Capítulo 3

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Azul:

Me pase parte de la noche hablando con Maddie, ella era capaz de no dormir por mí, pero el sueño nos estaba venciendo a ambas, así que la mande a dormir diciéndole que almorzaríamos juntas cuando llegue.

Pase la noche meditando acerca de lo que había sucedido hoy, fue un día extraño, primero el avión y luego el piloto ese, pero en fin, ya mañana volvería todo a la normalidad y yo viviría feliz como una lombriz.

Pero ahora la pregunta era ¿Dónde dormiré? Ya que me había negado a que me manden a un hotel, siempre me quedo dormida y pierdo los aviones, es por eso que todos mis vuelos son a partir de mediodía. Así que no tenía a donde ir, espero que los baños sean calientitos.

Tome mi bolso y mis zapatos, como era de noche no me importo si alguien me veía sin zapatos, mi dama interior tenía sueño, y con sueño es todo menos una dama.

Entré a uno de los baños, tiré mi bolso usándolo de almohada, puse mi alarma a las 3:00 am, así que daría tiempo para maquillarme y llegar presentable.

Desperté con un horrible dolor de cuello, y con los músculos entumecidos por el frío, me mire en el espejo y por poco grito del susto que me di, alce mi bolso, primero me solté el cabello, ahora tenía pequeñas onditas, se veía relativamente bien.

Tome toallitas desmaquilladoras para limpiar mi rostro, ya me había desmaquillado ayer pero no tenía nada más con que limpiar mi rostro y el agua del baño no era una opción pues por poco y salían los cubitos de hielo.

Empecé con la base y luego la paleta Chocolate Bar de Too Faced, técnicamente era una paleta de sombras, pero en este momento serviría de iluminador, bronzer, y rubor.

Cuando por fin terminé de maquillarme corrí hacía la puerta 47, esa era mi puerta de embarque.

-Buenos días, les habla el capital Calvin Ford- esa voz no era... el imbécil.

Bien, pensé, ahora corro el riesgo de que el niñito ese me lleve. Pase seis horas escuchando los chistes malos del capitán, ¿No podía quedarse calladito durante todo el viaje?

Cuando por fin aterrizamos eran las 11:30 am, pero mientras buscaba mi equipaje tardaría al menos dos horas. Como siempre esperé a que todos salgan para poder levantarme, ya que no me gustaba empujar ni que me empujen.

-Vaya, vaya – dijo el capitán, había olvidado que la tripulación siempre se quedaba a despedir a los pasajeros, mierda- miren a quien tenemos aquí, si es la pequeñita taekwondo.

-¿Quieres alguna otra demostración?- dije seria, este tipo comenzaba a caerme mal, cosa que era muy difícil.

Me fulmino con la mirada y yo sonreí.

Debido a que salimos por manga, no tuve problema ya que si teníamos que ir en bus, ahorcaría al capitán.

-Permíteme presentarme- ¿acaso no se cansaba?- soy Calvin, Calvin Ford, piloto estrella de esta aerolínea- ¿en serio?

-Lo sé- dije sin ninguna muestra de asombro- te la pasaste diciendo eso en el avión.

El chico de su costado se río.

-Él es Dylan, Dylan Taylor- wow, que guapo era, sus ojos eran verdes, demasiado verdes, el solo asintió con la cabeza.

-Azul- dije provocando que se miren extrañados- Azul Blue.

Ellos se miraron y Calvin estalló a carcajadas, es tan idiota el muy imbécil.

-¿Y cómo hacías cuando cantaban azul blue, rojo red?

-Ese es un chiste malo- dije sin una pizca de gracia en mi rostro.

Él iba a dar otro mal chiste pero me fui, sino lo golpearía de nuevo.

Tardé en encontrar mi maleta, pero la encontré y al parecer estaba sana y salva, nadie había adivinado mi clave ni mucho menos habían logrado quitar los diez seguros que le puse.

-¡Azul!- gritó una voz muy conocida, pude escuchar que a lo lejos alguien gritaba Blue, debe ser el imbécil de Ford.

-¡Maddie! –Dije abrazándola- te dije que no era necesario.

-Olvídalo, casi nunca te veo y voy a aprovechar cada segundo antes de que te largues a la conferencia y luego te marches a Dios sabe qué país.

Ella tenía razón, yo vivía viajando, a donde me llamaban iba, y mi trabajo me lo permitía pues siempre me llamaban.

-Te extrañe Maddie- dije sonriendo.

-Y yo a ti.

Salimos del aeropuerto mientras le iba contando todo lo que me sucedió el día de ayer, ella se me burlaba algunas veces y otras solo decía que iba a golpear al tal Calvin, por cierto, Maddie y yo estudiamos juntas taekwondo.

Llegamos al hotel y yo me metí a bañar, ya necesitaba con urgencia un baño, tenía el cuerpo adolorido.

Me puse un vestido coral y unas sandalias hueso, hoy no usaría tacones, ya había tenido suficiente de ellos, decidí no maquillarme.

-¿Quieres ir hoy a una fiesta?- preguntó Maddie dando un trago a su copa.

-Claro, ¿Dónde es?

-Es en el salón principal del hotel donde te hospedas, la fiesta la organiza mi empresa, ya sabes, hemos conseguido un contrato etc, etc.

Terminamos de almorzar y salimos a pasear por las calles de Florencia, mi humor había mejorado notablemente, en otras palabras estaba siendo yo misma de nuevo.

-¿Qué te parece un vestido color perla?- preguntó Maddie- resaltaría perfectamente tus ojos.

-Vale- no es que no le preste mucha atención a la ropa, en realidad soy un poquito especial, pero Maddie conoce mis gustos incluso mejor que yo, así que dejo todo en sus manos y ella lo sabe.

Al final Maddie se decidió por un vestido color coral para ella y uno perla escotado en la espalda para mí, nos despedimos y nos fuimos a cambiar.

Dylan:

-No- dije rotundamente, no iba a cambiar de opinión.

-Ay, por favor Dylan- era Victoria con las manos en las caderas- Elena no hubiera querido que te quedes en casa- y tenía que mencionarla.

-Vale, ¿A qué hora?

-Recógeme a las 7:00 pm, dile a Calvin que lleve a alguien.

Llame a Calvin y le avise que hoy tendríamos que asistir a una de las fiestas de Victoria, y él, al igual que yo, aceptó de mala gana.

Me di una ducha y me fui a dormir, no tenía intención alguna de levantarme antes de las 6:30 pm.

Desperté 6:15 pm, me sentía algo descansado, pero aun así quería quedarme en cama. Me metí a la ducha y estuve ahí por unos diez minutos despejando mi mente, odiaba que Victoria tome de excusa a Elena, pero después de Calvin, ella era la única amiga que he tenido, así que le haría caso.

Llegué a casa de Victoria alrededor de las 6:55 pm, Calvin y Rosy nos darían el alcance en la fiesta, toqué el timbre y ahí estaba ella, se veía muy hermosa, pero jamás superaría a Elena.

Llegamos a la fiesta y Victoria bajo primero ya que no quería caminar desde el estacionamiento hasta la entrada con sus tacones. Me estacione junto al auto de Calvin, el me esperaba fuera de este.

Nos demoramos más de lo esperado debido a que Calvin estaba coqueteando con una joven, cuando llegamos Victoria estaba pálida como un papel.

-¿Qué sucede?- pregunté

-Ella- dijo señalando a una joven de espaldas, tenía un vestido color perla y el cabello sujeto en una cola dejando ver parte de su espalda.

-¿Qué sucede con ella?- está vez fue Calvin- ¿Estás celosa de su vestido?

-Ella es la culpable- dijo al borde de las lágrimas- ella es la culpable de que mi hermana este muerta.




*Ahí esta Calvin*

Azul BlueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora