Capítulo 15

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Dylan:

La besé, ¡Oh Dios mío la besé!, sentía como el corazón se me iba a salir del pecho, debía calmarme o la iba a espantar con mi emoción, pero es que ¡La besé! No tengo ni idea de cuánto duró el beso pero no me importaba, no quería dejar de sentir sus labios.

-¿Interrumpo algo?- dijo Lissa tosiendo, provocando que Azul y yo nos separemos.

-Ahmmm- Azul estaba roja.

-Tranquila cuñadita- riendo- supongo que ya tendré que llamarte así, vine a traerle unas toallas de parte de mamá a Dylan, aunque creo que necesitaré ir por más.

-Olvídalo- dije cogiendo las toallas y pasando una por los hombros de Azul- llévala a tu habitación, y préstale algo de ropa, iré a bañarme, las veré en el comedor.

Azul, quien aún no terminaba de reaccionar salió del patio tomada del brazo por Lissa, esta iba riéndose.


Azul:

Vamos Azul reacciona, me decía a mí misma, o Lissa creerá que estás loca. Me golpee mentalmente unas diez veces pero aun así no salía de mi trance. Besar a Dylan fue lo mejor que me pudo haber pasado en la vida, aún podía sentir sus labios sobre los míos.

Llegamos a la habitación de Lissa, me di una ducha rápida y salí envuelta en una toalla de baño.

-Toma- sonriendo- este te puede quedar- era un hermoso enterizo rosa.

-Gracias- entrando de nuevo al baño.

Abrí mi bolso y me empecé a maquillar, no es que sea una adicta al maquillaje, pero me gustaba verme presentable, y al final de cuentas, era un almuerzo familiar, así que debía lucir lo más presentable posible.

Salí del baño, Lissa ya no estaba pero había dejado una nota diciendo que estaba ayudando a colocar la mesa. Tome mi bolso, mi ropa mojada no la encontraba por ningún sitio así que supuse que ya la habían mandado a lavar.

Baje las escaleras y ahí estaban todos, también Calvin y Maddie, según lo que me contó Dylan, Calvin era huérfano de ambos padres, por lo que prácticamente fue criado y educado por los Taylor, sin embargo, su padre, el señor Ford le había dejado una muy importante herencia pero él se negaba a usarla.

-¿Y tu ropa?- susurró Maddie cuando me vio.

-Larga historia- Maddie tenía los ojos rojos, parecía que había llorado- ¿Qué ha sucedido?- pregunté, si Calvin le había dicho o hecho algo le arrancaría la cabeza.

-Tengo miedo- agachando la cabeza- no se lo he dicho aún, y mi madre se ha enterado que estuvimos en la clínica, le he tenido que decir que habíamos ido a ver a Nia, que estuvo internada.

-No se lo ha creído- eso ni yo me lo creía.

-En parte sí, ya que han ido a preguntarle a Dan y él les ha dicho que Nia se había dislocado el pie practicando taekwondo.

-Ya veo, ¿Qué planeas hacer?

-No lo sé- al borde de las lágrimas- tengo miedo por mi bebé, sabes que ella puede llegar a ser muy cruel- conocía por arte y parte a la mamá de Maddie, si la bruja de los cuentos asustaban, ella era la monja del conjuro, en serio era cruel, una vez mando a golpear a uno de los novios de Maddie para que se aleje de ella.

-Mira, lo primero que harás es decirle a Calvin, necesitas saber que piensa y qué hará al respecto, no parece un mal chico- dije mirándolo, el reía junto con Dylan e Ian- y respecto a tu madre, ella no puede hacer nada, ya tienes veintiséis años y no dependes de ella, además no puede echarte de tu propia empresa.

-La condición de los escándalos...

-Mierda, había olvidado eso, ¿Y si te casas?

-¡¿Qué?!- gritó provocando que todos volteen a mirarnos- ¿Estás loca?

-Es la única manera de evitar un escándalo, mira, si dices que te habías casado en secreto debido a que querías la mayor privacidad del mundo nadie dirá nada, y así cuando tu embarazo ya sea imposible de ocultar, dices que ahora quieres casarte con todas las de la ley y listo, matas dos pájaros de un tiro- refiriéndome a su madre y a la prensa.

-No es una mala idea- meditándolo- hablaré con Calvin- por fin sonaba decidida en algo.


Azul BlueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora