesito que llames a mi padre y que lo rastreen.

-Vas a volver- dije intentando sonreír, pero mi padre ya me había puesto al tanto de la crueldad de la señora Lee, ella no la dejaría ir tan fácil.

La besé, tenía miedo de perderla pero no lo demostré, tenía que confiar en ella.


Azul:

Me despedí de Dylan, algo en mí dolía, quería decirle que lo quería, pero sabía que si lo hacía no me dejaría ir. Maddie siempre había puesto a sus amigas antes que todo, siempre estaba para nosotras, a pesar de lo que diga su madre, y ya era hora de retribuirle todo lo que hizo por nosotras. Subí al auto de Dylan, Nia fue en el de Ian y Selena en el de Dan quien se atrevió a coquetearle en estos momentos y ella lo mando a rodar.

-Bien – dije- eviten que las maten.

-Habla por ti querida- respondió Selena- ¿viste como miraba Ian a Nia?- riendo, sabía que quería relajar el ambiente.

-¡Hey! Tiene una hija- habló mi amiga- pero si, está demasiado guapo.

Continuamos hablando acerca de los hermanos Taylor hasta que empezamos a acercarnos a una fábrica abandonada.

Estacionamos los autos lo suficientemente lejos para que no nos notaran, por el audífono podíamos escuchar a Maddie suplicar que no le realicen el aborto.

-Ese es el médico- dijo Selena.

-Ha llegado antes.

Nos acercamos, pero tenían la entrada bien resguardada, había alrededor de veinte hombres, no quería saber cuántos había adentro.

-Ya estoy en posición- dijo Nia, ella había subido a un árbol, desde ahí haría de francotirador.

-Dispara.

Uno de los guardias cayó provocando que los demás se alerten, Nia volvió a disparar esta vez a la izquierda haciendo caer a otro.

-Tenemos intrusos- habló uno.

Otro disparo, después hubo un silencio.

-Miren a quien tenemos aquí- habló uno jaloneando a Nia- la encontré subida a un árbol.

-Mierda- dijo Selena- ¿Qué hacemos?

-Distracción.

Disparé a la ventana del auto del médico, provocando que este dé un paso hacia atrás.

-Cúbranlo- ordenó de nuevo el hombre.

Aprovechando el alboroto Nia golpeo al que la tenía cogida y le disparó en la pierna, hasta ahora no había muerto nadie, nunca asesinábamos a nadie, nuestras balas poseían una droga que los ponía a dormir.

Selena y yo salimos de nuestro escondite, golpee a uno, no iba a dispararle, iba a noquearlo.

Los demás llevaron al médico al fondo, cerrando el portón luego de entrar.

-El techo- dije al ver la escalera- entraremos por ahí.

Empezamos a subir, pero había un pequeño problema, era demasiada la altura como para saltar. Vi a uno de los guardias cerca de la pared, el aún no nos había visto así que no lo dude y salte cayendo encima de él, va a tener algo más de un par de huesos rotos.

Les alcancé la escalera, pero no tenía tiempo de esperarlas, podía escuchar con claridad los gritos de Maddie.

Corrí al cuarto donde se encontraban, ahí estaban el médico, su madre y Maddie.

-Baja eso- dije apuntándole, tenía una inyección cerca del brazo de Maddie.

-¿Qué harás? ¿Ponerme a dormir?- me estaba haciendo enojar.

Le disparé, y no le disparé la droga, era una bala real, tomada del arma de uno de los guardias.

La señora Lee me miraba aterrada, sabía perfectamente que no debía meterse conmigo, y aun así lo hizo.

-Vienen más guardias- habló Nia- tenemos que salir de aquí antes de que nos sea imposible.

-Llévensela- dije haciendo una seña a Maddie.

Entre Selena y Nia cargaron a Maddie, se encontraba muy débil, la habían sedado y estaba a punto de perder el conocimiento. Me di la vuelta para salir con ellas, pero un disparo me hizo caer, el médico me había disparado en el hombro.

-¡Azul!- gritó Selena, escuché otro disparo.


Azul BlueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora