Dylan:
Estaba cubierto de excremento hasta la médula, los caballos al parecer se habían propuesto defecar después de que terminaba de limpiar, cosa que hacía que vuelva a limpiar.
-Wow- dijo una voz a mis espaldas- no sabía que eras un granjero.
-Azul- dije sorprendido, se supone que llegaría en una hora.
-Vine a ayudar, pero tu madre, tu hermana y tu cuñada me han dicho que había algo para mí en los establos, así que vine- Lissa y mi madre eran un caso.
-Ya veo- quiero darme un baño- ya estoy por acabar, si quieres puedes esperar adentro.
-Paso- negando con la cabeza- me quedaré aquí, además me gustan los caballos.
-¿Sabes montar?
-No- riendo- aunque de pequeña siempre quise, pero al final me decidí por el taekwondo y Olivia por las clases de equitación.
-¿Olivia?
-Es mi hermana mayor, tiene treinta, ya la conocerás.
Azul continúo mirando los caballos, teníamos muchos debido a mi madre, a ella le encantaban y papá no dudaba en dárselos ya que eran lo único que ella pedía. Terminé de limpiar unos veinte minutos después, y salí de los establos dispuesto a darme una larga y refrescante ducha cuando mi madre me detuvo el paso.
-Estás loco si crees que te dejaré entrar así a la casa- mirándome de arriba abajo- ve a la parte de atrás y enjuágate.
-Mamá...
Ella cerró la puerta y tuve que caminar al patio en busca de la manguera.
Estaba intentando conectar la manguera cuando un chorro de agua me hizo dar un susto.
-Creo que si funciona- dijo Azul riendo- otra vez- lanzándome agua.
Ella reía mientras me lanzaba agua, se estaba divirtiendo, así que decidí que yo también me divertiría, conecte la otra manguera y apunte en su dirección.
-Dylan- soltando la manguera- baja eso...
-Creo que tú también necesitas refrescarte- sonriendo, esto si era diversión.
Presione y salió el agua, ella intento esquivarla pero no pudo y termino igual de empapada que yo.
Azul:
Decidí molestar a Dylan lanzándole agua pero él me devolvió el chiste cuando conecto la otra manguera y me baño por completo. Ambos estábamos jugando a corretearnos con la manguera, Dylan podía actuar como un niño.
-Basta, basta- dijo riéndose, a me dolía el estómago de tanto reírme- Azul
Lo ignoré y seguí lanzándole agua, el soltó la manguera que tenía y se acercó a quitarme la mía, con un ágil movimiento puso mis brazos hacía atrás, quedando frente a frente.
-Si querías tenerme cerca solo me lo hubieras dicho- intentando zafarme.
Él solo me miraba, tenía unos hermosos ojos verdes, era demasiado guapo y lo tenía muy cerca de mí, no podía pensar con claridad. Se empezó a acercar, acortando aún más el pequeño espacio que nos separaba.
-Azul- dijo, su voz sonaba más ronca de lo normal, se acercó aún más provocando que yo por puro y mero instinto aleje mi rostro, me arrepentí de hacerlo inmediatamente- lo siento yo...
-No- dije- Solo necesito saber una cosa...
-Lo que sea.
-¿Podrás con mis muros?
-Sí.
Asentí y él se volvió a acercar, esta vez no gire mi cabeza y me besó. Fue suave, delicado y sincero, ambos habíamos estado esperando por este momento y nos encantó, me olvidé de mis muros y él se olvidó que los tenía, me había enamorado de Dylan y estaba dispuesta a arriesgar mi corazón nuevamente.
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Azul Blue
De TodoCon un pasado no muy agradable, Azul se ha propuesto salir adelante, ocho años después de aquel incidente ha vuelto a sonreír, así mismo se ha vuelto más fuerte de lo que ella cree, sin embargo, ¿Podrá mantenerse de pie cuando sus muros que ha cread...